Viendo el debate de investidura parece que la suerte está echada, y Rajoy
no logrará ser investido. Debería ser el inicio de una oportunidad para que
el candidato socialista buscara un acuerdo con Unidos Podemos y otras
fuerzas políticas nacionalistas o no, con el fin de intentar ser candidato a la
Moncloa. Ya que, de lo contrario, las terceras elecciones parece que son
inevitables salvo que se produzca, pasado un mes, un nuevo intento de ser
investido por parte del presidente en funciones. Lo que me parece excesivo
desde una perspectiva democrática coherente.
El señor Iglesias ha lanzado duras críticas contra Rajoy y Rivera, a mi
juicio, merecidas. Porque las cuestiones aprobadas en el acuerdo o pacto
entre PP y Ciudadanos son insuficientes para regenerar la vida política y
también para resolver la tremenda situación económica que están
padeciendo millones de ciudadanos.
Las consideraciones sobre Rivera por parte de Pablo Iglesias son
entendibles, ya que considera que está apoyando medidas de una política
que ha llevado al país a estar bajo el control de una ley de seguridad
ciudadana que es inadecuada, porque limita en exceso algunas libertades,
etc. Y también porque la política económica del Gobierno ha sido dictada
por Merkel y ha favorecido especialmente el aumento de riqueza para los
más poderosos en perjuicio de la gente. Si a esto se añade la LOMCE y los
recortes en Sanidad y las excesivas listas de espera y el desempleo, no hace
falta mencionar más cosas.
En vista de estas declaraciones en sede parlamentaria de los principales
líderes políticos, parece que no es posible que prosperen las intenciones del
segundo manifiesto por un Gobierno de mínimos de PSOE, Podemos
Unidos y sus confluencias y Ciudadanos que sumarían 188 escaños.
Especialmente, por causa de las contundentes críticas de Iglesias a Rivera.
Otra posibilidad, que es la que desea explorar Unidos Podemos, es alcanzar
el apoyo de Sánchez y de otras fuerzas políticas nacionalistas o no para
llegar a un número suficiente de escaños que haga posible un gobierno de
cambio distinto al actual. Y aunque sea muy difícil podría explorarse para
no ir a las terceras elecciones. Creo que no es algo absolutamente imposible
como aseguran la mayor parte de los comentaristas políticos. Una cosa es
que sea algo extremadamente dificultoso y otra muy distinta es que sea
algo inconseguible.
Y para complejizar más el ambiente político algunos barones del PSOE
indican que prefieren la abstención para facilitar la formación de un
Gobierno de Rajoy y, de este modo, mantener el funcionamiento de las
instituciones junto con los compromisos económicos con la Unión
Europea, entre otras razones. Y frente a esto, Sánchez sigue,
afortunadamente, reafirmando su estrategia del no y manteniendo el tipo
respecto a sugerencias más o menos veladas de algunos miembros
destacados del partido socialista.