Sobra decir que la NBA es la liga de baloncesto más importante del mundo y concentra a los jugadores más destacados del panorama internacional. Las apuestas NBA mueven millones de dólares en contratos, publicidad, derechos de imagen, etcétera. La hacen también un importante negocio donde el espectáculo y el mejor deporte está servido para aficionados y futuros jugadores que se ven reflejados en su ídolos. Pero no todo son luces, hay que pelar muy duro para ser una estrella, para ser el mejor jugador.

Jimmy Butler es un jugador que sorprende, una estrella en alza que capaz de reinventarse en cada juego y mostrar una progresión excepcional desde sus primeros en la NBA. A sus 26 está camino de vivir su mayor oportunidad al liderar a unos Chigago Bulls dispuestos a volver a lo más alto de la Conferencia Este.

En una reciente entrevista realizada por Colin Cowherd en ‘The Herd’, Butler respondió a muchas de las dudas en relación a cómo funcionaba el Team USA. En sus declaraciones deja claro la intensidad con la que está entrenando para alcanzar su meta fijada para la presente temporada. Ganar.

“Tengo muchas otras metas a las que quiero llegar. Mi gran objetivo, es que realmente quiero ganar un campeonato de la NBA. Esa es la prioridad número 1 para mí”.

Quien amplió detalles, certificando " sus duras vacaciones" fue Chris Johnson, entrenador personal de la NBA que se encarga del desarrollo y la evolución de los jugadores, quien estuvo ayudando este verano a Butler a entrenar, y sus declaraciones al respecto no tienen desperdicio:

“Me despierto a las 5 de la mañana. Normalmente, mi primer entrenamiento es con Jimmy Butler. Jimmy se levanta a las 5 y media de la mañana. Se toma su batido, su almuerzo, y para las 7 de la mañana estamos en la pista. Para ese entonces, ya tenemos todo el día preparado. Dos entrenamientos en la pista, y (entre uno y otro) trabaja en su fuerza y condición, recibe tratamiento, y preparamos el calendario para la semana.

Me miró como si estuviera loco, pero él se presentó (al entrenamiento) todos los días. Vivíamos en el gimnasio. Tres veces al día, a veces cuatro. Cuantas veces hiciera falta. Ni siquiera se ponía enfermo. Muchos jugadores llaman a sus entrenadores y les dicen: ‘Eh tío, no me encuentro demasiado bien, creo que tengo gripe. ¿Podemos entrenar mañana en lugar de hoy?’ Jimmy no se saltó un solo día.

Sí, con Jimmy, podíamos literalmente pelearnos si me enteraba de que estaba en una cancha de baloncesto. Y él lo sabe. Se escaqueaba y se ponía a practicar tiros. Le pillé este verano jugando uno contra uno con Jaylen Brown, y le dije: ‘¡Jimmy! Se supone que deberías estar entrenando’, y él me contestó: ‘Oh, bueno me sentaré por aquí'”. Horas y horas de duro entrenamiento y disciplina, un jugador comprometido con su equipo y unos Chigago Bulls dispuestos a hacernos saltar de nuestros asientos esta temporada. No todo fueron días de vino y rosas ¿Logrará Butler su objetivo para este año?