En este deporte del fútbol, muchos son los títeres que montan el espectáculo. Jugadores, entrenadores, afición, árbitros… Y claro con tanto personaje surgen las polémicas y las injusticias. Mientras unos son la viva imagen de la alegría, los otros están con la decepción plasmada en el rostro. Sino que se lo cuenten a los irlandeses…

La selección irlandesa se jugaba estar o no estar en el mundial de Sudáfrica 2010 ante la todopoderosa Francia. Fuera de todo pronóstico, los irlandeses no se vinieron abajo y le plantaron cara a la selección gala. Tanto que en el tiempo reglamentario consiguieron vencer 0-1. Pero claro, este resultado ponía el empate en el marcador, después de que en el partido de ida los franceses se llevasen la victoria por el mismo resultado.

Esto obligó a que el partido se plantase en la prorroga. Una prorroga que quedará para la historia porque Francia consiguió empatar y por tanto el pase a la siguiente fase, pero de que manera… Corría el minuto 104 y en un revuelo en la zona irlandesa, Henry acomoda el balón con la mano y lo pone en el corazón del área para que Gallas marque el empate definitivo que les daba el pase a los galos para la siguiente fase.

La mano del francés fue clarísima, los irlandeses indignados intentaron que el árbitro Martin Hansson sancionara la jugada pero sin ningún éxito. Irlanda veía como se le escapaba el mundial. A partir de este momento empezaron toda una serie de polémicas y declaraciones cruzadas que al final, para desgracia de los irlandeses, no han conducido a ningún sitio.

La Federación Irlandesa de Fútbol (FAI), con el respaldo del gobierno, solicitó oficialmente que se repitiese el partido, por lo que llamaron un “error manifiesto del árbitro”. Sin éxito alguno, empezaron así movilizaciones a través de la red, protestas en la embajada francesa en Irlanda y una serie de declaraciones cruzadas en las que el propio Henry declaraba que “repetir el partido sería la solución más equitativa”.

Después de una segunda apelación de la FAI, Irlanda decidió rendirse con una gran decepción y declarando que “la credibilidad del juego limpio había sido dañada con este incidente ante todo el mundo”. Pese a que el tema quedó supuestamente zanjado, esto no parece que se vaya a terminar aquí. Jugadores como Evra todavía siguen con la polémica haciendo burlas de que el partido solo debería repetirse en la Play Station.

Con todo este panorama, yo me pregunto quién es aquí el culpable. La mayoría miran al mandamás de la FIFA. Michel Platini tiene todas las papeletas para ser uno de los mayores implicados en este fregado. Otros creen simplemente que Francia es mucha Francia y que el grande ganó al pequeño. La mano de la discordia seguirá dando que hablar, mientras tanto a ustedes, ¿qué les parece?