Las críticas entre los candidatos a la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton y el republicano
Donald Trump, han sido los protagonistas durante el inicio del primer debate presidencial de
cara a los comicios, programados para el próximo 8 de noviembre.
Clinton y Trump, interrumpiéndose de
forma reiterada, se han vertido críticas en
diferentes aspectos económicos y
diplomáticos, poco después del inicio del
debate, marcado con un apretón de manos
y una sonrisa.
En uno de los intercambios más acalorados,
ambos se han acusado mutuamente por la
polémica que Trump alimentó durante
años sobre si el presidente Barack Obama
había nacido en Estados Unidos.
En este contexto, Clinton ha acusado a
Trump de comenzar su actividad política
basándose en la "mentira racista" de que
Obama --nacido en Hawái-- no era estadounidense. "No había absolutamente ninguna
prueba de ello, pero persistía año tras año", ha lamentado la demócrata.
Hacia el ⌀⌅nal del debate, Trump ha acusado a Clinton de no tener la "resistencia" necesaria
para ser presidenta.
Sin embargo, Clinton ha respondido explicando que sólo cuando Trump "viaje a 112 países,
negocie un acuerdo de paz, un alto el fuego, la liberación de disidentes" o pase "once horas
testi⌀⌅cando frente a una comisión del Congreso" podrá hablarle sobre resistencia, en
referencia a su trabajo mientras estuvo al frente de la Secretaría de Estado.