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Confesión

Amor, a pesar de la distancia

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Luz lunar, estación, luz veraniega, sombras cantadas más no, luz corazón, mirada candente que mira y no se detiene. Candela pura, fortuna universal que se quemó, restarán sus huesos, su lamento, no verán la luz del sol, pero la lunar... Yo no lo sé, deseo verla, pero ya no sé. Luz lunar, sol y estrella y tu nombre hasta la tumba.

Espectáculo sin luz, acabándose mis ganas y me acojo a tus labios de cristal, como a un premio del verdadero estrellato me alimento, como la sombra de un río, como mar, como la luz en la penumbra tu mirar, observar y destacar que Dios nos quiere unidos y yo, también. Algo perderé, lo sé, Dios me sorprenderá gracias a Dios.

En mi cuerpo tus manos, estoy deseándolo, ya no puedo más, deseo tus manos sobre mí, reconstituyéndome de principio a fin, tuya y de nadie más, tal será mi entrega, porque además me gustas mucho. Tus manos probándome, y yo sintiendo todo eso, deseando que sea eterno, que dure una inmensidad, quiero ser probada toda, sólo por tus manos.

Se llamaba Jefecillo, Tomás el valiente, elefante sin mucha suerte, trotador, gato grande, pecado... Incomprendido también. Así era "gato", el gato de dos piernas y dos brazos y una boca que besaba duro, buenos labios tenía ese ser, trotador de mundos, Gigantón, se fijó en mí, se fijaba en todas...

Yo iba con un vestido de flores blancas, azules y rosadas ceñido al cuerpo, caminaba como una paloma que salió de su palomar, entonces "gato" me deseó.

"Gato" de mis amores, grande, deja a esta blanca paloma, permíteme seguir volando, no cortes mis alas, voy así de señorita, de constante y con mis carnes meneándome calle abajo para pasear y comprar, tú también lo haces, no me toques "gato", déjame vivir, relajarme, tranquilizarme, quiero seguir siendo paloma por ahora. Hay que dar sabor a la vida, sobretodo cuando no lo tiene, no quiero apresurarme en mi lamento, aún no me has tocado, déjame en libertad, de la mía. La noche pasada estuviste con otra gata, aún llora en su casa, ¿a dónde quieres llegar?...

Sal de mi paso. Ya me has visto y quiero seguir mi rumbo, acertado o no.

"Gato" respondió:

-Gatita no soy el de de ayer, hoy es hoy, bonita, elegante la noche nos une, ya podías salir con pantalón.

-Me gusta el vestido, le dije al "gatito". Saca tus ojos de mi figura, busca otra pareja.

-Gata, yo no busco, encuentro. Dios me las pone delante, es él el que manda.

-Si me tocas gritaré...

-Sí sólo tus ojos miré, no, yo no quiero tocarte, sólo quiero conquistarte, ¿podemos vernos otra vez?..

-Difícil es.

-¿Por qué?

-Porque mi amor he jurado a un joven que dice amarme con la fuerza de un volcán.

-Eso se arregla, amor mírame, ¿sientes algo por mí?...

-De entrada, ¿cómo?... si por momentos mis dudas tengo de si me abordarás de mala manera llevándome a un portal cualquiera para robarme un beso.

-Soy gato bueno, soy como el "Zorro", un justiciero. Bríndame tu amor.

-No mi Tomás, no puedo creerte.

-Quiero un besito.

- No.

-Una cita...

-Mañana en mi balcón hablamos, en la calle 345 donde están las rosas rojas, al amanecer, llámame por mi nombre, Amapola, y yo saldré. Se dijeron adiós, pero él le tocó la mejilla y le dijo:

-Serás para mí, Amapola, encantadora Amapola, no dejaré que jamás te encuentres… sola.

Camino de casa la gata cortó dos rosas, una para el pelo y la otra para el pecho... Una amapola tan guapa sería una mujer de ensueño, nadie podría resistirse a sus encantos, pero sus rosas tenían espinas para defenderse de delincuentes y hombres malos.

Renació tímido, el amanecer, todo prometía y "gato" llegó y la vio, en camisón, con su bata y sus dos rosas...

Tenía un ramo de margaritas en su mano, era sincero, generoso, estaba cumpliendo y pidió su mano, quería un abrazo antes de la boda, pero ella no quiso, daría un brinco y se escaparía muy lejos si se le acercaba, pero "gato" subió y la besó y el mundo entero se estremeció a sus pies. Aún algo más raro pasó después, no volvió a verle, se fue y no se vieron más. Se fue con lo más sagrado que guardaba esa chica.

La "gata" conoció sin desearlo el amor y tuvo “una pequeña amapola”, pasaron seis años y seguía con su niña y una nueva compañía, un hombre que también quería casarse con ella.

"Gato" se fue de contrabando, pistola en mano, rifle, cañón, se lo llevaron... Al fin desiste y casa con Pablo y tiene otro hijo... ella ya no quiere más.

Vida monótona, se acercaba al balcón pero no veía trepar a su "gato", sino unos gatitos pequeños que nacieran entre los matorrales, lindos que eran, les alimentaba en la mañana y en la noche, también les daba las medicinas necesarias, les recordaban a su “gato”. Ahora pensaba en que estaba casada y no… con Tomás...

Milagros, la pequeña amapola, era una chica hermosa, elegante, bien formada, ambiciosa, sabía hablar, pensaba acertadamente, quería conocer a su padre "gato" y no quería a Pablo.

Pasados 15 años "gato" volvió en su caballo blanco, estaba más guapo aún, había estado muy lejos, su vida fue el contrabando lo golpearon y secuestraron para la misión, era una vida que no deseaba. Se vieron y se besaron… se explicaron todo lo que les pasara en sus años separados, tenía que volver a marchar, le perseguían.

-Misericordia para pedirle a Dios, que me saque pronto de aquí, que me libere de estas cadenas, que se apiade de mi corazón. Pedirle paz y amor. Libertad también, salir de esta cueva ya, me persiguen, me atacan, me quieren dar fin, pero Dios, que no sea. Brindo por la "libertad", "la paz" y "el amor". Le dijo “gato”

Amapola y Tomás, valiente caballero que quería ser señor, no le han dejado, robo por medio y vagabundeando fue haciéndose el malo... ¿qué pasará ahora?... ¿Vivirían en pecado?, pensó en matar a Pablo, pistola en mano, pero no pudo, el divorcio estaba mal visto, ella ya se casara siendo madre, Pablo quiso a una mujer manchada y ella le estaba agradecida, pero no estaba enamorada, ¿quién iba a pensar que "gato" volvería?..

"Gato" conoció a Pablito, tenía los ojos de Pablo grande, que pena que hubiese nacido, un día "gato" dijo a su "gata": mejor dejarlo para siempre... no hay futuro y la besó. Quiero formar un hogar, Milagros se olvidará de "gato".

¿Qué final espera a esta historia que ahora hace su más triste confesión?, abierto, pues no, tiene un final bien definido.

Pablo encontró la muerte al caer de su burra Petra, todos le lloraron pues era un santo caballero, amable, buen padre, encantador.

Amapola y Tomás el "gato" se miraron a los ojos diez días después del entierro, ella amorosa, él ¿quién sabe como estaba él?, después de todo tenía su corazoncito, el muerto aún estaba fresco en la tumba… pero pasados seis meses tenían pensado juntarse y casarse. Pablo en el cielo lo comprendería, ni se enterará. Él partió, pero los que quedan vivos deben mirar por ellos, por su felicidad. Se separaron por causas ajenas, graves, no a voluntad, tenían una hija en común y pasión, mucha pasión. ¡Al diablo con Pablo que igual está en el infierno!, exclamaron.

La boda fue íntima, congeniaban bien y eran una familia feliz, esta es la historia de Amapola y el "gato" Tomás, y como no hay dos sin tres hubo otro retoño al que llamaron "Libertad".

Amapola y Milagros, madre e hija, madre soltera Amapola, Milagros, huérfana de padre, porque él se fue un día… Suerte necesitan, y modernismo para luchar y para que no las destruyan.

Gato Tomás, personaje de cuento, salvaje cual bestia de la selva, Pedro Chamiekú su tío y amigo. Gato Tomás quiso a Amapola que no quiso quedarse sola cuando él marchó. Tuvo un milagro llamada Milagros, que les unió una vez más, una segunda oportunidad para ese valiente y medio sabio gato Tomás.

Gato y gata, sin riñas, se tratan bien, es amor de verdad, gato y gata, amor por todas partes, pero hubo separación, un tiempo largo ajeno a su voluntad humana, la de ellos. Venganza, no pueden. A él le secuestran y Amapola se casa... Pobre "gato" al que ha olvidado su "gata" por creerle muerto.

-Menuda "gata".

Puede que fuera así por su pasado, que en estos párrafos dejo reflejado:

…¿Qué habremos hecho los humanos para desear seguir siendo vírgenes en esta sombra?, ¿qué habremos hecho los pobres humanos para odiar tanto?, ¿qué pasa aquí?, ¿qué será de esta pobre pecadora que ni siquiera es señora y que tan mal lo pasó?... ¿Te apiadarás de mí... eternamente?...

12 de febrero de 2007, hoy cumplía años papá, con casi 80 años si no hubiera encontrado el final de sus días en aquella avenida. Sus cenizas perdidas en un campo de La Kruntuyiá, con vistas al mar. Ya no habrá risa, esa ciudad es un cementerio de un muerto al que le gusta contemplar hermosos paisajes de día y de noche.

Hueso de santo, rico riquito y calorífico. Hueso de santito rico, riquito, hueso santificado de iglesia sagrada, de Catedral de Santiago, de santo total, me lo comí pero no soy buena, no pura del todo. Ya lo conté.

Un día más aquí, no siendo feliz, tener todo lo bueno por delante y sabiendo contra lo que lucho, no puedo disimular la gloria que se asoma, tengo todo en contra, pero dispongo de la voluntad. No puedo brindar flores al mar porque me matarían sus olas, no puedo llenarme de petunias ni de aves del paraíso, pues no he muerto. No lograré nunca la meta si no llego a “ser feliz” algún día.

Pasa que Dios, no quiere acabar con mi vida, pasa que Dios me quiere proteger pero pasa también que no creo lo suficiente en su protección con lo cual me siento vendida. Pasa que no tengo fe, que veo la muerte en todos los rostros que me rodean, pasa que el Creador, no sé si se apiadará de mí.

¿Sabes?, quiero irme lejos donde nadie pueda verme ni encontrarme, donde me sienta bien, campo adentro, donde una sonrisa sea un sueño y tú y yo estemos unidos para siempre.

Dormiré tranquila cuando venza, cuando ponga mi pierna sobre los escombros, dormiré tranquila cuando me cobije el amor, cuando ya no sea y siga sin embargo siendo, porque mi parte está con ellos, descansaré cuando alcance la luz del sol y el sol provoque mi sombra en un cristal, entonces dormiré en silencio.

Más claro el agua h2O, poco a poco convaleciéndose, tómate un respiro, un descanso, más claro el h2O, baile sin censura, lavar cabezas, hacer las cajas... para eso si que no tengo a nadie. Baila danzón la preocupada salsa, allí donde haya vida y donde la dicha se levanta, peluqueros a sueldo, dueños de sus negocios, ¿contentos?... bueno, creo que sí. Si no fuese por la crisis.

No confiar en ellos, no desear verlos ni amarlos, no acercarse, no dar pasos... ¿de qué valen?, vamos allá, repitamos: volar, desaparecer, engancharse a la vida, dar el paso, no estremecerse, no temblar, no sacarse los pantalones ante la vida que va en tu contra, sino levantar cabeza.

Hay semanas que no estoy muy bien, toso, cae el enemigo a mi lado engañándome para golpearme desde el suelo más no porque le haya vencido, semana don nadie donde soy doña Nadie, semanas vacías hasta el espíritu de la lucha diaria, de querer tener paz del alma y cuerpo hasta... ¿Pero de qué vale?, ¿de qué se va?. Harta a fondo ya no puedo más. No quiero la debilidad del cuerpo ni el miedo.

Poesías hacia atrás, cuesta ajax, abajo van, cuenta atrás, poesías para atrás, sin baile, sin caída, sin "gato" en la terraza, lejos... ya se sabe. Sin pedir perdón, poesías hacia atrás 1,2,3 no. 3,2,1 sí. Poesías, alma triste y vamos llegando a la meta, se cierra el agua del grifo, pero seguimos caminando.

Examen de sangre, gota a gota sacan, roja es y debe ser pura, no azul, eso es broma, examen de sangre, orina, oído, vista... y el resultado dirá si estamos bien o mal, ¿de qué vamos?, ¿a dónde?, ¿si moriré pronto?, si busco amor y si se encontrará.

Los del corazón alegre, que vinieron sonriendo a la vida, del amor disfrutaron en su día, melodías en sus almas escuché, se deshicieron las cosas malas del mundo y se mantiene a Dios, Creador. Son los de la vida alegre, los que disfrutan y a los que nunca nada ha faltado y así, fueron progresando, vida dichosa, mucha vida feliz, pero poca vida interior... ¿qué puede pasar entonces con ellos?.

Quiero el corazón alegre y dar brincos de mujer contenta y mantener mi talento en el corazón de huevo frito, inquieto, brincador, con lazos eternos y bulliciosamente. Quiero un latir duradero, bate que bate, tac tac tic tuc, que mi vida se acaba sin tu mirar.

¿Saber?... conocer que es, ¿cómo se hace?, ¿qué dirá Dios?, probar a fumar y beber... ¿será pecado?, mejor no hacerlo ni conocerlo, no probar más el anís el mono, está rico... No perder el alma que se tambalea ante todo lo nuevo, lo que puede ser arma de destrucción masiva.

Ice, precursor de efectos trágicos que envejece, prueba, Ice, ayayayyyyyy, bueno, Ice y a mí que me dejen seguir en paz, con la armonía y lo bello, sin el Crepúsculo o con el, pero lejos de Ice y cambiando el corazón de huevo por uno de manzana.

11:35 am de un nueve de febrero, un nuevo día en que me sacaron sangre, que comí huesitos de mazapán, tomé jugo de melocotón y café sin azúcar. Victoriosa llegada que espero sea también mi salida y la de todos mis días. 11:37 ya, dos minutos escribiendo tristes letras que no será históricas.

Ser pura, ser noblemente pura y abierta a la sociedad, amar, proteger, venerar, desear la pureza, no perder el honor o perderlo por mantenerlo. Nobles gatos hay y alguno encontraré, nobles amores que se deshacen y rehacen... gatos que dejaron de ser puros... y son felices ahora que todo lo probaron. Pero... ¿dónde estará la felicidad de otros?...

Producto de mi imaginación, Margarita Lukhia de Thiena di Francisco, de pocas virtudes pero con mucho nombre, señora de ojos tristes que van haciendo la ola, mirada apagada, labios que no besan, delgadez extrema, joyas, diamantes siempre constantes, esperanzas de sobrevivir, Señorita Luca de Tena de Francisco, Margarita, que no te dibujen los insensatos.

La radio escuché, no encontré el silencio, la radio escuché, su sonido me enamoró, soy yo, soy yo, yoyo, el sonido gusta, y yo, sigo escribiendo tonterías de las que me arrepentiré, música memorizando y deseando acabar ya con esta melancolía, otros la olvidarán y para ellos serán palabras pasajeras, verbo a verbo, angustia milagrosa y querer sobrevivir.

¿Cómo sería él?, ¿qué vicios tendría?, ¿qué drogas tomaría?... ¿Cuál el color de su pelo?, ¿qué ropa usaría?, ¿qué virtudes tendría y qué platos comería?, ¿con qué novias andaría?, ¿cuánto tabaco, cuánta droga?...

Irse del mundo, ¿a dónde?, donde no haya sombras ni lamentos, donde no locuras ni digan que soy culpable, vivir en paz donde nadie me vea, descansar y dormir por las noches, recuperar el bienestar.

Irse de Europa, volar, desaparecer, avión de papel, crucero de melancolía, en avioneta, globo, bicicleta, en todo y en la imaginación… también. Emprender un largo recorrido al paraíso, que no es donde estoy ahora. Lo han hecho todo de pena, mortal, guerra horrible, nefasto, de vergüenza pura, fatal, gravemente y sin piedad, desastroso. Dios, ayúdame a salir, a dar el paso y perderme en la luz, tu luz, tu amor, tu protección que no me falte nunca.

Gato verde y color mostaza, perico amarillo, bueno ya, gato de color verde en un rincón del mundo, que luce y aleja a los demonios. Gato maravillosamente del color del campo y de las verduras de la huerta… gato humano, con alma de santo y gran amigo. También hay gatos así en nuestro planeta Tierra.

Salí mal en el examen, creo que suspendí, pero por lo menos fui a clase y me esmeré bastante, acto de presencia en que estaba yo sola o con mi bicicleta, acto de presencia para concentrarme y aprender, pero he suspendido, el aprobado no ha sido y ahora tomaré champagne para celebrarlo, no todo puede acabar mal.

Lléname eternamente del azul de tu amor y la blanca esperanza. Tu cuerpo como la seda me baña, lléname de calor y de luces del alba que me asombrarán, sólo con eso, lléname sin más, ellos se fueron lejos, donde no puedo verlos, allá, uyuyuuuuy, alá lá, bueno, sígueme llenando, que me gustas y lo paso bien.

Deseando reír, peinando cabellos y viendo como otros se los tiñen de negro, oliendo la lágrima por la vejez y la cana, deseando sonreír como nadie lo hace, como una paloma cuando se levanta de su nido y va a desayunar, los días pasan y la risa tarda, maravillosa terapia que no me llegará. Ojos negros, morenita de Maracaibo, manos negras, pelo negro como el de aquella mulata que vive muriendo de pena, de amor que acaba y no hay, todo muy oscuro, irse a negro, pero con el alma blanca, como paloma santa mensajera de paz en la sombría noche de la primavera azul.

Estar en la entrada, esperar y saber que Lucy es la asesina número uno, la mayor, Betty la dos, pero tienen menos energía cuando pueden y quieren herirme pues soy inocente, 1, 2, 3, si todos lo son y lo practican, si que no hay remedio para mi vida, no progresaré jamás. Todos, toditos, todos.

Canto a mamá, que me ayudó a vivir en este mundo, sin ella no podría estar aquí, canto a mamá, que me hizo cumplir con el cometido, que me cobijó y me abrazó con dulces palabras, me dio de comer, vestir y me curaba las heridas como bien sabía, canto y canto y no me cansaré de cantar y no de espanto, vivan las madres buenas una eternidad, para los hijos que las quieren y agradecen su incondicional ayuda.

En otra vida anduve con velo sobre mi cara morena, cerca de las arenas de las dunas en el desierto. En otra vida cubrí mi rostro con seda, vestí de negro estando casada, me eligieron por esposa y tuve que silenciar mi rabia, tuve larga descendencia, vestía de largo e iba al campo, el aire me daba en la cara, el viento movía mi velo y todo iba al viento y en todo estaba Dios, único ser que me calmaba y que me hacía no sentir los vacíos de ese velo, de un blanco trozo de tela llevado por una dulce señorita, pobre, entregada, sola y sin poder de decisión.

Mis piernas sobre la mesa de descanso, señorial, parroquial. Calma y luz, clama el cristal no serlo para no romperse, la luz del día le ayudará, habrá descanso subiendo mis piernas, los días no dejarán de ser duros y las noches frías, no habrá dinero ni lotería que pueda ser ganada, pobre seré de corazón y dinero... no sé donde pararán mis huesos de papel que se empeñan que hacerme caer día tras día.

Yo soy la mujer amada, la que vive en sombras de la calle amarga, la que busca venganza si la engañan, la de andar firme que nadie comprende porque escribe ni como lo hace... de esa forma tan extraña. Ando con el calor del amor y de las amapolas, crecí predicando la armonía y la vida para mi es un dulce mal fabricado, nací en un mundo extraño donde hay muchas peleas, clases sociales, fracasos y éxitos, leed, leed y reíd, leed mucho.

Hojas de colores, variopintos sabores, bolsos sin dinero, discos de vinilo, casetes en el coche, el Renault Dacia Logan que pude comprarme... Oyen que a velocidad se acerca otro coche por la carretera, entre luces y sombras y no es un coche barato, viene lleno de trazos, lleno y vacío y trae la paz, la calma perpetua, debe ser bueno encontrárselo, no sentiré vergüenza de mis hierros con ruedas, es lo que tengo... Leeré aquella revista al amanecer mientras las luces se apagarán al anochecer y pediré a la vida tranquilidad cual la mejor virtud y el mejor resultado de un largo aprendizaje.

Pasaporte para viajar, irse al Sur, ¿o no?, no sé, pasaporte para nada, irse al Sur… me gusta el Sur, pasaporte, 31 de octubre de 2006, creo que algún día lejano viajaré, sí que sí, me trasladaré, si es que no muero antes o no me secuestran como si fuese un “gato malo”.

Amor, a pesar de la distancia

Confesión
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
domingo, 2 de octubre de 2016, 11:45 h (CET)
Luz lunar, estación, luz veraniega, sombras cantadas más no, luz corazón, mirada candente que mira y no se detiene. Candela pura, fortuna universal que se quemó, restarán sus huesos, su lamento, no verán la luz del sol, pero la lunar... Yo no lo sé, deseo verla, pero ya no sé. Luz lunar, sol y estrella y tu nombre hasta la tumba.

Espectáculo sin luz, acabándose mis ganas y me acojo a tus labios de cristal, como a un premio del verdadero estrellato me alimento, como la sombra de un río, como mar, como la luz en la penumbra tu mirar, observar y destacar que Dios nos quiere unidos y yo, también. Algo perderé, lo sé, Dios me sorprenderá gracias a Dios.

En mi cuerpo tus manos, estoy deseándolo, ya no puedo más, deseo tus manos sobre mí, reconstituyéndome de principio a fin, tuya y de nadie más, tal será mi entrega, porque además me gustas mucho. Tus manos probándome, y yo sintiendo todo eso, deseando que sea eterno, que dure una inmensidad, quiero ser probada toda, sólo por tus manos.

Se llamaba Jefecillo, Tomás el valiente, elefante sin mucha suerte, trotador, gato grande, pecado... Incomprendido también. Así era "gato", el gato de dos piernas y dos brazos y una boca que besaba duro, buenos labios tenía ese ser, trotador de mundos, Gigantón, se fijó en mí, se fijaba en todas...

Yo iba con un vestido de flores blancas, azules y rosadas ceñido al cuerpo, caminaba como una paloma que salió de su palomar, entonces "gato" me deseó.

"Gato" de mis amores, grande, deja a esta blanca paloma, permíteme seguir volando, no cortes mis alas, voy así de señorita, de constante y con mis carnes meneándome calle abajo para pasear y comprar, tú también lo haces, no me toques "gato", déjame vivir, relajarme, tranquilizarme, quiero seguir siendo paloma por ahora. Hay que dar sabor a la vida, sobretodo cuando no lo tiene, no quiero apresurarme en mi lamento, aún no me has tocado, déjame en libertad, de la mía. La noche pasada estuviste con otra gata, aún llora en su casa, ¿a dónde quieres llegar?...

Sal de mi paso. Ya me has visto y quiero seguir mi rumbo, acertado o no.

"Gato" respondió:

-Gatita no soy el de de ayer, hoy es hoy, bonita, elegante la noche nos une, ya podías salir con pantalón.

-Me gusta el vestido, le dije al "gatito". Saca tus ojos de mi figura, busca otra pareja.

-Gata, yo no busco, encuentro. Dios me las pone delante, es él el que manda.

-Si me tocas gritaré...

-Sí sólo tus ojos miré, no, yo no quiero tocarte, sólo quiero conquistarte, ¿podemos vernos otra vez?..

-Difícil es.

-¿Por qué?

-Porque mi amor he jurado a un joven que dice amarme con la fuerza de un volcán.

-Eso se arregla, amor mírame, ¿sientes algo por mí?...

-De entrada, ¿cómo?... si por momentos mis dudas tengo de si me abordarás de mala manera llevándome a un portal cualquiera para robarme un beso.

-Soy gato bueno, soy como el "Zorro", un justiciero. Bríndame tu amor.

-No mi Tomás, no puedo creerte.

-Quiero un besito.

- No.

-Una cita...

-Mañana en mi balcón hablamos, en la calle 345 donde están las rosas rojas, al amanecer, llámame por mi nombre, Amapola, y yo saldré. Se dijeron adiós, pero él le tocó la mejilla y le dijo:

-Serás para mí, Amapola, encantadora Amapola, no dejaré que jamás te encuentres… sola.

Camino de casa la gata cortó dos rosas, una para el pelo y la otra para el pecho... Una amapola tan guapa sería una mujer de ensueño, nadie podría resistirse a sus encantos, pero sus rosas tenían espinas para defenderse de delincuentes y hombres malos.

Renació tímido, el amanecer, todo prometía y "gato" llegó y la vio, en camisón, con su bata y sus dos rosas...

Tenía un ramo de margaritas en su mano, era sincero, generoso, estaba cumpliendo y pidió su mano, quería un abrazo antes de la boda, pero ella no quiso, daría un brinco y se escaparía muy lejos si se le acercaba, pero "gato" subió y la besó y el mundo entero se estremeció a sus pies. Aún algo más raro pasó después, no volvió a verle, se fue y no se vieron más. Se fue con lo más sagrado que guardaba esa chica.

La "gata" conoció sin desearlo el amor y tuvo “una pequeña amapola”, pasaron seis años y seguía con su niña y una nueva compañía, un hombre que también quería casarse con ella.

"Gato" se fue de contrabando, pistola en mano, rifle, cañón, se lo llevaron... Al fin desiste y casa con Pablo y tiene otro hijo... ella ya no quiere más.

Vida monótona, se acercaba al balcón pero no veía trepar a su "gato", sino unos gatitos pequeños que nacieran entre los matorrales, lindos que eran, les alimentaba en la mañana y en la noche, también les daba las medicinas necesarias, les recordaban a su “gato”. Ahora pensaba en que estaba casada y no… con Tomás...

Milagros, la pequeña amapola, era una chica hermosa, elegante, bien formada, ambiciosa, sabía hablar, pensaba acertadamente, quería conocer a su padre "gato" y no quería a Pablo.

Pasados 15 años "gato" volvió en su caballo blanco, estaba más guapo aún, había estado muy lejos, su vida fue el contrabando lo golpearon y secuestraron para la misión, era una vida que no deseaba. Se vieron y se besaron… se explicaron todo lo que les pasara en sus años separados, tenía que volver a marchar, le perseguían.

-Misericordia para pedirle a Dios, que me saque pronto de aquí, que me libere de estas cadenas, que se apiade de mi corazón. Pedirle paz y amor. Libertad también, salir de esta cueva ya, me persiguen, me atacan, me quieren dar fin, pero Dios, que no sea. Brindo por la "libertad", "la paz" y "el amor". Le dijo “gato”

Amapola y Tomás, valiente caballero que quería ser señor, no le han dejado, robo por medio y vagabundeando fue haciéndose el malo... ¿qué pasará ahora?... ¿Vivirían en pecado?, pensó en matar a Pablo, pistola en mano, pero no pudo, el divorcio estaba mal visto, ella ya se casara siendo madre, Pablo quiso a una mujer manchada y ella le estaba agradecida, pero no estaba enamorada, ¿quién iba a pensar que "gato" volvería?..

"Gato" conoció a Pablito, tenía los ojos de Pablo grande, que pena que hubiese nacido, un día "gato" dijo a su "gata": mejor dejarlo para siempre... no hay futuro y la besó. Quiero formar un hogar, Milagros se olvidará de "gato".

¿Qué final espera a esta historia que ahora hace su más triste confesión?, abierto, pues no, tiene un final bien definido.

Pablo encontró la muerte al caer de su burra Petra, todos le lloraron pues era un santo caballero, amable, buen padre, encantador.

Amapola y Tomás el "gato" se miraron a los ojos diez días después del entierro, ella amorosa, él ¿quién sabe como estaba él?, después de todo tenía su corazoncito, el muerto aún estaba fresco en la tumba… pero pasados seis meses tenían pensado juntarse y casarse. Pablo en el cielo lo comprendería, ni se enterará. Él partió, pero los que quedan vivos deben mirar por ellos, por su felicidad. Se separaron por causas ajenas, graves, no a voluntad, tenían una hija en común y pasión, mucha pasión. ¡Al diablo con Pablo que igual está en el infierno!, exclamaron.

La boda fue íntima, congeniaban bien y eran una familia feliz, esta es la historia de Amapola y el "gato" Tomás, y como no hay dos sin tres hubo otro retoño al que llamaron "Libertad".

Amapola y Milagros, madre e hija, madre soltera Amapola, Milagros, huérfana de padre, porque él se fue un día… Suerte necesitan, y modernismo para luchar y para que no las destruyan.

Gato Tomás, personaje de cuento, salvaje cual bestia de la selva, Pedro Chamiekú su tío y amigo. Gato Tomás quiso a Amapola que no quiso quedarse sola cuando él marchó. Tuvo un milagro llamada Milagros, que les unió una vez más, una segunda oportunidad para ese valiente y medio sabio gato Tomás.

Gato y gata, sin riñas, se tratan bien, es amor de verdad, gato y gata, amor por todas partes, pero hubo separación, un tiempo largo ajeno a su voluntad humana, la de ellos. Venganza, no pueden. A él le secuestran y Amapola se casa... Pobre "gato" al que ha olvidado su "gata" por creerle muerto.

-Menuda "gata".

Puede que fuera así por su pasado, que en estos párrafos dejo reflejado:

…¿Qué habremos hecho los humanos para desear seguir siendo vírgenes en esta sombra?, ¿qué habremos hecho los pobres humanos para odiar tanto?, ¿qué pasa aquí?, ¿qué será de esta pobre pecadora que ni siquiera es señora y que tan mal lo pasó?... ¿Te apiadarás de mí... eternamente?...

12 de febrero de 2007, hoy cumplía años papá, con casi 80 años si no hubiera encontrado el final de sus días en aquella avenida. Sus cenizas perdidas en un campo de La Kruntuyiá, con vistas al mar. Ya no habrá risa, esa ciudad es un cementerio de un muerto al que le gusta contemplar hermosos paisajes de día y de noche.

Hueso de santo, rico riquito y calorífico. Hueso de santito rico, riquito, hueso santificado de iglesia sagrada, de Catedral de Santiago, de santo total, me lo comí pero no soy buena, no pura del todo. Ya lo conté.

Un día más aquí, no siendo feliz, tener todo lo bueno por delante y sabiendo contra lo que lucho, no puedo disimular la gloria que se asoma, tengo todo en contra, pero dispongo de la voluntad. No puedo brindar flores al mar porque me matarían sus olas, no puedo llenarme de petunias ni de aves del paraíso, pues no he muerto. No lograré nunca la meta si no llego a “ser feliz” algún día.

Pasa que Dios, no quiere acabar con mi vida, pasa que Dios me quiere proteger pero pasa también que no creo lo suficiente en su protección con lo cual me siento vendida. Pasa que no tengo fe, que veo la muerte en todos los rostros que me rodean, pasa que el Creador, no sé si se apiadará de mí.

¿Sabes?, quiero irme lejos donde nadie pueda verme ni encontrarme, donde me sienta bien, campo adentro, donde una sonrisa sea un sueño y tú y yo estemos unidos para siempre.

Dormiré tranquila cuando venza, cuando ponga mi pierna sobre los escombros, dormiré tranquila cuando me cobije el amor, cuando ya no sea y siga sin embargo siendo, porque mi parte está con ellos, descansaré cuando alcance la luz del sol y el sol provoque mi sombra en un cristal, entonces dormiré en silencio.

Más claro el agua h2O, poco a poco convaleciéndose, tómate un respiro, un descanso, más claro el h2O, baile sin censura, lavar cabezas, hacer las cajas... para eso si que no tengo a nadie. Baila danzón la preocupada salsa, allí donde haya vida y donde la dicha se levanta, peluqueros a sueldo, dueños de sus negocios, ¿contentos?... bueno, creo que sí. Si no fuese por la crisis.

No confiar en ellos, no desear verlos ni amarlos, no acercarse, no dar pasos... ¿de qué valen?, vamos allá, repitamos: volar, desaparecer, engancharse a la vida, dar el paso, no estremecerse, no temblar, no sacarse los pantalones ante la vida que va en tu contra, sino levantar cabeza.

Hay semanas que no estoy muy bien, toso, cae el enemigo a mi lado engañándome para golpearme desde el suelo más no porque le haya vencido, semana don nadie donde soy doña Nadie, semanas vacías hasta el espíritu de la lucha diaria, de querer tener paz del alma y cuerpo hasta... ¿Pero de qué vale?, ¿de qué se va?. Harta a fondo ya no puedo más. No quiero la debilidad del cuerpo ni el miedo.

Poesías hacia atrás, cuesta ajax, abajo van, cuenta atrás, poesías para atrás, sin baile, sin caída, sin "gato" en la terraza, lejos... ya se sabe. Sin pedir perdón, poesías hacia atrás 1,2,3 no. 3,2,1 sí. Poesías, alma triste y vamos llegando a la meta, se cierra el agua del grifo, pero seguimos caminando.

Examen de sangre, gota a gota sacan, roja es y debe ser pura, no azul, eso es broma, examen de sangre, orina, oído, vista... y el resultado dirá si estamos bien o mal, ¿de qué vamos?, ¿a dónde?, ¿si moriré pronto?, si busco amor y si se encontrará.

Los del corazón alegre, que vinieron sonriendo a la vida, del amor disfrutaron en su día, melodías en sus almas escuché, se deshicieron las cosas malas del mundo y se mantiene a Dios, Creador. Son los de la vida alegre, los que disfrutan y a los que nunca nada ha faltado y así, fueron progresando, vida dichosa, mucha vida feliz, pero poca vida interior... ¿qué puede pasar entonces con ellos?.

Quiero el corazón alegre y dar brincos de mujer contenta y mantener mi talento en el corazón de huevo frito, inquieto, brincador, con lazos eternos y bulliciosamente. Quiero un latir duradero, bate que bate, tac tac tic tuc, que mi vida se acaba sin tu mirar.

¿Saber?... conocer que es, ¿cómo se hace?, ¿qué dirá Dios?, probar a fumar y beber... ¿será pecado?, mejor no hacerlo ni conocerlo, no probar más el anís el mono, está rico... No perder el alma que se tambalea ante todo lo nuevo, lo que puede ser arma de destrucción masiva.

Ice, precursor de efectos trágicos que envejece, prueba, Ice, ayayayyyyyy, bueno, Ice y a mí que me dejen seguir en paz, con la armonía y lo bello, sin el Crepúsculo o con el, pero lejos de Ice y cambiando el corazón de huevo por uno de manzana.

11:35 am de un nueve de febrero, un nuevo día en que me sacaron sangre, que comí huesitos de mazapán, tomé jugo de melocotón y café sin azúcar. Victoriosa llegada que espero sea también mi salida y la de todos mis días. 11:37 ya, dos minutos escribiendo tristes letras que no será históricas.

Ser pura, ser noblemente pura y abierta a la sociedad, amar, proteger, venerar, desear la pureza, no perder el honor o perderlo por mantenerlo. Nobles gatos hay y alguno encontraré, nobles amores que se deshacen y rehacen... gatos que dejaron de ser puros... y son felices ahora que todo lo probaron. Pero... ¿dónde estará la felicidad de otros?...

Producto de mi imaginación, Margarita Lukhia de Thiena di Francisco, de pocas virtudes pero con mucho nombre, señora de ojos tristes que van haciendo la ola, mirada apagada, labios que no besan, delgadez extrema, joyas, diamantes siempre constantes, esperanzas de sobrevivir, Señorita Luca de Tena de Francisco, Margarita, que no te dibujen los insensatos.

La radio escuché, no encontré el silencio, la radio escuché, su sonido me enamoró, soy yo, soy yo, yoyo, el sonido gusta, y yo, sigo escribiendo tonterías de las que me arrepentiré, música memorizando y deseando acabar ya con esta melancolía, otros la olvidarán y para ellos serán palabras pasajeras, verbo a verbo, angustia milagrosa y querer sobrevivir.

¿Cómo sería él?, ¿qué vicios tendría?, ¿qué drogas tomaría?... ¿Cuál el color de su pelo?, ¿qué ropa usaría?, ¿qué virtudes tendría y qué platos comería?, ¿con qué novias andaría?, ¿cuánto tabaco, cuánta droga?...

Irse del mundo, ¿a dónde?, donde no haya sombras ni lamentos, donde no locuras ni digan que soy culpable, vivir en paz donde nadie me vea, descansar y dormir por las noches, recuperar el bienestar.

Irse de Europa, volar, desaparecer, avión de papel, crucero de melancolía, en avioneta, globo, bicicleta, en todo y en la imaginación… también. Emprender un largo recorrido al paraíso, que no es donde estoy ahora. Lo han hecho todo de pena, mortal, guerra horrible, nefasto, de vergüenza pura, fatal, gravemente y sin piedad, desastroso. Dios, ayúdame a salir, a dar el paso y perderme en la luz, tu luz, tu amor, tu protección que no me falte nunca.

Gato verde y color mostaza, perico amarillo, bueno ya, gato de color verde en un rincón del mundo, que luce y aleja a los demonios. Gato maravillosamente del color del campo y de las verduras de la huerta… gato humano, con alma de santo y gran amigo. También hay gatos así en nuestro planeta Tierra.

Salí mal en el examen, creo que suspendí, pero por lo menos fui a clase y me esmeré bastante, acto de presencia en que estaba yo sola o con mi bicicleta, acto de presencia para concentrarme y aprender, pero he suspendido, el aprobado no ha sido y ahora tomaré champagne para celebrarlo, no todo puede acabar mal.

Lléname eternamente del azul de tu amor y la blanca esperanza. Tu cuerpo como la seda me baña, lléname de calor y de luces del alba que me asombrarán, sólo con eso, lléname sin más, ellos se fueron lejos, donde no puedo verlos, allá, uyuyuuuuy, alá lá, bueno, sígueme llenando, que me gustas y lo paso bien.

Deseando reír, peinando cabellos y viendo como otros se los tiñen de negro, oliendo la lágrima por la vejez y la cana, deseando sonreír como nadie lo hace, como una paloma cuando se levanta de su nido y va a desayunar, los días pasan y la risa tarda, maravillosa terapia que no me llegará. Ojos negros, morenita de Maracaibo, manos negras, pelo negro como el de aquella mulata que vive muriendo de pena, de amor que acaba y no hay, todo muy oscuro, irse a negro, pero con el alma blanca, como paloma santa mensajera de paz en la sombría noche de la primavera azul.

Estar en la entrada, esperar y saber que Lucy es la asesina número uno, la mayor, Betty la dos, pero tienen menos energía cuando pueden y quieren herirme pues soy inocente, 1, 2, 3, si todos lo son y lo practican, si que no hay remedio para mi vida, no progresaré jamás. Todos, toditos, todos.

Canto a mamá, que me ayudó a vivir en este mundo, sin ella no podría estar aquí, canto a mamá, que me hizo cumplir con el cometido, que me cobijó y me abrazó con dulces palabras, me dio de comer, vestir y me curaba las heridas como bien sabía, canto y canto y no me cansaré de cantar y no de espanto, vivan las madres buenas una eternidad, para los hijos que las quieren y agradecen su incondicional ayuda.

En otra vida anduve con velo sobre mi cara morena, cerca de las arenas de las dunas en el desierto. En otra vida cubrí mi rostro con seda, vestí de negro estando casada, me eligieron por esposa y tuve que silenciar mi rabia, tuve larga descendencia, vestía de largo e iba al campo, el aire me daba en la cara, el viento movía mi velo y todo iba al viento y en todo estaba Dios, único ser que me calmaba y que me hacía no sentir los vacíos de ese velo, de un blanco trozo de tela llevado por una dulce señorita, pobre, entregada, sola y sin poder de decisión.

Mis piernas sobre la mesa de descanso, señorial, parroquial. Calma y luz, clama el cristal no serlo para no romperse, la luz del día le ayudará, habrá descanso subiendo mis piernas, los días no dejarán de ser duros y las noches frías, no habrá dinero ni lotería que pueda ser ganada, pobre seré de corazón y dinero... no sé donde pararán mis huesos de papel que se empeñan que hacerme caer día tras día.

Yo soy la mujer amada, la que vive en sombras de la calle amarga, la que busca venganza si la engañan, la de andar firme que nadie comprende porque escribe ni como lo hace... de esa forma tan extraña. Ando con el calor del amor y de las amapolas, crecí predicando la armonía y la vida para mi es un dulce mal fabricado, nací en un mundo extraño donde hay muchas peleas, clases sociales, fracasos y éxitos, leed, leed y reíd, leed mucho.

Hojas de colores, variopintos sabores, bolsos sin dinero, discos de vinilo, casetes en el coche, el Renault Dacia Logan que pude comprarme... Oyen que a velocidad se acerca otro coche por la carretera, entre luces y sombras y no es un coche barato, viene lleno de trazos, lleno y vacío y trae la paz, la calma perpetua, debe ser bueno encontrárselo, no sentiré vergüenza de mis hierros con ruedas, es lo que tengo... Leeré aquella revista al amanecer mientras las luces se apagarán al anochecer y pediré a la vida tranquilidad cual la mejor virtud y el mejor resultado de un largo aprendizaje.

Pasaporte para viajar, irse al Sur, ¿o no?, no sé, pasaporte para nada, irse al Sur… me gusta el Sur, pasaporte, 31 de octubre de 2006, creo que algún día lejano viajaré, sí que sí, me trasladaré, si es que no muero antes o no me secuestran como si fuese un “gato malo”.

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