Durante los Sanfermines del 2016 se dieron cinco casos de agresiones sexuales.
La más destacada consistió en la violación de una joven de 19 años por cinco hombres.
La violación fue grabada en vídeo que reproduce el diálogo que mantuvieron con el
resto del grupo que no viajó a Pamplona conocido como Manada.
La periodista Pilar Rahola comentando este hecho en su escrito La
masa redacta: “Al contrario, no existe nada más patético que un individuo
sumergido en el magma de la multitud, convertido en trasto viejo de carne que bebe,
grita, mea y conjuga el resto de verbos primarios, sin otro sonido que el sonido de la
masa. Cuando esto sucede, el único trazo de humanidad que le queda es el sudor del
sobaco… ¿Cuántos de estos chulos que manosean senos, culos e incluso llegan al abuso,
harían lo mismo en solitario? Es posible que sea gente normal, con sus vidas, con sus
novias, sus historias, sin otro esplendor que lo grisáceo de la cotidianidad. Pero llegan a
la fiesta en manada, se sienten machos alfa liberados y convencidos que la multitud
otorga invisibilidad, se olvidan de que son seres humanos”.
Los ayuntamientos de diversos municipios toman nota de lo sucedido en
Pamplona y, aun cuando en sus localidades no se haya presentado el asedio sexual a
mujeres durante las fiestas locales, preparan campañas de concienciación porque es
preferible prevenir que curar. La editorial de SEGRE (24/08/2016) hace una lectura
muy crítica de los Sanfermines al decir: “Parece ser que en los últimos tiempos por lo
que hace respetar los derechos de las mujeres, el machismo más rancio y atávico está
remontando preocupadamente con un ímpetu nada conforme a la presunta evolución de
nuestra sociedad. Basta con mirar algunas fotos y algunos titulares de los Juegos
Olímpicos de Rio sobre mujeres atletas, que poco tienen que ver con el deporte y sí con
su aspecto físico. Hace unos meses todo un candidato a la presidencia filipina, cargo
para el cual finalmente fue elegido, hacía broma sobre la violación y asesinato hace
unos años de una monja en una prisión de su país. Con un incomprensible sentido del
humor, el polémico <b>Rodrigo Dutarte</b> justificó el ataque que sufrió una mujer
diciendo que “como era tan guapa…” A la vez que se lamentaba que él, como alcalde
que era en aquella época “no fuese el primero en violarla”.
Miguel Lorente afirma: “La sociedad está enferma”. La enfermedad a la
que se refiere es síquica pero profundizando más en la lacra social se encuentra que la
raíz del problema está en el alma en donde sicólogos y siquiatras no tienen nada que
hacer. El resultado de dicha impotencia es afrontar la situación con campañas de
concienciación y el incremento de la presencia policial para impedir los asedios
sexuales con violación.
La escritora Dacia Maraini desea profundizar en el tema cuando
escribe: “No deberíamos llamarla mediática en el sentido de que el hombre no nace así,
sino que se hace por culpa de una cultura mediática que incita violencia”. Según
Dacia Maraini, el acosador sexual, el violador, no es responsable de sus actos.
El culpable es la cultura mediática y, esta cultura ¿quién la forja? Personas que
como Rodrigo Dutarte, el flamante presidente de Filipinas lamentaba que por
ser tan guapa no hubiese sido él el primero en violarla. La cultura mediática no es
anónima. La forman personas con nombres y apellidos. Tanto los forjadores de la
<i>cultura mediática</i> como los que la ejecutan son responsables de sus actos.
Hace uno o dos años en un estadio de futbol apareció en una pancarta en la que
se podía leer: “Shakira es de todos. Esto significa que esta mujer es propiedad
de la masa de espectadores que en aquellos momentos estaban en el estadio y, por
extensión a todos los hombres. La mujer no es propiedad de ningún hombre. Ni de su
marido si está casada. La mujer es un ser humano que como vaso más frágil el hombre,
empezando por su esposo debe protegerla, Creer que la mujer X es propiedad de un
individuo o de un colectivo justifica que el macho ejerza violencia contra ella al
considerarla un ser inferior que tal vez no tiene alma, que debe doblarse a los deseos de
una persona c colectivo que puede llamarse Manada, como el que violó a la
joven de 19 años durante los Sanfermines 2016.
La necedad de pensar que Dios no existe y que por lo tanto se puede vivir
pensando que nadie lo ve, que los necios crean que nadie va a pedirles cuenta de su
comportamiento inmoral, van muy equivocados, “Dios los entregará a la inmundicia, en
las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonrarán entre sí sus propios
cuerpos…Por esto Dios los entregará a pasiones vergonzosas…Y como ellos no
aprueban tener en cuenta a Dios, Dios los entrega a una mente reprobada, para hacer
cosas que no convienen” (Romanos 1: 24-32).
Los violadores se lo pasan bomba como lo exponen explícitamente los mensajes
que los cinco miembros de la Manada intercambiaron con el resto del grupo que
no viajó a Pamplona. Es un placer con sufrimiento porque si no se da el arrepentimiento
y el cambio de conducta, a la hora de tener que presentarse, no podrán eludir la
comparecencia, ante el tribunal de Cristo deberán oír de labios de quien se encarnó para
salvar a los hombres de sus pecados: “No sé de donde sois, apartaos de mí todos los que
obráis injusticia. Allí será el lloro y el crujir de dientes” (Lucas 13: 27,28).