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“En realidad no tenemos que ser perfectos, sino encontrar a la persona que nos ame de forma perfecta siendo imperfectos”

Por ella

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Uno no sabe cómo, pero hay momentos en su vida en los que se cruza mágicamente con su media naranja, con esa persona con la que podría compartir toda su existencia…

Yo tuve la suerte de cruzarme con ella, hace 7 años y medio. Coincidir no es tan fácil, pero a veces ocurre.

Por aquel entonces Belén asistía a un programa de formación en el que yo era profesor y, desde entonces, no le he podido quitar la mirada de encima. Un tiempo después no sólo tengo la suerte de que compartimos la vida juntos, sino que además, si todo va bien, en unos días nacerá nuestra primera hija.

La vida es caprichosa y a veces nos da varios rodeos para llegar al lugar que nos quiere mostrar. A mí también me los dio, me tuvo unos años de aquí para allá, sin encontrar esa sensación que uno tiene cuando está con la persona con la que desea vivir el resto de sus días. Pero el día que la conocí supe que esto era para siempre.

Seguro que lo has sentido alguna vez y seguro que incluso te costaría expresarlo con palabras. Yo tampoco sé cómo hacerlo, lo único que ocurre es que sientes un algo dentro que te hace sentir el hombre (o mujer) más afortunado del mundo.

Hay relaciones tóxicas, casi todos hemos vivido alguna por algún tiempo. Relaciones basadas en el miedo y no tanto en el amor. Y como existe miedo, pues claro, existe enfado, rencor, celos y otro tipo de emociones ajenas al amor.

Pero cuando existe amor suficiente, elimina todo aquello que puede perjudicarle a su lado. Es como un virus pero de los buenos, y de los que no tiene cura. Ya lo decía Cohen en una de sus míticas canciones “There is no cure for Love”

A veces creemos que existe amor suficiente en nuestras relaciones pero en realidad lo que hay es miedo. Miedo a estar solos, miedo…

Belén y yo insistimos mucho en esto, en que nuestra relación no puede estar basada en ningún tipo de miedo. El miedo es enemigo de nuestro amor, así que cuando asoma por la puerta le damos un puñetazo en las narices y nos metemos en la cama. No queremos miedo cerca de nosotros. Si te quiero, te quiero hoy y te quiero para siempre. Trabajamos desde esa visión y la alimentamos cada día con infinidad de detalles.

Me maravillan muchas cosas de ella:

La gran capacidad que tiene para estar a mi lado pese a que a veces soy un bicho bien raro.
La entereza con la que está llevando sus últimos días de embarazo.
Lo poco que la escucho quejarse.
Lo detallista que puede llegar a ser. Las notas que, cada vez que salgo de viaje, encuentro en mi maleta.
La capacidad de pedir perdón y la de perdonar.


Son tantas que podría estar media vida escribiendo este post…

Uno no puede estar a medias con su pareja, eso ya lo sabes. Cuando estás a medias es porque tienes dudas, y las dudas son ajenas al amor. Yo tengo la suerte de no tener dudas, de saber que ella y yo vamos a vivir juntos. Porque nos apetece hacerlo y porque decidimos hacerlo cada día.

Si tienes dudas es que quizás no es la persona, quizás te estás tratando de autoconvencer “sí, sí es la persona, lo que pasa es que…”. No, si te dices algo así es que no es la persona.

“La persona es la persona, es ese alguien que siendo imperfecto, para ti es perfecto”.

Yo no puedo entender cómo, con todas mis imperfecciones, una mujer como ella se acerca a mí y decide vivir toda su vida conmigo, y apostar por nuestra relación cada día. ¿Será porque ella no ve mis imperfecciones?

Creo que la clave consiste en enamorarse de una persona imperfecta y de amar incluso estas imperfecciones. Belén no es perfecta tampoco, pero es ella, la mujer a la que decido amar cada día, porque para mi merece la pena estar a su lado toda una vida.

Muchas personas piensan que en el amor hay que buscar a tu alma gemela, a alguien como tú. Yo no estoy de acuerdo, a ti ya te conoces demasiado, sería horrible que la persona que comparte mi vida fuera como yo ¡no podría aguantar ni el primer año!

Lo que uno busca es alguien que tenga una visión parecida de las cosas importantes de la vida, porque será lo que determinará en qué medida podemos convivir. Una persona que comparta una forma de pensar parecida sobre la importancia de la familia, los hijos, el trabajo y otras cuestiones que cada día llamarán a la puerta de la relación.

Pero más allá de este aspecto tan logístico, lo que yo busco es a alguien que sea mi fan número uno. No una fan de César Piqueras, el escritor, sino del otro, del que ayer llega a la casa a las 23h sin ganas de hablar demasiado o del que a menudo necesita retirarse a un Monasterio para escucharse a sí mismo, o del que trabaja muchos domingos, o del que todavía tiene unas cuantas imperfecciones emocionales que ir arreglando. Eso es lo que busco, alguien que sea fan también de esta parte de mi.

Y sobretodo alguien con quien tenga chispa, con quien puedas pasar 51 días de vacaciones sin una discusión, con quien poder convivir las 24horas del día mientras disfrutas de la vida en toda su extensión. Y con quien cuando llega cada noche, te apetezca abrazar y seguir durmiendo a su lado.

Yo tengo la suerte de que hace más de siete años me crucé con esta persona. Entonces, cuando sientes que alguien te ama de esa forma, descubres que tú también quieres hacer lo mismo y el trabajo de amar es más sencillo.

“Porque amar, realmente consiste en darle alas a la otra persona para que vuele todo lo alto que quiera. Y cuando los dos hacemos lo mismo, los dos volamos y nos sentimos felices.

Hace unos años le escribí esta dedicatoria para uno de mis libros.

Va por ti. Gracias por mostrarme cada día cómo el Amor es fácil.

Que tengas un gran día.

Por ella

“En realidad no tenemos que ser perfectos, sino encontrar a la persona que nos ame de forma perfecta siendo imperfectos”
César Piqueras
viernes, 21 de octubre de 2016, 00:04 h (CET)
Uno no sabe cómo, pero hay momentos en su vida en los que se cruza mágicamente con su media naranja, con esa persona con la que podría compartir toda su existencia…

Yo tuve la suerte de cruzarme con ella, hace 7 años y medio. Coincidir no es tan fácil, pero a veces ocurre.

Por aquel entonces Belén asistía a un programa de formación en el que yo era profesor y, desde entonces, no le he podido quitar la mirada de encima. Un tiempo después no sólo tengo la suerte de que compartimos la vida juntos, sino que además, si todo va bien, en unos días nacerá nuestra primera hija.

La vida es caprichosa y a veces nos da varios rodeos para llegar al lugar que nos quiere mostrar. A mí también me los dio, me tuvo unos años de aquí para allá, sin encontrar esa sensación que uno tiene cuando está con la persona con la que desea vivir el resto de sus días. Pero el día que la conocí supe que esto era para siempre.

Seguro que lo has sentido alguna vez y seguro que incluso te costaría expresarlo con palabras. Yo tampoco sé cómo hacerlo, lo único que ocurre es que sientes un algo dentro que te hace sentir el hombre (o mujer) más afortunado del mundo.

Hay relaciones tóxicas, casi todos hemos vivido alguna por algún tiempo. Relaciones basadas en el miedo y no tanto en el amor. Y como existe miedo, pues claro, existe enfado, rencor, celos y otro tipo de emociones ajenas al amor.

Pero cuando existe amor suficiente, elimina todo aquello que puede perjudicarle a su lado. Es como un virus pero de los buenos, y de los que no tiene cura. Ya lo decía Cohen en una de sus míticas canciones “There is no cure for Love”

A veces creemos que existe amor suficiente en nuestras relaciones pero en realidad lo que hay es miedo. Miedo a estar solos, miedo…

Belén y yo insistimos mucho en esto, en que nuestra relación no puede estar basada en ningún tipo de miedo. El miedo es enemigo de nuestro amor, así que cuando asoma por la puerta le damos un puñetazo en las narices y nos metemos en la cama. No queremos miedo cerca de nosotros. Si te quiero, te quiero hoy y te quiero para siempre. Trabajamos desde esa visión y la alimentamos cada día con infinidad de detalles.

Me maravillan muchas cosas de ella:

La gran capacidad que tiene para estar a mi lado pese a que a veces soy un bicho bien raro.
La entereza con la que está llevando sus últimos días de embarazo.
Lo poco que la escucho quejarse.
Lo detallista que puede llegar a ser. Las notas que, cada vez que salgo de viaje, encuentro en mi maleta.
La capacidad de pedir perdón y la de perdonar.


Son tantas que podría estar media vida escribiendo este post…

Uno no puede estar a medias con su pareja, eso ya lo sabes. Cuando estás a medias es porque tienes dudas, y las dudas son ajenas al amor. Yo tengo la suerte de no tener dudas, de saber que ella y yo vamos a vivir juntos. Porque nos apetece hacerlo y porque decidimos hacerlo cada día.

Si tienes dudas es que quizás no es la persona, quizás te estás tratando de autoconvencer “sí, sí es la persona, lo que pasa es que…”. No, si te dices algo así es que no es la persona.

“La persona es la persona, es ese alguien que siendo imperfecto, para ti es perfecto”.

Yo no puedo entender cómo, con todas mis imperfecciones, una mujer como ella se acerca a mí y decide vivir toda su vida conmigo, y apostar por nuestra relación cada día. ¿Será porque ella no ve mis imperfecciones?

Creo que la clave consiste en enamorarse de una persona imperfecta y de amar incluso estas imperfecciones. Belén no es perfecta tampoco, pero es ella, la mujer a la que decido amar cada día, porque para mi merece la pena estar a su lado toda una vida.

Muchas personas piensan que en el amor hay que buscar a tu alma gemela, a alguien como tú. Yo no estoy de acuerdo, a ti ya te conoces demasiado, sería horrible que la persona que comparte mi vida fuera como yo ¡no podría aguantar ni el primer año!

Lo que uno busca es alguien que tenga una visión parecida de las cosas importantes de la vida, porque será lo que determinará en qué medida podemos convivir. Una persona que comparta una forma de pensar parecida sobre la importancia de la familia, los hijos, el trabajo y otras cuestiones que cada día llamarán a la puerta de la relación.

Pero más allá de este aspecto tan logístico, lo que yo busco es a alguien que sea mi fan número uno. No una fan de César Piqueras, el escritor, sino del otro, del que ayer llega a la casa a las 23h sin ganas de hablar demasiado o del que a menudo necesita retirarse a un Monasterio para escucharse a sí mismo, o del que trabaja muchos domingos, o del que todavía tiene unas cuantas imperfecciones emocionales que ir arreglando. Eso es lo que busco, alguien que sea fan también de esta parte de mi.

Y sobretodo alguien con quien tenga chispa, con quien puedas pasar 51 días de vacaciones sin una discusión, con quien poder convivir las 24horas del día mientras disfrutas de la vida en toda su extensión. Y con quien cuando llega cada noche, te apetezca abrazar y seguir durmiendo a su lado.

Yo tengo la suerte de que hace más de siete años me crucé con esta persona. Entonces, cuando sientes que alguien te ama de esa forma, descubres que tú también quieres hacer lo mismo y el trabajo de amar es más sencillo.

“Porque amar, realmente consiste en darle alas a la otra persona para que vuele todo lo alto que quiera. Y cuando los dos hacemos lo mismo, los dos volamos y nos sentimos felices.

Hace unos años le escribí esta dedicatoria para uno de mis libros.

Va por ti. Gracias por mostrarme cada día cómo el Amor es fácil.

Que tengas un gran día.

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