La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha anunciado este martes la suspensión de la marcha que había convocado para el jueves hacia el Palacio de Miraflores --sede del Gobierno venezolano-- para exigir la celebración del referéndum revocatorio contra el presidente, Nicolás Maduro.

El presidente de la Asamblea General, Henry Ramos Allup, ha explicado en declaraciones a la prensa que la MUD ha accedido a la petición formulada por el Vaticano a ambas partes para que eviten "actos de confrontación" que puedan perjudicar el incipiente diálogo.

Ramos Allup ha admitido que la marcha del jueves podría haber llevado a un "derramamiento de sangre" o a "choques", ya que la explanada de Miraflores es el punto de reunión habitual del 'chavismo' y el Gobierno también había llamado a sus seguidores a concentrarse allí ese día.

El objetivo de esta manifestación opositora era exigir la reactivación del referéndum para revocar el mandato presidencial de Maduro antes de que expire oficialmente, en 2019. El Consejo Nacional Electoral suspendió la segunda fase después de que tribunales venezolanos anularan la recogida de firmas para la primera etapa.

En la misma línea, la MUD ha decidido posponer hasta el próximo martes la comparecencia de Maduro ante la Asamblea Nacional para dirimir su responsabilidad política, que estaba prevista para este 1 de noviembre. "Si el Vaticano exigió que se sienten en una mesa, hay que hacerlo, no podemos negar esa posibilidad", ha esgrimido Ramos Allup.

No obstante, la cita de Maduro con el Congreso --dominado por la MUD desde las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre-- no se ha cancelado. El jefe de Estado deberá comparecer el próximo martes a las 14.00 (hora local).

El Parlamento acordó la semana pasada abrir un proceso para examinar la responsabilidad política de Maduro por "abandono del cargo", lo cual podría empujar al líder bolivariano hacia un juicio penal o administrativo.

'El Nacional' ya había adelantado, citando una "fuente extraoficial", que la MUD sopesaba suspender el examen a Maduro y la marcha hacia la sede gubernamental.

Estos movimientos llegan después de que el Gobierno haya liberado a cinco opositores presos, un gesto que el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús 'Chúo' Torrealba, ha calificado de "importante", si bien ha subrayado que "no es suficiente" porque hay cerca de cien detenidos.

"DIÁLOGO REAL"
El Gobierno y la MUD iniciaron el pasado 30 de octubre en Isla Margarita con la mediación del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en nombre de la que ha actuado el trío de ex presidentes: el español José Luis Rodríguez Zapatero, el dominicano Leonel Fernández y el panameño Martín Torrijos.

Las partes acordaron instalar cuatro mesas de negociaciones ----paz y Estado de Derecho, reparación a las víctimas, cronograma electoral y economía--. El próximo encuentro será el 11 de noviembre en la capital venezolana.

Voluntad Popular, el partido político del líder opositor encarcelado Leopoldo López, se ha negado a sentarse a la mesa de negociaciones hasta que el Gobierno no libere a todos los disidentes presos y active el referéndum revocatorio.

El coordinador nacional de Voluntad Popular, Freddy Guevara, también se ha desmarcado este martes de la decisión de la MUD, pidiendo a la coalición opositora, de la que forma parte, que no vuelva a diferir una decisión política si Maduro insiste en violar la Constitución.

"Hay que plantear un dialogo real y sincero. Tal como lo dijo nuestro líder Leopoldo López: sin condiciones no hay diálogo", ha dicho Guevara ante la sede legislativa. "El pueblo, a través de la movilización, tiene que hacer un juicio político y tomar la decisión", ha sostenido.