La gimnasia española tampoco tuvo un buen comienzo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro después de que ni Rayderley Zapata no consiguiese la clasificación para la final de suelo ni Néstor Abad para la del concurso completo de la modalidad de artística.

La decepción fue aún mayor con el deportista de origen dominicano, cuyo objetivo era estar entre los ocho mejores que peleasen por las medallas en el ejercicio de suelo, donde aspiraba al podio olímpico tras haber sido el año pasado bronce en el Campeonato del Mundo celebrado en Glasgow.

Zapata firmó entonces una nota de 15.200 para adjudicarse el tercer puesto, pero en esta ocasión no pudo elevar su nivel y se quedó con 15.083, insuficientes para meterse entre los ocho mejores, aunque su nota mundialista tampoco le habría servido.

El gimnasta hispano-dominicano, que únicamente hizo este aparato y que no logró una buena ejecución en su ejercico, finalizó undécimo en la clasificación y algo lejos de ser finalista.

Por su parte, tampoco pudo el alicantino Néstor Abad lograr su objetivo de estar entre los 24 mejores del concurso general de la gimnasia artística. El actual campeón de España concluyó con una puntuación de 84.398 y en el puesto trigesimoprimero.

El español comenzó ya algo rezagado tras un errático inicio en el ejercicio en las barras paralelas (12.966), un aparato en el que se suele manejar bien, en lo que fue su peor nota junto a la sumada en el caballo con arcos (13.400), las cuales le terminaron por lastrar un tanto.

Sin embargo, sí estuvo a buen nivel en uno de sus aparatos predilectos, la barra fija, donde firmó 14.766 puntos, aunque fue en el último, en salto, donde más brilló con 14.900, que le dejaron cerca de meterse en la final. 14.333 puntos en anillas y 14.033 en suelo completaron su actuación olímpica.

El gimnasta ucraniano Oleg Verniaev, con 91.964 puntos, lideró el concurso general, por delante del japonés Kohei Uchimura, que logró 90.948, y del ruso David Belyavskiy, que sumó 89.799 puntos.

La nota negativa del día la dio el gimnasta francés Samir Ait Said, que sufrió una fractura en la pierna al caer en el salto de trampolín. El galo quedó tendido en la colchoneta tomándose el lado posterior de una rodilla mientras cubría sus ojos con un brazo antes de que el personal corriera a asistirlo. Tras ser colocado en una camilla y tras varios minutos fue sacado del recinto en medio de una gran ovación del público.