Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Coaching | Un lugar llamado desarrollo
Alegra esa cara y regala tu sonrisa al mundo

El tren no ha pasado todavía

|

Todos tenemos deseos y anhelos que todavía no se han hecho realidad, pero quizás con los años hayas aprendido esa vieja costumbre de pensar que tu oportunidad ya ha pasado. Hoy me gustaría decirte algo: El tren no ha pasado todavía…

Buenos días! Antes de empezar con el artículo de hoy, tan sólo decirte que he empezado una nueva forma de comunicación contigo, hasta ahora ya conocías este blog, las redes sociales y mi canal de Youtube con videos sobre los temas que suelo hablar por aquí. Esos videos los publicamos Martes y Jueves, lleva siendo así desde Marzo.

Pues bien, ahora he lanzado una nueva forma más fresca de comunicarme contigo, se trata de videos más rápidos, al momento, sin montaje y cortes, me pille dónde me pille. Me apetecía hacerlo y espero seguir comunicándome así con vosotros.

De esta forma, además de los videos de cada Martes y Jueves, cada cierto tiempo (no puedo precisar cada cuanto ya que depende de muchos factores) en el canal (clica aquí y suscríbete) encontrarás algún video como este, que grabé el viernes pasado antes de entrar a trabajar a una empresa a las 7:30am con mis primeras reflexiones del día.

Las mejores oportunidades están por venir
El ser humano tiene virtudes extraordinarias, y también algunas veces entramos en modos de funcionamiento que no nos ayudan demasiado a alcanzar la plenitud. Cada vez que pensamos que alguna oportunidad ya no es para nosotros nos estamos haciendo más pequeños, tu corazón se encoje y te quedas tumbado/a en el sofá.

Algunas personas me dicen:
“César, yo ya soy demasiado mayor para…”.
“Es que tengo dos hijos”
“Cuando tenía 30 años todavía me veía capaz, pero ahora…”
“Eso es para otros, yo ya no valgo…”
No dudo que haya cosas que, con la edad, obligaciones, familia o lo que sea, uno no quiera abordarlas.

Por ejemplo, yo sé que ciertos deportes al nivel que los practicaba no los volveré a practicar 20 años después. Hacer un descenso por un cortafuegos con la bici, lo hacía cuando tenía 18, pero ahora tiro de freno mucho más a menudo y ruedo por pistas forestales, mi salud vale más que la posible adrenalina de un momento. Elijo no hacerlo.

Pero una cosa es elegir y otra cosa muy distinta es resignarse.

Cuando elijes no hacer algo entonces tú tienes el poder, cuando te resignas entonces te quedas sin ningún tipo de fuerza.

Muchas personas se resignan a no vivir vidas mejores, sintiéndose víctimas de algo: Del sistema, de la edad, del matrimonio, de sus responsabilidades familiares…

En realidad lo único de lo que son víctimas es de sí mismos. Entonces es cuando decimos “yo no valgo”, “eso no es para mi”, “ya soy muy mayor…”…

Cuando dejé mi trabajo en el 2006 para irme a vivir y estudiar a una universidad de Londres yo era un joven con 28 años sin obligaciones familiares. Muchos decían “Claro, tú puedes hacerlo, no tienes hijos”. El Director Financiero de mi empresa lo hizo dos años más tarde, estaba (y está) felizmente casado, con dos hijos como dos soles. Dejó la empresa y se fue a vivir a la misma casa que yo, mismo barrio, Highbury & Islington. A aprender lo que siempre había soñado: hablar inglés como Dios manda.

Pudo pensar “mi tren ya ha pasado” y sin embargo pensó “mi tren todavía está por llegar”. Se armó de valor y movió cielo y tierra para conseguirlo.

Te invito a que también pienses tú de esta forma, tu tren todavía está por llegar.

Quizás pienses que no es así, seguramente lo sientas incluso por todo tu cuerpo, una sensación de desgana e incertidumbre recorriendo tus extremidades. Pero quiero que sepas que estás muy equivocado.

Acepta la realidad o cambialá, pero no te quedes parado en modo víctima.

Me gusta pensar que casi todo lo que me ocurre lo he elegido consciente o inconscientemente yo. Quizás sea una forma demasiado “prepotente” de andar por la vida, pero al menos no me siento víctima, de nada.

Las cosas salen bien o salen mal, pero no es porque el universo confabule contra mi o a favor mío, es porque me lo estoy currando o todo lo contrario.

Si un proyecto sale es porque soy un crack, si no sale es porque no supe conquistar al cliente.

Si la cosa va bien es porque me lo estoy currando con una pasión titánica, si no va bien es porque me he relajado más de la cuenta.

Y así sucesivamente…

La cuestión es que creo que la mayor parte de trenes de tu vida están todavía por pasar, y también de la mia. Y te diré algo, me subiré a muchos.

El tren de la vida nunca pasa en realidad. Vivir es algo así como un bucle de experiencias que puedes ir aprovechando y viviendo. La cuestión es que no conviene que te esperes al final, pero no te resignes nunca.

Si por alguna de aquellas:

…tienes familia numerosa y todavía no has hecho ese año sabático que te prometiste alguna vez.

…tienes una hipoteca demasiado grande y todavía no has emprendido la empresa que siempre habías soñado.

…tienes 65 años y todavía no has encontrado al amor de tu vida.

Hay quien atribuye al universo unas funciones que bajo mi punto de vista se le quedan grandes. Muchos dicen “estaba escrito”, “el universo ha confabulado para que…”. Podríamos atribuirlas también a cualquier Dios, o a los numerosos dioses que el ser humano ha creado a lo largo de los años. Yo te invito a que no te quites importancia, tú eres ya ese Dios que crees que te concede favores o miserias. O al menos una parte de él.

Así que empieza a meterle caña a la vida y a subirte a más trenes.

El universo ya se ocupa de demasiadas cosas como para estar ocupado en concederte o dejarte de conceder nada, eres tú el responsable de tus propia vida. Vive.

Tu tren todavía no ha pasado ¿lo puedes creer?

Machado nos decía “Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”

Despierta.

Que tengas un gran día.

El tren no ha pasado todavía

Alegra esa cara y regala tu sonrisa al mundo
César Piqueras
miércoles, 14 de septiembre de 2016, 08:34 h (CET)
Todos tenemos deseos y anhelos que todavía no se han hecho realidad, pero quizás con los años hayas aprendido esa vieja costumbre de pensar que tu oportunidad ya ha pasado. Hoy me gustaría decirte algo: El tren no ha pasado todavía…

Buenos días! Antes de empezar con el artículo de hoy, tan sólo decirte que he empezado una nueva forma de comunicación contigo, hasta ahora ya conocías este blog, las redes sociales y mi canal de Youtube con videos sobre los temas que suelo hablar por aquí. Esos videos los publicamos Martes y Jueves, lleva siendo así desde Marzo.

Pues bien, ahora he lanzado una nueva forma más fresca de comunicarme contigo, se trata de videos más rápidos, al momento, sin montaje y cortes, me pille dónde me pille. Me apetecía hacerlo y espero seguir comunicándome así con vosotros.

De esta forma, además de los videos de cada Martes y Jueves, cada cierto tiempo (no puedo precisar cada cuanto ya que depende de muchos factores) en el canal (clica aquí y suscríbete) encontrarás algún video como este, que grabé el viernes pasado antes de entrar a trabajar a una empresa a las 7:30am con mis primeras reflexiones del día.

Las mejores oportunidades están por venir
El ser humano tiene virtudes extraordinarias, y también algunas veces entramos en modos de funcionamiento que no nos ayudan demasiado a alcanzar la plenitud. Cada vez que pensamos que alguna oportunidad ya no es para nosotros nos estamos haciendo más pequeños, tu corazón se encoje y te quedas tumbado/a en el sofá.

Algunas personas me dicen:
“César, yo ya soy demasiado mayor para…”.
“Es que tengo dos hijos”
“Cuando tenía 30 años todavía me veía capaz, pero ahora…”
“Eso es para otros, yo ya no valgo…”
No dudo que haya cosas que, con la edad, obligaciones, familia o lo que sea, uno no quiera abordarlas.

Por ejemplo, yo sé que ciertos deportes al nivel que los practicaba no los volveré a practicar 20 años después. Hacer un descenso por un cortafuegos con la bici, lo hacía cuando tenía 18, pero ahora tiro de freno mucho más a menudo y ruedo por pistas forestales, mi salud vale más que la posible adrenalina de un momento. Elijo no hacerlo.

Pero una cosa es elegir y otra cosa muy distinta es resignarse.

Cuando elijes no hacer algo entonces tú tienes el poder, cuando te resignas entonces te quedas sin ningún tipo de fuerza.

Muchas personas se resignan a no vivir vidas mejores, sintiéndose víctimas de algo: Del sistema, de la edad, del matrimonio, de sus responsabilidades familiares…

En realidad lo único de lo que son víctimas es de sí mismos. Entonces es cuando decimos “yo no valgo”, “eso no es para mi”, “ya soy muy mayor…”…

Cuando dejé mi trabajo en el 2006 para irme a vivir y estudiar a una universidad de Londres yo era un joven con 28 años sin obligaciones familiares. Muchos decían “Claro, tú puedes hacerlo, no tienes hijos”. El Director Financiero de mi empresa lo hizo dos años más tarde, estaba (y está) felizmente casado, con dos hijos como dos soles. Dejó la empresa y se fue a vivir a la misma casa que yo, mismo barrio, Highbury & Islington. A aprender lo que siempre había soñado: hablar inglés como Dios manda.

Pudo pensar “mi tren ya ha pasado” y sin embargo pensó “mi tren todavía está por llegar”. Se armó de valor y movió cielo y tierra para conseguirlo.

Te invito a que también pienses tú de esta forma, tu tren todavía está por llegar.

Quizás pienses que no es así, seguramente lo sientas incluso por todo tu cuerpo, una sensación de desgana e incertidumbre recorriendo tus extremidades. Pero quiero que sepas que estás muy equivocado.

Acepta la realidad o cambialá, pero no te quedes parado en modo víctima.

Me gusta pensar que casi todo lo que me ocurre lo he elegido consciente o inconscientemente yo. Quizás sea una forma demasiado “prepotente” de andar por la vida, pero al menos no me siento víctima, de nada.

Las cosas salen bien o salen mal, pero no es porque el universo confabule contra mi o a favor mío, es porque me lo estoy currando o todo lo contrario.

Si un proyecto sale es porque soy un crack, si no sale es porque no supe conquistar al cliente.

Si la cosa va bien es porque me lo estoy currando con una pasión titánica, si no va bien es porque me he relajado más de la cuenta.

Y así sucesivamente…

La cuestión es que creo que la mayor parte de trenes de tu vida están todavía por pasar, y también de la mia. Y te diré algo, me subiré a muchos.

El tren de la vida nunca pasa en realidad. Vivir es algo así como un bucle de experiencias que puedes ir aprovechando y viviendo. La cuestión es que no conviene que te esperes al final, pero no te resignes nunca.

Si por alguna de aquellas:

…tienes familia numerosa y todavía no has hecho ese año sabático que te prometiste alguna vez.

…tienes una hipoteca demasiado grande y todavía no has emprendido la empresa que siempre habías soñado.

…tienes 65 años y todavía no has encontrado al amor de tu vida.

Hay quien atribuye al universo unas funciones que bajo mi punto de vista se le quedan grandes. Muchos dicen “estaba escrito”, “el universo ha confabulado para que…”. Podríamos atribuirlas también a cualquier Dios, o a los numerosos dioses que el ser humano ha creado a lo largo de los años. Yo te invito a que no te quites importancia, tú eres ya ese Dios que crees que te concede favores o miserias. O al menos una parte de él.

Así que empieza a meterle caña a la vida y a subirte a más trenes.

El universo ya se ocupa de demasiadas cosas como para estar ocupado en concederte o dejarte de conceder nada, eres tú el responsable de tus propia vida. Vive.

Tu tren todavía no ha pasado ¿lo puedes creer?

Machado nos decía “Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”

Despierta.

Que tengas un gran día.

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto