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Juan Vicente Herrera tiene un serio problema en este momento aunque no ha tenido más remedio que admitir la dimisión

De ‘joya de la corona’ a irresponsable bebedora

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El volante y la bebida no son buenos compañeros. No hay más que recordar aquello de "si bebes, no conduzcas". Y miren por dónde, otra vez ha vuelto a pasar. Por suerte no ha habido accidente con consecuencias mortales, pero sí el ridículo de tener que pedir disculpas y dimitir de sus cargos públicos. La noticia saltó a los medios el viernes y la prensa de Castilla y León se repartió el sábado con titulares como "Dimite la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón".

Antes de dar el paso se lo notificó a Juan Vicente Herrera. Estoy convencido que le sentó fatal porque para él, y para buena parte de la ciudadanía, Rosa Valdeón era "la joya de la corona". A nadie se le escapa que era una de las candidatas a suceder al actual presidente. Coincide que siempre fue una gran vasalla trabajando al lado de un gran señor. Médico de profesión y colaboradora en ONG sorprende cómo ha dilapidado su carrera política.

Es sobradamente conocido que en Castilla y León puso en marcha todo el tema de la dependencia en una época en que en otras comunidades autónomas ni siquiera se habían empezado a plantear esos temas. Hoy, por suerte, mejor o peor, en todas comunidades tienen la correspondiente consejería que se ocupa de esos menesteres. Aún no sabemos cómo va a afectar a sus cargos en el Partido Popular y a su acta de procuradora en las Cortes de su comunidad.

Ha sido mucho trabajo y han sido muchos años labrando una carrera que, a estas alturas, ya estaba encaminada. Nadie podía esperar un final así; entre quienes no lo esperaban me encuentro, pero prefiero que haya dimitido de sus cargos públicos por beber, por dar positivo, por triplicar la tasa permitida de alcohol, llámenlo como deseen, antes que haber tenido la noticia de un fatal accidente porque iba "mamada". Me duele, y lo digo sinceramente, que se haya tenido que marchar de esta forma. No lo duden: Juan Vicente Herrera tiene un serio problema en este momento aunque no ha tenido más remedio que admitir la dimisión. Con la que está cayendo, no había otra salida.

Y aunque no había otra salida, Rosa Valdeón ha tenido la dignidad de salir a los medios, pedir disculpas, consultar con su presidente y decir adiós. La oposición de Castilla y León sabía que lo haría: su entereza y su dignidad lo presagiaban. Ayer todos los medios alababan el paso dado. Hoy, día 12, el Boletín Oficial de Castilla y León, publica su cese, a petición propia.

Se pasó toda su trayectoria política denunciando irregularidades, incluso en el seno de su propio partido; se opuso a la normativa sobre el aborto, 'apaleó' al exministro Soria y la decisión de su partido de recomendarle para el Banco Mundial, se opuso a las irregularidades del PP de Zamora y denunció las tropelías de Maíllo al frente del partido zamorano. En pocas palabras: toda una señora de pies a cabeza. ¿Saben lo peor de todo? Pues que ante la maldad de los políticos y los ojos de la ciudadanía ha quedado con una imagen de borracha. ¡Manda huevos! Recuerden que, a veces, alguien mata un perro y se queda con el apodo de "mataperros".

Pero si hemos hecho referencia a lo negativo, en lo sucesivo el PP se va a aprovechar de la dignidad mostrada por esta señora. ¿Por qué? Pues porque podrá exigir la dimisión de tanto sinvergüenza como pulula por el mundo del politiqueo. Y debe hacerlo con rotundidad: en Ciudadanos no supieron hacerlo (ahí tienen al concejal de Valladolid que duplicó o triplicó la tasa de alcohol); Juan Carlos Monedero defraudó a la Hacienda Pública y solo declaró tras un chivatazo y no dimitió; Íñigo Errejón defraudó a la Universidad de Málaga y ahí sigue con sus corruptelas; Iglesias recibió dinero de regímenes fascistoides y de sangre y ahí sigue; Rita Maestre 'abofeteó' a Cristo e incendió dialécticamente la capilla de la Complutense y sigue chuleando de su actitud; Griñán y Chaves "robaron" a las claras, junto con cientos de personajes públicos en los ERE, y ahí siguen; los Pujol --la familia más corrupta y más despreciable de España-- robaron a manos llenas y ahí siguen esperando sentencia, mareando la perdiz y amenazando al Estado; Manuela Carmena sigue destrozando la vida de los madrileños, alentando a los emigrantes que saltan la valla y defendió a etarras durante años,... Pero el mundo sigue dando vueltas.

¡Pobre Rosa, elegante 'joya', ni siquiera dio tiempo a que los demás le reprochasen su estado de alcohol! ¡Me voy! Y se fue. Con Dios, señora

De ‘joya de la corona’ a irresponsable bebedora

Juan Vicente Herrera tiene un serio problema en este momento aunque no ha tenido más remedio que admitir la dimisión
Jesús  Salamanca
martes, 13 de septiembre de 2016, 08:16 h (CET)
El volante y la bebida no son buenos compañeros. No hay más que recordar aquello de "si bebes, no conduzcas". Y miren por dónde, otra vez ha vuelto a pasar. Por suerte no ha habido accidente con consecuencias mortales, pero sí el ridículo de tener que pedir disculpas y dimitir de sus cargos públicos. La noticia saltó a los medios el viernes y la prensa de Castilla y León se repartió el sábado con titulares como "Dimite la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón".

Antes de dar el paso se lo notificó a Juan Vicente Herrera. Estoy convencido que le sentó fatal porque para él, y para buena parte de la ciudadanía, Rosa Valdeón era "la joya de la corona". A nadie se le escapa que era una de las candidatas a suceder al actual presidente. Coincide que siempre fue una gran vasalla trabajando al lado de un gran señor. Médico de profesión y colaboradora en ONG sorprende cómo ha dilapidado su carrera política.

Es sobradamente conocido que en Castilla y León puso en marcha todo el tema de la dependencia en una época en que en otras comunidades autónomas ni siquiera se habían empezado a plantear esos temas. Hoy, por suerte, mejor o peor, en todas comunidades tienen la correspondiente consejería que se ocupa de esos menesteres. Aún no sabemos cómo va a afectar a sus cargos en el Partido Popular y a su acta de procuradora en las Cortes de su comunidad.

Ha sido mucho trabajo y han sido muchos años labrando una carrera que, a estas alturas, ya estaba encaminada. Nadie podía esperar un final así; entre quienes no lo esperaban me encuentro, pero prefiero que haya dimitido de sus cargos públicos por beber, por dar positivo, por triplicar la tasa permitida de alcohol, llámenlo como deseen, antes que haber tenido la noticia de un fatal accidente porque iba "mamada". Me duele, y lo digo sinceramente, que se haya tenido que marchar de esta forma. No lo duden: Juan Vicente Herrera tiene un serio problema en este momento aunque no ha tenido más remedio que admitir la dimisión. Con la que está cayendo, no había otra salida.

Y aunque no había otra salida, Rosa Valdeón ha tenido la dignidad de salir a los medios, pedir disculpas, consultar con su presidente y decir adiós. La oposición de Castilla y León sabía que lo haría: su entereza y su dignidad lo presagiaban. Ayer todos los medios alababan el paso dado. Hoy, día 12, el Boletín Oficial de Castilla y León, publica su cese, a petición propia.

Se pasó toda su trayectoria política denunciando irregularidades, incluso en el seno de su propio partido; se opuso a la normativa sobre el aborto, 'apaleó' al exministro Soria y la decisión de su partido de recomendarle para el Banco Mundial, se opuso a las irregularidades del PP de Zamora y denunció las tropelías de Maíllo al frente del partido zamorano. En pocas palabras: toda una señora de pies a cabeza. ¿Saben lo peor de todo? Pues que ante la maldad de los políticos y los ojos de la ciudadanía ha quedado con una imagen de borracha. ¡Manda huevos! Recuerden que, a veces, alguien mata un perro y se queda con el apodo de "mataperros".

Pero si hemos hecho referencia a lo negativo, en lo sucesivo el PP se va a aprovechar de la dignidad mostrada por esta señora. ¿Por qué? Pues porque podrá exigir la dimisión de tanto sinvergüenza como pulula por el mundo del politiqueo. Y debe hacerlo con rotundidad: en Ciudadanos no supieron hacerlo (ahí tienen al concejal de Valladolid que duplicó o triplicó la tasa de alcohol); Juan Carlos Monedero defraudó a la Hacienda Pública y solo declaró tras un chivatazo y no dimitió; Íñigo Errejón defraudó a la Universidad de Málaga y ahí sigue con sus corruptelas; Iglesias recibió dinero de regímenes fascistoides y de sangre y ahí sigue; Rita Maestre 'abofeteó' a Cristo e incendió dialécticamente la capilla de la Complutense y sigue chuleando de su actitud; Griñán y Chaves "robaron" a las claras, junto con cientos de personajes públicos en los ERE, y ahí siguen; los Pujol --la familia más corrupta y más despreciable de España-- robaron a manos llenas y ahí siguen esperando sentencia, mareando la perdiz y amenazando al Estado; Manuela Carmena sigue destrozando la vida de los madrileños, alentando a los emigrantes que saltan la valla y defendió a etarras durante años,... Pero el mundo sigue dando vueltas.

¡Pobre Rosa, elegante 'joya', ni siquiera dio tiempo a que los demás le reprochasen su estado de alcohol! ¡Me voy! Y se fue. Con Dios, señora

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