La muerte de Ada, en Ibiza, suma otro crimen de violencia doméstica inadmisible, a la vez que irracional. La Asociación de Padres de Familia Separados de las Islas Baleares, que presido, se adhiere al rechazo contra una muerte inútil e innecesaria, un dolor cuyas condolencias no servirán de consuelo a la familia de la víctima por su pérdida.
El crimen es terrible pero, en nuestra opinión, el tratamiento del hecho como asesinato machista es del todo incorrecto. Para que esto pueda darse debe haber una situación de supremacía del varón sobre la mujer con la cual mantiene una relación afectiva o de convivencia, según la ley de violencia de género de 2004. En ese sentido, el Tribunal Supremo ha advertido a los Juzgados de violencia contra la mujer que no hay que aplicar la mencionada ley si no se acredita la existencia de machismo definido en la misma norma como “reiterada situación de desigualdad o de dominio del varón sobre la mujer“, algo que en el caso de Ada no ha existido.
Si bien algunos vecinos habían visto a la pareja discutiendo en la calle, el Institut Balear de la Dona confirmaba que Ada no acudió a esta entidad ni tampoco constan denuncias previas en la Policía por violencia de género, lo cual confirma la inexistencia de una causa machista del crimen. Los medios, la sociedad y sobre todo las feministas radicales deberían ver la realidad y afrontarla adecuadamente: Es un crimen pasional y un suicidio ampliado