Es posible que alguna vez hayas sentido estrés y ansiedad, y hayas sido testigo de cómo tu vida a empezado a funcionar demasiado rápido, a un ritmo al cual no disfrutabas. Hoy me gustaría hablarte sobre algunas formas de desestresarse que te pueden ayudar a volver a tu sitio…

Soy un especialista en esto de los ritmos, de acelerarme, de hecho me tengo que detener muy a menudo o no dormiría en 3 años con todas las cosas que quiero hacer. Pero eso ya te lo cuento otro día. Hoy quería darte algunos consejos que he aprendido de la experiencia, no porque los haya leído por ahí, sino porque me los aplico estrictamente siempre que me paso de vueltas.

Muchos profesionales lo pasan realmente mal cuando empiezan a perder el control de lo que hacen y a sentirse cerca del síndrome de agotamiento profesional, necesitando en la medida de lo posible de algunas recetas que les ayuden a salir de ahí.

Formas de desestresarse
1. Dormir más y mejor
La persona que está estresada suele dormir mal. Ni duerme las horas suficientes, ni lo hace con la calidad necesaria. Es obvio que cuando el cuerpo no descansa lo suficiente (indican los estudios que de media entre 7 y 8 horas) no tiene tiempo de hacer un reset interno, tanto muscular como neuronal, y por lo tanto empezarás el día con estrés y preocupaciones del día anterior.

Vamos encadenando la ansiedad y el cansancio de lunes a domingo porque no somos capaces de respetar nuestras horas de sueño

Aquí sólo te daré un consejo: tómatelo en serio o morirás más pronto. Está demostrado.

Márcate unas horas de sueño fijas (entre 7 y 8)
Respeta la hora de irte a la cama. En mi caso a las 22:30 suelo irme a la cama. De esta forma me puedo despertar a las 6:00.

2. Organizarse para tener el control
El estrés en el fondo es una sensación de pérdida de control, y por eso se genera una ansiedad considerable, no sabemos lo que va a pasar. A las personas que no se estresan nunca les da igual lo que vaya a pasar, por eso no se estresan.

Organizarse, mirar la agenda más a menudo, poner cada tarea en su lugar y cada cosa en su sitio puede funcionar para que recuperemos la falta de control. Sin embargo, debes tener cuidado de que esto no se convierta en una huida hacia adelante, ya que la persona estresada quiere “tenerlo todo bajo control”, y si lo hiciera seguramente no tendría tiempo ni para dormir.

Es decir, tienes que asumir una parte de descontrol como algo normal de tu vida.

Hoy podría haber dormido 5 horas en lugar de 7. Me habría organizado mejor todo lo que tengo por hacer, pero seguramente estaría haciendo una peligrosa huida hacia adelante que suele tener malos resultados.

3. Hacer ejercicio
Está demostrado que moverte más te hace soltar tensiones, desconectar de lo habitual y generar endorfinas. No hace falta que practiques ningún deporte en concreto, tan sólo con que establezcas cierta rutina caminando, o cualquier tabla de ejercicios te puede ayudar a desestresarte.

4. Salir a la naturaleza
Esto es mano de santo. Cuando salimos a la naturaleza a respirar aire puro y conectar con los sonidos y sensaciones del campo, volvemos a conectar con quienes somos y con esa sensación positiva de relajación que todos necesitamos.

Sino puedes hacerlo entre semana, tómate una mañana o tarde del fin de semana para desconectar en plena naturaleza, caminar y pasear, o hacer deporte. Es lo que hice yo ayer Lunes por la mañana. A las 13:10 estaba de vuelta en Valencia, después de haber disfrutado de una ruta en bici de montaña genial y de unos enclaves que como puedes ver son muy chulos.

5. Cortar por lo sano con algunas cosas
Ya sabes de mi costumbre de eliminar todo aquello que molesta o sobra en tu vida. A veces llenamos nuestras vidas de vampiros de energía, tareas inútiles o situaciones que no nos aportan nada. Con el tiempo he descubierto (me ha llevado 38 años descubrirlo), que si algo no te gusta lo cambies.

Si te has equivocado de película cambia de canal.
Si el libro que has comprado no te gusta tíralo a la basura.
Si la reunión no sirve para nada no vayas.
Si esa persona te chupa la energía, aléjate.
Si lo que vas a hacer no es lo mejor que podrías hacer ahora, no lo hagas.
Tienes que declararte un poco más “egoista” y sentirte incluso orgulloso de ello. El día que lo puedas reconocer en voz alta “también soy egoista” todo te irá mejor.

Esa es la filosofía, eliminar lo que sobra. En fin aquí puedes leer más.

6. Tomarse un café contigo mismo
Cuando no puedas más y el estrés te quiera tirar por tierra, haz una pausa. Tómate un café, elige la mejor cafetería del lugar, un Starbucks con sillones es ideal para desestresarse. Pídete un Latte de esos de taza grande y pasa entre 1 y 3 horas allí sentado.

Prohibido mirar tu teléfono móvil mientras tanto (porque te pondrás peor), hemos convertido a nuestro teléfono móvil en ese lugar al que acudimos cuando no queremos sentir, y la persona estresada más allá de esconder sus sensaciones tiene que tomar contacto con ellas, saber que está pasándose de rosca y así poder volver a su lugar original.

7. Regalarte un masaje
Y si ya quieres ser un/a pro de esto de quitarse el estrés de encima, regálate un masaje. Aunque lo hagas una vez cada tres meses será muy beneficioso para que puedas volver a sentirte, a conectar contigo. Aquí puedes leer más sobre mi propia experiencia recibiendo masajes.

Muchas personas lo consideran una pérdida de tiempo, o de dinero. Yo creo que es la mejor inversión que uno puede realizar, en tiempo y en dinero. Normalmente cuando nos estresamos cortamos el vínculo mente-cuerpo, es decir que empezamos a darle mucha importancia a la mente y nada al cuerpo. Y de ahí vienen las enfermedades derivadas del estrés, de personas que se habían olvidado que el cuerpo servía para algo más que para llevar a su cabeza de un sitio a otro.

Que tengas un gran día.