Ya queda menos para que el ciclismo eche a rodar un año más. Un comienzo al que estamos esperando todos los aficionados. Ayer me encontré en la televisión con la repetición de la etapa de la Vuelta a España 2009 que finalizaba en La Granja, donde Juanjo Cobo plantó su nombre tras un espectacular arranque en los últimos metros de las rampas de Navacerrada, y no he podido evitar que me entren aún más ganas para volver a disfrutar viendo uno de los deportes más duros que existen.
Una nueva temporada que guarda una caja amplia de razones para no perderse ni un detalle. Entre ellas, destaca la lucha entre el que una vez fue dominador absoluto del Tour de Francia, Lance Armstrong, y el nuevo príncipe de la ronda gala, Alberto Contador. Una guerra que vivirá su segundo capítulo y que ojalá acabe con el mismo resultado que el primero. Contador tirará de un equipo formado por compañeros de los que se puede fiar frente a los nombres que rodean al americano. Óscar Pereiro, Dani Navarro, Jesús Hernández, Benjamín Noval, Josep Jufré o David de la Fuente serán los hombres de más confianza para el de Pinto frente a los Kloden, Leipheimer, Horner, Popovych o Zubeldia, quienes ayudarán a Lance a recuperar su trono.
Un duelo que no debe hacer olvidar que en el Tour, este año sí, estará presente el corredor, para muchos, más completo del mundo. Valverde intentará asaltar la Grande Boucle tras anotarse la primera grande de su carrera. El murciano, desde mi punto de vista, es el único ciclista capaz de derrotar a Contador en una gran vuelta. Es un portento físico. Un deportista que tiene unas cualidades impresionantes y que, con la confianza de saber que puede ganar también en una carrera de tres semanas, puede hacer tambalear al pistolero, quien ya tiene las balas en el cargador de unas piernas que apuntan a su tercer Tour de Francia.