Aplausos, silencios,
triunfos y alguna derrota sobre mis espaldas,
un gran silencio corta la atmósfera del talento...

Aplausos, silencios,
el triunfo vuela lentamente por el aire y cien mil ojos observan la magia del karma,
agotado por querer ser aquel que es el mejor mago que acaricia el alma y que besa y abraza a estos corazones dormidos.

Aplausos, silencios,
la derrota del nuevo viejo amo del contento ajeno,
el lleno es hoy el vacío de aquel mañana, estos dos ojos ya se cierran de cansancio viejo.

Mil lágrimas se derraman hoy por aquellas retinas del nuevo perdedor...

Aplausos, silencios,
mil manos se acarician con fuerza y ternura,
diez minutos de triunfos y risas antes muertas en su olvido.

Lentamente cae el telón,
el genio se retira a reposar su cuerpo en un somier de falso hierro,
aplausos, silencios...

Esta noche ha descansado para siempre este amo,
se retira contento a su temido luto,
por sus miles y miles de aplausos y unas risas compartidas.

Aplausos, silencios,
el genio está en el recuerdo de este triste ambiente,
se cierra el telón...

Cien mil aplausos en su memoria viva tan solo por unos pocos minutos,
se vuelve a cerrar el telón, mi telón, para siempre...
aplausos, silencios.