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Si me gusta septiembre es por el aroma a alcanfor que comienza a
desprender en sus últimos días, o sea, cuando a la vuelta de una esquina,
esencialmente las situadas en los aledaños de la Acera de la Marina
malagueña, la brisa da paso a un estornudo que nos comunica que la
canícula ha terminado y que hay que echar mano a una ropa de más abrigo
y que algunos conservadores la tienen alcanforada.
El estornudo es fuente de virus y, lo que son las cosas, cada vez que yo
suelto tres o cuatro de ellos seguidos me quedo en la gloria porque mi torpe
mollera se despeja; ahora bien, cuando mis estornudos aparecen de forma
acelerada no me da tiempo a colocarme el pañuelo, más aún, si me lo
colocara y abortara el estallido del atchís tengo la sensación de que me
estallarían la sesera.
Nos dicen los expertos en estornudos que hay que efectuarlo a una
distancia mayor de un metro de la persona que tenemos frente a nosotros,
por lo que sería conveniente que a partir de hoy llevemos una cinta métrica
para situar al otro u otra en esa distancia preventiva por la que los virus que
dicen existe en “la ciudad que todo lo acoge y todo lo silencia”, Málaga,
pueda pasar de largo o perder parte de su virulencia.
Y aunque todavía nos queda pasar el veranillo del membrillo y de la
llamada mosca cojonera, esa que te trinca a la vuelta de la primera esquina
y no te deja hasta bien entrada la tardenoche, estamos deseando que el calor
dé paso a la suave brisa y al leve fresco, acompañantes majestuosos para
tomar un rico pampero y hablar de temas trascendentales, entendiendo por
trascendencia ese estadio de la vida que desconoces, pero que intuyes
puede encontrarse en la plaza de asombro, a poco que permitas que el
asombro, el amor, sea tu señor y acompañante.
Si pudieras acompañarme te señalaría uno de los lugares donde el asombro
asoma su milagro.
www.josegarciaperez.es
Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.
Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.
Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.
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