Genio y figura hasta la sepultura. El Atlético de Madrid rema a contracorriente en esta edad oscura de la crisis que nos ha tocado lidiar. Si el Real Madrid es el club y el FC Barcelona más que un club, el Atleti no tiene calificativo posible. Capaz de lo mejor y de lo peor, los rojiblancos andan hundidos en la Liga, y con un pie y medio en la final de Copa. Cosas del fútbol.

Las dos caras de este equipo que ahora lidera Quique Sánchez Flores hacen del Atleti una auténtica montaña rusa para sí mismo y para sus rivales. Capaz de lo peor en la Liga, perdiendo partidos en casa y dando una pésima imagen en algunos campos españoles, en la Copa se ha crecido, pese a varapalos como el de Huelva que motivaron una remontada increíble en el Calderón.

La verdad es que el Real Madrid, tras su ‘alcorconazo’, les ha facilitado tremendamente las cosas a los rojiblancos en Copa, donde este jueves sólo tienen que certificar su pase ante un Racing que se siente ninguneado por los árbitros. No obstante, este Atleti no es de fiar y el 4-0 con el que irán a Santander no debe ser motivo de relajaciones porque dos goles en contra en la primera media hora pueden ser fatales ante Canales & cía.

Con el Atleti nunca sabes si se va a clasificar para la final de Copa, o van a echar al entrenador al día siguiente. Tiene buenos jugadores, incluso grandes estrellas mundiales, pero le pesa demasiado su historia, su ansia de jugar a algo, sus urgencias. Y este equipo es lo que es, un conjunto que anima competiciones y que cada 15 años moja, como aquél histórico doblete en el 96 de Pantic y compañía jamás repetido.

Vamos a ver si los de Cerezo se centran, consiguen entran en una bellísima final copera presumiblemente ante el Sevilla de Jiménez, y en la Liga empiezan a mostrarse un poco menos vulnerables, porque la guadaña de la Segunda siempre está al acecho con dos o tres malos resultados encadenados.

Me gusta el trabajo de Quique, porque dice las cosas claras, aunque a veces los propios jugadores se molesten con aquello de la actitud y estas cosas que se presuponen a los profesionales. Pero es que el valenciano está pilotando una nave compleja.

Ya se fajó en Getafe y Valencia, otros dos polvorines, pero éste es el reto de su carrera y hacer al Atleti campeón de Copa sería un magnífico colofón a su trabajo. Yo que él ganaba la Copa y cambiaba de aires en verano. La ola rojiblanca siempre está al acecho y él sabe que es mejor irse en los buenos momentos a que te echen a escobazos en noviembre.