La iniciativa de una madre, pidiendo a Antena 3 que elimine o avise de la presencia del anuncio no apto
para niños, ha contado con el apoyo de miles de personas en la misma situación e incluso se ha iniciado
una petición en change.org.
Y es que no es para menos. A partir de cierta edad, una buena cantidad de niños también parecen
insensibilizarse ante todo lo que ven, juegan a videojuegos que no deberían por su clasificación según
edad y contenido y todo aquello que debería asustarles o intranquilizarles, por el contrario, les divierten.
Pero sigue existiendo una parte de la población preocupada por todo aquello que llega a los pequeños a
través de los medios, pues cada vez son más frecuentes los traumas y terrores nocturnos causados por
escenas emitidas en televisión.
Además, el anuncio en cuestión, como muchos otros del género de terror, va acompañado por una
inquietante nana, que ya se ha convertido en el detonante de la ansiedad de miles de niños y niñas. Algo
que seguramente asociaron anteriormente a la tranquilidad y seguridad, se ha convertido hoy en su
peor pesadilla.
Los adultos podemos decidir si queremos pasar miedo ante la pantalla y aún en muchos casos no somos
capaces de exponernos a tales situaciones. Los niños y niñas, sobre todo en sus 6 primeros años de vida,
aún están construyendo su personalidad y autoestima. Un trauma de este tipo no hace sino entorpecer
su desarrollo, con posibles secuelas incluso en su edad adulta. Sin embargo, la televisión no avisa y los
pequeños quedan vulnerables cada vez que se asoman a la misma.