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Eduardo Cassano

Un país de pandereta

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Aprovechando la visita de Zapatero al nuevo premio Nobel de la Paz (es curioso que se lo hayan dado al presidente de un país que sigue inmerso en una guerra… ¿no había otra persona que lo mereciera más?), me puse a reflexionar sobre alguna de las diferencias que hay entre España y Estados Unidos, en cuanto a materia social, porque al parecer ellos ya se encargaron de hablar de otros temas, supuestamente más importantes.

Mientras aquí pagamos cada mes una parte de nuestra nómina en concepto de Seguridad Social (lo que nos da acceso a la Sanidad Pública y ¿futuras pensiones?), en Estados Unidos sólo existe la Sanidad Privada, cuyo coste no es precisamente económico si uno no contrata antes un seguro. Dicho así, parece que nosotros estamos en mejor posición que los americanos, pero si se hiciera una encuesta en España acerca del grado de satisfacción de la Sanidad Pública (listas de espera, urgencias, “hay que no era la pierna derecha sino el brazo izquierdo”, etc), y respondiera el 100% de la población, estoy seguro que el porcentaje sería considerablemente bajo.

¿Acaso los trabajadores y empresarios no estaríamos más satisfechos cobrando en efectivo lo que pagamos a la Seguridad Social en la nómina de cada mes? Con una pequeña parte de esos nuevos ingresos, tendríamos suficiente para pagar un buen seguro privado, y aún llegaríamos un poco mejor a fin de mes.

Por otra parte, mientras en Estados Unidos están organizados con los últimos avances de la tecnología para controlar a los delincuentes (ahora que se acerca la fiesta de Halloween, tienen detectados a todos los delincuentes sexuales, información que pueden consultar cualquier padre para proteger a su hijo y evitar que pida caramelos en alguno de esos domicilios. Además, los delincuentes tienen prohibido salir esa noche a la calle, bajo estrictos controles de la policía), en España los delincuentes se toman a broma a la policía, cada vez más, que es lo realmente preocupante. Y sino, sirva como ejemplo que un delincuente que ha sido detenido en múltiples ocasiones sabe que quedará en libertad si el robo no supera los 400 €, o que un menor pueda asesinar tranquilamente, sin importar su grado de consciencia ni la brutalidad de sus actos, que sólo pasará un tiempo en un centro de menores y poco más. No hace falta recordar el reciente y trágico desenlace de Marta del Castillo, cuyo cuerpo aún hoy no ha sido encontrado, y los culpables siguen burlándose de la ley ahora también en los juzgados.

Para colmo, esta semana tenemos otra noticia que pone en evidencia la absoluta incoherencia del Gobierno de nuestro país: El Congreso aprueba la ayuda de 420 euros para los parados que vivan con sus padres.

Cuando leo esto, pienso que tal vez esa ayuda sea más necesaria a las personas con dificultades económicas que ya están independizadas (con lo que eso cuesta hoy en día, sea de alquiler o con hipoteca), y no a muchos jóvenes que ni trabajan ni quieren hacerlo, o trabajan y destinan sus ingresos en fiestas, drogas y caprichos innecesarios, pero aún así ahora se aprovecharán ahora de esa ayuda. Porque inicialmente dicha ayuda era para los parados que habían gastado su paro durante este año… es decir, ya entonces las personas que llevan todo el año buscando trabajo -o trabajando temporalmente en diferentes empresas- sin haber podido cobrar el paro durante el 2009 no pueden acceder a la ayuda, pero sí los que llevan un año cobrando de la sopa boba, viendo desde el sofá de su casa la televisión, alimentando la audiencia de una pandilla de analfabetos (¿m’entiendes?) aún peores que ellos, cómo ganan millones gracias a su aburrimiento.

Si es que por algo siempre hemos sido un país de pandereta… con la derecha, con la izquierda, o tocándonos las narices a dos manos.

Un país de pandereta

Eduardo Cassano
Eduardo Cassano
jueves, 15 de octubre de 2009, 06:03 h (CET)
Aprovechando la visita de Zapatero al nuevo premio Nobel de la Paz (es curioso que se lo hayan dado al presidente de un país que sigue inmerso en una guerra… ¿no había otra persona que lo mereciera más?), me puse a reflexionar sobre alguna de las diferencias que hay entre España y Estados Unidos, en cuanto a materia social, porque al parecer ellos ya se encargaron de hablar de otros temas, supuestamente más importantes.

Mientras aquí pagamos cada mes una parte de nuestra nómina en concepto de Seguridad Social (lo que nos da acceso a la Sanidad Pública y ¿futuras pensiones?), en Estados Unidos sólo existe la Sanidad Privada, cuyo coste no es precisamente económico si uno no contrata antes un seguro. Dicho así, parece que nosotros estamos en mejor posición que los americanos, pero si se hiciera una encuesta en España acerca del grado de satisfacción de la Sanidad Pública (listas de espera, urgencias, “hay que no era la pierna derecha sino el brazo izquierdo”, etc), y respondiera el 100% de la población, estoy seguro que el porcentaje sería considerablemente bajo.

¿Acaso los trabajadores y empresarios no estaríamos más satisfechos cobrando en efectivo lo que pagamos a la Seguridad Social en la nómina de cada mes? Con una pequeña parte de esos nuevos ingresos, tendríamos suficiente para pagar un buen seguro privado, y aún llegaríamos un poco mejor a fin de mes.

Por otra parte, mientras en Estados Unidos están organizados con los últimos avances de la tecnología para controlar a los delincuentes (ahora que se acerca la fiesta de Halloween, tienen detectados a todos los delincuentes sexuales, información que pueden consultar cualquier padre para proteger a su hijo y evitar que pida caramelos en alguno de esos domicilios. Además, los delincuentes tienen prohibido salir esa noche a la calle, bajo estrictos controles de la policía), en España los delincuentes se toman a broma a la policía, cada vez más, que es lo realmente preocupante. Y sino, sirva como ejemplo que un delincuente que ha sido detenido en múltiples ocasiones sabe que quedará en libertad si el robo no supera los 400 €, o que un menor pueda asesinar tranquilamente, sin importar su grado de consciencia ni la brutalidad de sus actos, que sólo pasará un tiempo en un centro de menores y poco más. No hace falta recordar el reciente y trágico desenlace de Marta del Castillo, cuyo cuerpo aún hoy no ha sido encontrado, y los culpables siguen burlándose de la ley ahora también en los juzgados.

Para colmo, esta semana tenemos otra noticia que pone en evidencia la absoluta incoherencia del Gobierno de nuestro país: El Congreso aprueba la ayuda de 420 euros para los parados que vivan con sus padres.

Cuando leo esto, pienso que tal vez esa ayuda sea más necesaria a las personas con dificultades económicas que ya están independizadas (con lo que eso cuesta hoy en día, sea de alquiler o con hipoteca), y no a muchos jóvenes que ni trabajan ni quieren hacerlo, o trabajan y destinan sus ingresos en fiestas, drogas y caprichos innecesarios, pero aún así ahora se aprovecharán ahora de esa ayuda. Porque inicialmente dicha ayuda era para los parados que habían gastado su paro durante este año… es decir, ya entonces las personas que llevan todo el año buscando trabajo -o trabajando temporalmente en diferentes empresas- sin haber podido cobrar el paro durante el 2009 no pueden acceder a la ayuda, pero sí los que llevan un año cobrando de la sopa boba, viendo desde el sofá de su casa la televisión, alimentando la audiencia de una pandilla de analfabetos (¿m’entiendes?) aún peores que ellos, cómo ganan millones gracias a su aburrimiento.

Si es que por algo siempre hemos sido un país de pandereta… con la derecha, con la izquierda, o tocándonos las narices a dos manos.

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