Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Hablemos sin tapujos
Y, mientras tanto, la inercia de la bonanza económica se va quedando sin fuelle

Consumatum est. Sánchez intenta vengarse de Rajoy

|

Como era de esperar no hubo sorpresas en la primera sesión de investidura del aspirante, señor Rajoy, y no esperamos que las haya, porque los milagros no se producen en estas materias, en la de mañana, viernes 2, que será la consumación de lo que se ha convertido en la venganza de toda la izquierda y, hasta de sus socios los de Ciudadanos, por haber sido el vencedor, por dos veces, de las legislativas y por haber adelantado, en esta segunda ocasión en número de votos y en escaños a sus dos inmediatos adversarios el PSOE y C’s, aumentando su distancia respecto a Podemos. Ciudadanos, por el momento socios del PP, ya vienen anunciando, que formarán parte de la oposición junto al resto de partidos, salvo, ¡faltaría más! en aquellas cuestiones que ellos mismos impusieron como condición para su sí en la sesión de investidura.

Yo me atrevería a decir que, más que un debate de investidura, donde el candidato expone su programa de gobierno, como fue el caso de la presentación de Rajoy, en la que comentó sus logros pasados y dejó constancia de sus proyectos de futuro, en el primer día de la sesión de investidura; pero que, por las especiales circunstancias en las que nos encontramos de lo que, en realidad, se trató es de un meditado ajuste de cuentas desencadenado a causa de la evidente personalización de la mutua antipatía entre Sánchez y Rajoy y por el interés de los partidos de izquierdas en crear un clima de tensión, de repudio y de descalificación del líder del PP, señor Rajoy, su principal enemigo para la consecución de sus designios desestabilizadores, al que se dedicaron a criticar, desautorizar y a acusarlo de todo lo malo que ha ocurrido en España, convirtiéndolo en el chivo expiatorio de la política de los últimos cuatro años y, a su partido, el PP, de nido de corruptos, de delincuentes y de sinvergüenzas aunque, algunos de los que más se esmeraron en esta tarea de embadurnar de fango al actual presidente en funciones, como fue el caso del señor Sánchez, que tuvo el rostro de recriminar a Rajoy de tener un partido corrupto cuando él, en su partido, ha tenido en la comunidad andaluza el mayor caso de corrupción que se ha dado en España, tanto por la cuantía de los caudales supuestamente derrochados y desviados de sus verdaderos destino ( los afectados por expedientes de reducción de empleo), como por el número de personas encausadas por supuestos delitos de corrupción, malversación de caudales colectivos, dilapidación etc.

El resultado no se puede considerar, por el pueblo español, más negativo de lo que lo ha sido. España ha entrado en una fase en la que, como decía en una entrevista el señor De Guindos, ministro de Economía, la fuerza del empuje económico e industrial que vinimos consiguiendo en los últimos meses anteriores a las elecciones de Diciembre, va disminuyendo poco a poco, porque era mucha y muy bien encarrilada, pero cuando, como sucede a menudo, la fuente de energía se extingue, la inercia agota su recorrido y acaba por detenerse y, si se trata del caso de un carruaje que se encontrara subiendo una cuesta empinada, las leyes de la física y la gravedad, propician que se produzca el retroceso y con él, el propio peso del vehículo, provoca una aceleración en sentido inverso cada vez mayor, cuyo resultado puede llegar a ser catastrófico si no hay alguien que consiga detenerlo. El ejemplo no puede ser más válido para describir lo que está sucediendo en estos momentos en nuestra nación.

La venganza de Sánchez se habrá consumado; Rajoy ha sufrido en sus carnes el amargo sabor de la derrota pero, no nos engañemos los que, en verdad, hemos salido perdiendo como consecuencia del resultado de esta investidura fallida, hemos sido el conjunto de ciudadanos españoles que nos vemos, de nuevo, enfrentados al desgobierno de un país en el que no se pueden promulgar leyes o tomar decisiones que exijan la existencia de un gobierno que pueda ejercer la totalidad de las funciones que le están encomendadas. Mientras, los verdaderos problemas que acechan al país, amenazan con convertirse en graves e insolubles, propicios a colapsar en cualquier momento, llevándose por delante todo el arduo trabajo y los sacrificios que han comportado estos penosos años de crisis para todo el pueblo español. En una palabra, volver a aquella etapa, al final de la legislatura del señor Rodríguez Zapatero en la que España estuvo a punto de quiebra soberana y, como mal menor, pedir a Europa aquel mismo rescate que, a la postre tuvieron que pedir los predecesores de Podemos en aquella nación, a pesar de haberse mostrado dispuestos a enfrentarse de tú a tú con la misma CE.

Sin embargo, España está si presupuestos para el próximo 2017 y, según el señor Guindos, no parece que de tiempo de discutir unos nuevos presupuestos y los correspondientes estudios sobre el tope de gastos para las comunidades autónomas, cuando seguimos sin gobierno y, lo probable, será que, antes de afrontar una multa comunitaria, por no cumplir con el plazo de entrega, 15 de Octubre, de dicha información al correspondiente organismo europeo, va a ser necesario la prórroga de los del 2016 que, por supuesto, no contendrán las modificaciones precisas para cuadrar las partidas de gastos e ingresos.

Todo apunta a que, el inmovilismo, que tanto reprochó a Rajoy el señor Sánchez, se le haya contagiado a él y siga anclado, como un don Tancredo, en la postura intransigente que ha mantenido hasta la fecha. Algunos piensan que el mes de Octubre puede traer cambios pero, a la vista del encono existente entre los distintos partidos que forman el arco parlamentario, mucho tememos que, las posturas de cada uno de ellos, puedan variar de forma que fuera suficiente para salvarnos de tener que recurrir, como parece que la mayoría ya da por descontado, a las temidas terceras elecciones legislativas, para recochineo de las naciones que siguen atentas este rocambolesco proceso y desesperación de los ciudadanos españoles que, cada día que pasa, se sienten más divorciados de los políticos, a la vez que temen que, tanta interinidad, acabe por pasarnos factura a la hora en la que pretendamos recobrar la normalidad.

Algunos, los más pesimistas, seguimos pensando que, el señor líder del PSOE, sigue ilusionado en que, el Rey, pasado este tiempo en el que Rajoy intente reconstruir sus posibilidades de gobernar, lo vuelva a designar como aspirante a ser investido presidente del gobierno. Datos, en este sentido, no faltan y facilidades por los partidos de izquierdas y separatistas no parece que le vayan a faltar y, la aritmética parlamentaria, con apuros y, a base de una mezcolanza absurda de distintas modalidades de pensamientos y propuestas izquierdistas, lo permite. Las sonrisas de satisfacción, apenas disimuladas, del señor Sánchez, durante la sesión de investidura, cada vez que los separatistas, con el inefable Tardá, o el propio Pablo Iglesias, convertido en un vasallo dispuesto a seguir a su “señor” en su camino hacia la presidencia del gobierno, eran harto significativas del placer que le causaba contemplar, por segunda vez, la posibilidad de intentar ser nombrado presidente del gobierno.

Un escollo que no sabemos si puede ser suficiente para ponerle el freno a este fanático aspirante al poder. Para conseguir el número preciso de apoyos tendría que recurrir a los nacionalistas catalanes y vascos. El último congreso del PSOE puso dos condiciones a Sánchez: la primera que no permitiese a Rajoy gobernar y la segunda que no pactase nunca con los separatistas. ¿Seguiría en pie esta línea roja en el caso de que Sánchez consiguiera, pactando con ERC y PDC, alcanzar su sueño de gobernar España? No se sabe. Se dice que el malestar dentro del partido socialista es palpable, que muchas de las figuras señeras de la formación están en contra de la postura extremista de su líder y que serían partidarios de abstenerse en la segunda votación para permitir que Rajoy formara un gobierno en minoría; sin embargo, no parece que, a ala hora de la verdad, tenga ninguno de ellos los arrestos precisos para enfrentarse directamente con Sánchez, aunque motivos no les falten si tenemos en cuenta que, con él al frente del partido, los socialistas no han hecho otra cosa que ir retrocediendo en todos los comicios a los que han concurrido. Pero, si nos fiamos de las leyes de Murphy, podríamos pensar que la posibilidad de que esta catástrofe se produzca, no puede descartarse de ninguna manera.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, a la vista de cómo transcurren los acontecimientos, precisaríamos de alguien, algún gitano, que supiera, como se dice, en lenguaje romaní, Dukkering ( decir la buenaventura), para que nos anticipase lo que nos espera en los próximos meses que, si Dios no lo remedia, es muy posible que tengamos que ver y pasar por circunstancias que nunca, los que ya peinamos canas, pensábamos que volveríamos a tener que vivir.

Consumatum est. Sánchez intenta vengarse de Rajoy

Y, mientras tanto, la inercia de la bonanza económica se va quedando sin fuelle
Miguel Massanet
viernes, 2 de septiembre de 2016, 08:56 h (CET)
Como era de esperar no hubo sorpresas en la primera sesión de investidura del aspirante, señor Rajoy, y no esperamos que las haya, porque los milagros no se producen en estas materias, en la de mañana, viernes 2, que será la consumación de lo que se ha convertido en la venganza de toda la izquierda y, hasta de sus socios los de Ciudadanos, por haber sido el vencedor, por dos veces, de las legislativas y por haber adelantado, en esta segunda ocasión en número de votos y en escaños a sus dos inmediatos adversarios el PSOE y C’s, aumentando su distancia respecto a Podemos. Ciudadanos, por el momento socios del PP, ya vienen anunciando, que formarán parte de la oposición junto al resto de partidos, salvo, ¡faltaría más! en aquellas cuestiones que ellos mismos impusieron como condición para su sí en la sesión de investidura.

Yo me atrevería a decir que, más que un debate de investidura, donde el candidato expone su programa de gobierno, como fue el caso de la presentación de Rajoy, en la que comentó sus logros pasados y dejó constancia de sus proyectos de futuro, en el primer día de la sesión de investidura; pero que, por las especiales circunstancias en las que nos encontramos de lo que, en realidad, se trató es de un meditado ajuste de cuentas desencadenado a causa de la evidente personalización de la mutua antipatía entre Sánchez y Rajoy y por el interés de los partidos de izquierdas en crear un clima de tensión, de repudio y de descalificación del líder del PP, señor Rajoy, su principal enemigo para la consecución de sus designios desestabilizadores, al que se dedicaron a criticar, desautorizar y a acusarlo de todo lo malo que ha ocurrido en España, convirtiéndolo en el chivo expiatorio de la política de los últimos cuatro años y, a su partido, el PP, de nido de corruptos, de delincuentes y de sinvergüenzas aunque, algunos de los que más se esmeraron en esta tarea de embadurnar de fango al actual presidente en funciones, como fue el caso del señor Sánchez, que tuvo el rostro de recriminar a Rajoy de tener un partido corrupto cuando él, en su partido, ha tenido en la comunidad andaluza el mayor caso de corrupción que se ha dado en España, tanto por la cuantía de los caudales supuestamente derrochados y desviados de sus verdaderos destino ( los afectados por expedientes de reducción de empleo), como por el número de personas encausadas por supuestos delitos de corrupción, malversación de caudales colectivos, dilapidación etc.

El resultado no se puede considerar, por el pueblo español, más negativo de lo que lo ha sido. España ha entrado en una fase en la que, como decía en una entrevista el señor De Guindos, ministro de Economía, la fuerza del empuje económico e industrial que vinimos consiguiendo en los últimos meses anteriores a las elecciones de Diciembre, va disminuyendo poco a poco, porque era mucha y muy bien encarrilada, pero cuando, como sucede a menudo, la fuente de energía se extingue, la inercia agota su recorrido y acaba por detenerse y, si se trata del caso de un carruaje que se encontrara subiendo una cuesta empinada, las leyes de la física y la gravedad, propician que se produzca el retroceso y con él, el propio peso del vehículo, provoca una aceleración en sentido inverso cada vez mayor, cuyo resultado puede llegar a ser catastrófico si no hay alguien que consiga detenerlo. El ejemplo no puede ser más válido para describir lo que está sucediendo en estos momentos en nuestra nación.

La venganza de Sánchez se habrá consumado; Rajoy ha sufrido en sus carnes el amargo sabor de la derrota pero, no nos engañemos los que, en verdad, hemos salido perdiendo como consecuencia del resultado de esta investidura fallida, hemos sido el conjunto de ciudadanos españoles que nos vemos, de nuevo, enfrentados al desgobierno de un país en el que no se pueden promulgar leyes o tomar decisiones que exijan la existencia de un gobierno que pueda ejercer la totalidad de las funciones que le están encomendadas. Mientras, los verdaderos problemas que acechan al país, amenazan con convertirse en graves e insolubles, propicios a colapsar en cualquier momento, llevándose por delante todo el arduo trabajo y los sacrificios que han comportado estos penosos años de crisis para todo el pueblo español. En una palabra, volver a aquella etapa, al final de la legislatura del señor Rodríguez Zapatero en la que España estuvo a punto de quiebra soberana y, como mal menor, pedir a Europa aquel mismo rescate que, a la postre tuvieron que pedir los predecesores de Podemos en aquella nación, a pesar de haberse mostrado dispuestos a enfrentarse de tú a tú con la misma CE.

Sin embargo, España está si presupuestos para el próximo 2017 y, según el señor Guindos, no parece que de tiempo de discutir unos nuevos presupuestos y los correspondientes estudios sobre el tope de gastos para las comunidades autónomas, cuando seguimos sin gobierno y, lo probable, será que, antes de afrontar una multa comunitaria, por no cumplir con el plazo de entrega, 15 de Octubre, de dicha información al correspondiente organismo europeo, va a ser necesario la prórroga de los del 2016 que, por supuesto, no contendrán las modificaciones precisas para cuadrar las partidas de gastos e ingresos.

Todo apunta a que, el inmovilismo, que tanto reprochó a Rajoy el señor Sánchez, se le haya contagiado a él y siga anclado, como un don Tancredo, en la postura intransigente que ha mantenido hasta la fecha. Algunos piensan que el mes de Octubre puede traer cambios pero, a la vista del encono existente entre los distintos partidos que forman el arco parlamentario, mucho tememos que, las posturas de cada uno de ellos, puedan variar de forma que fuera suficiente para salvarnos de tener que recurrir, como parece que la mayoría ya da por descontado, a las temidas terceras elecciones legislativas, para recochineo de las naciones que siguen atentas este rocambolesco proceso y desesperación de los ciudadanos españoles que, cada día que pasa, se sienten más divorciados de los políticos, a la vez que temen que, tanta interinidad, acabe por pasarnos factura a la hora en la que pretendamos recobrar la normalidad.

Algunos, los más pesimistas, seguimos pensando que, el señor líder del PSOE, sigue ilusionado en que, el Rey, pasado este tiempo en el que Rajoy intente reconstruir sus posibilidades de gobernar, lo vuelva a designar como aspirante a ser investido presidente del gobierno. Datos, en este sentido, no faltan y facilidades por los partidos de izquierdas y separatistas no parece que le vayan a faltar y, la aritmética parlamentaria, con apuros y, a base de una mezcolanza absurda de distintas modalidades de pensamientos y propuestas izquierdistas, lo permite. Las sonrisas de satisfacción, apenas disimuladas, del señor Sánchez, durante la sesión de investidura, cada vez que los separatistas, con el inefable Tardá, o el propio Pablo Iglesias, convertido en un vasallo dispuesto a seguir a su “señor” en su camino hacia la presidencia del gobierno, eran harto significativas del placer que le causaba contemplar, por segunda vez, la posibilidad de intentar ser nombrado presidente del gobierno.

Un escollo que no sabemos si puede ser suficiente para ponerle el freno a este fanático aspirante al poder. Para conseguir el número preciso de apoyos tendría que recurrir a los nacionalistas catalanes y vascos. El último congreso del PSOE puso dos condiciones a Sánchez: la primera que no permitiese a Rajoy gobernar y la segunda que no pactase nunca con los separatistas. ¿Seguiría en pie esta línea roja en el caso de que Sánchez consiguiera, pactando con ERC y PDC, alcanzar su sueño de gobernar España? No se sabe. Se dice que el malestar dentro del partido socialista es palpable, que muchas de las figuras señeras de la formación están en contra de la postura extremista de su líder y que serían partidarios de abstenerse en la segunda votación para permitir que Rajoy formara un gobierno en minoría; sin embargo, no parece que, a ala hora de la verdad, tenga ninguno de ellos los arrestos precisos para enfrentarse directamente con Sánchez, aunque motivos no les falten si tenemos en cuenta que, con él al frente del partido, los socialistas no han hecho otra cosa que ir retrocediendo en todos los comicios a los que han concurrido. Pero, si nos fiamos de las leyes de Murphy, podríamos pensar que la posibilidad de que esta catástrofe se produzca, no puede descartarse de ninguna manera.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, a la vista de cómo transcurren los acontecimientos, precisaríamos de alguien, algún gitano, que supiera, como se dice, en lenguaje romaní, Dukkering ( decir la buenaventura), para que nos anticipase lo que nos espera en los próximos meses que, si Dios no lo remedia, es muy posible que tengamos que ver y pasar por circunstancias que nunca, los que ya peinamos canas, pensábamos que volveríamos a tener que vivir.

Noticias relacionadas

La ciudad de Barcelona, en favor de una transformación fantasiosa de sí misma, siempre bajo el paraguas efectista de la ‘sostenibilidad ambiental’, como socorrida coartada ejemplificada en su más que evidente y disruptiva conversión urbanística, se le adivina en su resultado final el poco o nulo interés por conectar con las necesidades vitales de una gran mayoría y en aquellos planeamientos al servicio de las personas.

El ADN de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, contendría la triple enzima trumpista (autocracia, instauración del paraíso neoliberal y retorno al "pensamiento único heteropatriarcal") y asimismo sería una "rara avis" que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional al ser una experta en las técnicas de manipulación de masas.

La inversión de inmuebles en España atrae a muchos extranjeros, por el clima mediterráneo agradable y las múltiples playas por toda su costa, lo que la convierte en un destino muy atractivo para vivir o pasar las vacaciones, esta es la razón de muchos inversores que buscan una segunda residencia o un lugar de retiro.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto