Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | The Washington Post Writers Group
Marie Cocco

La larga mano del dinero contante y sonante

|

WASHINGTON – Hoy no tengo un escándalo sexual para usted. Las debilidades de los políticos y los famosos interesan. Pero en última instancia, tienen poco que ver con el escándalo más longevo y corrosivo de nuestra vida pública. Se desarrolla a plena luz, día tras día.

Millones de dólares salen en tropel de los bolsillos de los poderosos intereses corporativos con destino a las cuentas bancarias de las campañas políticas de los legisladores que a continuación redactan las leyes que determinan las normas de cómo van a ganar dinero estas empresas - o de cómo van a ganar aún más dinero. A continuación entran más torrentes de dinero a través de la actividad directa de la presión política que garantiza que a los mismos legisladores les es recordado, una y otra vez, que los intereses que están financiando sus campañas tienen un favorcillo que pedirles.

El vínculo entre las donaciones de campaña, los grupos de presión política y los resultados que tanto contribuyen a ayudar a los poderosos y muy poco ayudan a los millones de estadounidenses contribuyentes de clase media es archiconocido. Solía considerarse una noticia digna de ser publicada sólo para señalar esto de vez en cuando. Ahora se necesita normalmente de un escándalo de los gordos -- es decir, un legislador o un lobista que transgrede hasta las generosas normas de financiación de campaña y el reglamento que regula la actividad de presión política – para recibir cobertura.

Gran parte del discreto trabajo que se está realizando hoy para documentar esta desgracia nacional es desempeñado por organizaciones sin ánimo de lucro que desde hace tiempo tratan de despertar a la opinión pública y los medios ante este injerto legal.

Últimamente, la Sunlight Foundation se asociaba con el Center for Responsive Politics para realizar un innovador estudio que saca a la luz un entramado de donaciones realizadas por lobistas externos (abogados, procuradores y otros que no trabajan directamente para una empresa o grupo comercial) que realizaban donaciones a los mismos legisladores con los que sus clientes tienen intereses en la reforma sanitaria. Las donaciones realizadas por los lobistas amplían el poder político de las entidades empresariales -- que ya están donando a través de los comités de acción política o de los ejecutivos que organizan los actos de financiación de las campañas.

El Senador de Montana Max Baucus, presidente Demócrata del Comité de Economía del Senado y autor del principal proyecto de ley de revisión de la sanidad que se está considerando en el Senado, es uno de sus principales beneficiarios. Entre enero de 2007 y junio de 2009, muestra el estudio, Baucus recibió donaciones de 37 grupos externos de presión política representantes de Pharmaceutical Research and Manufacturers of America o PhRMA, el principal grupo de presión de la industria farmacéutica, y 36 lobistas que incluyen a la farmacéutica Amgen en su cartera de clientes.

Como grupo, las farmacéuticas eran los principales jugadores del entramado de financiación de las campañas. En total, 61 miembros del Congreso - 39 senadores y 22 miembros de la Cámara - recibían dinero de alrededor de 10 o más lobistas cuyos clientes en la industria farmacéutica o aseguradora también donaban a sus campañas, según dice la Sunlight Foundation.

"Cuando un grupo de presión entra por la puerta, no estamos hablando de una donación de apenas 500 dólares," dice Larry Makinson, investigador permanente de la Sunlight Foundation y principal investigador del estudio. "Hablamos de todo el dineral que pueden meter sus clientes".

Los resultados preliminares son: La industria farmacéutica, en un acuerdo a puerta cerrada con la Casa Blanca Obama, sólo va a aportar 80.000 millones de ahorro en el contexto de la reforma sanitaria. Los cambios que los Demócratas del Congreso han buscado acometer desde hace tiempo - como permitir que el gobierno tenga competencias para negociar importantes descuentos en las recetas de las medicinas de Medicare, igual que hace con Medicaid y el sistema sanitario de los veteranos -- fueron abandonados hace tiempo.

La opinión pública parece haberse hecho la idea. Cada año de elecciones presidenciales, se presta mucha atención a las enormes sumas de dinero recaudado y gastado por los candidatos de los dos partidos. Se pone cierto énfasis en el bazar de intereses corporativos en que se han convertido las convenciones nacionales de los partidos, o los grupos "independientes" -- más o menos afiliados a un partido u otro – que se gastan sumas escandalosas supuestamente sin coordinarse con los candidatos.

Mucho se ha dicho de la supuesta dependencia del Barack Obama candidato de las pequeñas cantidades aportadas por donantes sin grandes recursos para alimentar su campaña. Sin embargo, Obama también recaudó enormes cantidades de dinero de grandes donantes igual que hizo George W. Bush en 2004, según Common Cause.

La lista que compone ese colectivo de supervisión de particulares vinculados a importantes compañías financieras que en el último año donaron dinero suficiente para ingresar en los comités de financiación del partido del candidato es una lista de nombres frecuentes en la crisis financiera: Importantes donaciones a los Demócratas salieron de Citigroup, Goldman Sachs, JPMorgan Chase & Co., Lehman Brothers. La lista Republicana incluye a JPMorgan Chase, Merrill Lynch, Morgan Stanley.

Lea esto, y échese a llorar. Entienda que a menos que el presente sistema de financiación de campaña y presión política sea destruido por completo -- nada de "reformado" tibiamente -- contadas serán las aspiraciones de la opinión pública que podrán sobrevivir a la asfixia del dinero contante y sonante.

La larga mano del dinero contante y sonante

Marie Cocco
Marie Cocco
miércoles, 14 de octubre de 2009, 09:18 h (CET)
WASHINGTON – Hoy no tengo un escándalo sexual para usted. Las debilidades de los políticos y los famosos interesan. Pero en última instancia, tienen poco que ver con el escándalo más longevo y corrosivo de nuestra vida pública. Se desarrolla a plena luz, día tras día.

Millones de dólares salen en tropel de los bolsillos de los poderosos intereses corporativos con destino a las cuentas bancarias de las campañas políticas de los legisladores que a continuación redactan las leyes que determinan las normas de cómo van a ganar dinero estas empresas - o de cómo van a ganar aún más dinero. A continuación entran más torrentes de dinero a través de la actividad directa de la presión política que garantiza que a los mismos legisladores les es recordado, una y otra vez, que los intereses que están financiando sus campañas tienen un favorcillo que pedirles.

El vínculo entre las donaciones de campaña, los grupos de presión política y los resultados que tanto contribuyen a ayudar a los poderosos y muy poco ayudan a los millones de estadounidenses contribuyentes de clase media es archiconocido. Solía considerarse una noticia digna de ser publicada sólo para señalar esto de vez en cuando. Ahora se necesita normalmente de un escándalo de los gordos -- es decir, un legislador o un lobista que transgrede hasta las generosas normas de financiación de campaña y el reglamento que regula la actividad de presión política – para recibir cobertura.

Gran parte del discreto trabajo que se está realizando hoy para documentar esta desgracia nacional es desempeñado por organizaciones sin ánimo de lucro que desde hace tiempo tratan de despertar a la opinión pública y los medios ante este injerto legal.

Últimamente, la Sunlight Foundation se asociaba con el Center for Responsive Politics para realizar un innovador estudio que saca a la luz un entramado de donaciones realizadas por lobistas externos (abogados, procuradores y otros que no trabajan directamente para una empresa o grupo comercial) que realizaban donaciones a los mismos legisladores con los que sus clientes tienen intereses en la reforma sanitaria. Las donaciones realizadas por los lobistas amplían el poder político de las entidades empresariales -- que ya están donando a través de los comités de acción política o de los ejecutivos que organizan los actos de financiación de las campañas.

El Senador de Montana Max Baucus, presidente Demócrata del Comité de Economía del Senado y autor del principal proyecto de ley de revisión de la sanidad que se está considerando en el Senado, es uno de sus principales beneficiarios. Entre enero de 2007 y junio de 2009, muestra el estudio, Baucus recibió donaciones de 37 grupos externos de presión política representantes de Pharmaceutical Research and Manufacturers of America o PhRMA, el principal grupo de presión de la industria farmacéutica, y 36 lobistas que incluyen a la farmacéutica Amgen en su cartera de clientes.

Como grupo, las farmacéuticas eran los principales jugadores del entramado de financiación de las campañas. En total, 61 miembros del Congreso - 39 senadores y 22 miembros de la Cámara - recibían dinero de alrededor de 10 o más lobistas cuyos clientes en la industria farmacéutica o aseguradora también donaban a sus campañas, según dice la Sunlight Foundation.

"Cuando un grupo de presión entra por la puerta, no estamos hablando de una donación de apenas 500 dólares," dice Larry Makinson, investigador permanente de la Sunlight Foundation y principal investigador del estudio. "Hablamos de todo el dineral que pueden meter sus clientes".

Los resultados preliminares son: La industria farmacéutica, en un acuerdo a puerta cerrada con la Casa Blanca Obama, sólo va a aportar 80.000 millones de ahorro en el contexto de la reforma sanitaria. Los cambios que los Demócratas del Congreso han buscado acometer desde hace tiempo - como permitir que el gobierno tenga competencias para negociar importantes descuentos en las recetas de las medicinas de Medicare, igual que hace con Medicaid y el sistema sanitario de los veteranos -- fueron abandonados hace tiempo.

La opinión pública parece haberse hecho la idea. Cada año de elecciones presidenciales, se presta mucha atención a las enormes sumas de dinero recaudado y gastado por los candidatos de los dos partidos. Se pone cierto énfasis en el bazar de intereses corporativos en que se han convertido las convenciones nacionales de los partidos, o los grupos "independientes" -- más o menos afiliados a un partido u otro – que se gastan sumas escandalosas supuestamente sin coordinarse con los candidatos.

Mucho se ha dicho de la supuesta dependencia del Barack Obama candidato de las pequeñas cantidades aportadas por donantes sin grandes recursos para alimentar su campaña. Sin embargo, Obama también recaudó enormes cantidades de dinero de grandes donantes igual que hizo George W. Bush en 2004, según Common Cause.

La lista que compone ese colectivo de supervisión de particulares vinculados a importantes compañías financieras que en el último año donaron dinero suficiente para ingresar en los comités de financiación del partido del candidato es una lista de nombres frecuentes en la crisis financiera: Importantes donaciones a los Demócratas salieron de Citigroup, Goldman Sachs, JPMorgan Chase & Co., Lehman Brothers. La lista Republicana incluye a JPMorgan Chase, Merrill Lynch, Morgan Stanley.

Lea esto, y échese a llorar. Entienda que a menos que el presente sistema de financiación de campaña y presión política sea destruido por completo -- nada de "reformado" tibiamente -- contadas serán las aspiraciones de la opinión pública que podrán sobrevivir a la asfixia del dinero contante y sonante.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto