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La debilidad del aparato parafiscal montado por el partido de la prensa sale a luz cuando se impone la lealtad política

Lealtad de Oscar Tuma y derrota del partido de la prensa

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Decía Gramsci que la prensa es un partido político inorgánico, dado que con frecuencia disputa representatividad a las autoridades electas, de lo cual en Paraguay es un buen ejemplo la prensa que defiende los intereses empresariales del Grupo Zucolillo.

Los medios del empresario de marras, como ABC color, son los que por mucho tiempo han asegurado en Paraguay la existencia de consenso y la fuerza física de los imbéciles, al decir del recordado ideólogo italiano. Todo lo publicado en dichos medios es constantemente influenciado por una sola idea: Servir al interés financiero y empresarial de su propietario, combatiendo los intereses populares, censurando, tergiversando o falsificando para poder engañar, ilusionar y mantener en la ignorancia a la sociedad.

Este andamiaje se ha enfrentado en los últimos tiempos a la propia pérdida del monopolio, con el advenimiento del periodismo digital en tiempo real y las redes sociales, que ha permitido a líderes políticos auténticos desafiar su poder. Con la sola coherencia política, el diputado Oscar Tuma ha logrado derrotar a los poderosos intereses empresariales que buscaban arrebatar a su movimiento la victoria en Capitán Bado, donde el partido de la prensa de Zucolillo intentó malograr el triunfo de Denilso Sánchez.

A través de sus extensas redes sociales, el diputado Oscar Tuma respondió a los injustificados ataques del partido mediático de Zucolillo, denunciando que se trata de un aparato parafiscal y periodístico que direcciona sus denuncias de acuerdo a los intereses del Grupo Empresarial del cual es vocero.

Señaló además que el diario ABC Color se ha caracterizado por perseguir los hechos de corrupción, pero solo si los señalados como corruptos le desagradan, y si el delito es ajeno. En lugar de aplicar la misma dureza con sus amigos, como el Fiscal Marcelo Pecci, lanza campañas para evitar que lo juzguen los organismos competentes como el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Es decir, al diario ABC no le interesa hablar de los hechos de corrupción de los “fiscales amigos”, que integran el andamiaje parafiscal y parapolicial auxiliar a su red periodística.

Las consideraciones de Tuma coinciden con las denuncias del abogado Miguel Mendieta, quien considera que uno de sus defendidos fue señalado como el cabecilla de una banda criminal en un intento del fiscal Marcelo Pecci de “proteger a alguien”. Mendieta declaró que el Fiscal citado elaboró reportes basados en un informe de inteligencia amañado de la SENAD, polémico organismo que hace pocas semanas fue responsable de la muerte de una niña inocente conmocionando al país.

El abogado presentó los informes mencionados, donde las contradicciones son evidentes y quedó claro que el Fiscal Marcelo Pecci actuó de mala fe en el caso de su defendido, buscando encubrir al verdadero criminal con informes fraguados. El diputado Oscar Tuma citó este caso, entre otros, como determinante de una remoción de Pecci, a quien de inmediato el diario-partido de Zucolillo empezó a defender.

En el mismo sentido pueden citarse las denuncias en la Cámara Alta del Senador Víctor Bogado, quien reveló que un periodista al servicio de Zucolillo, es una especie de ministro número diez en la Corte Suprema de Justicia de Paraguay. Este periodista de ABC ofrece protección e impunidad a ciertos magistrados, y extorsiona o amenaza a otros con revivir casos comprometedores, siempre de acuerdo a las conveniencias de los intereses empresariales y financieros de su amo. También señaló que el empresario pisotea las leyes de la república, sancionadas y promulgadas para proteger a los usuarios de telefonía móvil del “vencimiento” de sus saldos, mecanismo con el cual Zucolillo roba multimillonarias sumas a sus propios clientes, en el caso de su empresa de telefonía móvil.

Muchas veces Zucolillo ha pescado en río revuelto, aprovechando de alianzas coyunturales con ciertos políticos que se hacen eco de sus denuncias “periodísticas”. Estos mismos políticos que hacen suyas las denuncias de ABC, ocasionalmente claman la solidaridad de sus colegas de clase cuando a su turno son atacados por el mismo medio cuyas denuncias repiten.

La derrota que Oscar Tuma ha infligido al monopolio mediático con la sola lealtad política, es un ejemplo de que los liderazgos auténticos pueden imponerse al partido de la prensa del cual Zucolillo es cabecilla.

La clave de este triunfo sobre un tirano que supone poder confeccionar una constitución y leyes a la medida, ser representado por gerentes del propio poder económico y mediático en el Poder Legislativo, o integrar una Corte Suprema de Justicia a la medida propia, la había presagiado el sabio pensador que advirtió que dondequiera haya un grano de lealtad, hay un atisbo de libertad.

Lealtad de Oscar Tuma y derrota del partido de la prensa

La debilidad del aparato parafiscal montado por el partido de la prensa sale a luz cuando se impone la lealtad política
Luis Agüero Wagner
viernes, 5 de agosto de 2016, 09:15 h (CET)
Decía Gramsci que la prensa es un partido político inorgánico, dado que con frecuencia disputa representatividad a las autoridades electas, de lo cual en Paraguay es un buen ejemplo la prensa que defiende los intereses empresariales del Grupo Zucolillo.

Los medios del empresario de marras, como ABC color, son los que por mucho tiempo han asegurado en Paraguay la existencia de consenso y la fuerza física de los imbéciles, al decir del recordado ideólogo italiano. Todo lo publicado en dichos medios es constantemente influenciado por una sola idea: Servir al interés financiero y empresarial de su propietario, combatiendo los intereses populares, censurando, tergiversando o falsificando para poder engañar, ilusionar y mantener en la ignorancia a la sociedad.

Este andamiaje se ha enfrentado en los últimos tiempos a la propia pérdida del monopolio, con el advenimiento del periodismo digital en tiempo real y las redes sociales, que ha permitido a líderes políticos auténticos desafiar su poder. Con la sola coherencia política, el diputado Oscar Tuma ha logrado derrotar a los poderosos intereses empresariales que buscaban arrebatar a su movimiento la victoria en Capitán Bado, donde el partido de la prensa de Zucolillo intentó malograr el triunfo de Denilso Sánchez.

A través de sus extensas redes sociales, el diputado Oscar Tuma respondió a los injustificados ataques del partido mediático de Zucolillo, denunciando que se trata de un aparato parafiscal y periodístico que direcciona sus denuncias de acuerdo a los intereses del Grupo Empresarial del cual es vocero.

Señaló además que el diario ABC Color se ha caracterizado por perseguir los hechos de corrupción, pero solo si los señalados como corruptos le desagradan, y si el delito es ajeno. En lugar de aplicar la misma dureza con sus amigos, como el Fiscal Marcelo Pecci, lanza campañas para evitar que lo juzguen los organismos competentes como el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Es decir, al diario ABC no le interesa hablar de los hechos de corrupción de los “fiscales amigos”, que integran el andamiaje parafiscal y parapolicial auxiliar a su red periodística.

Las consideraciones de Tuma coinciden con las denuncias del abogado Miguel Mendieta, quien considera que uno de sus defendidos fue señalado como el cabecilla de una banda criminal en un intento del fiscal Marcelo Pecci de “proteger a alguien”. Mendieta declaró que el Fiscal citado elaboró reportes basados en un informe de inteligencia amañado de la SENAD, polémico organismo que hace pocas semanas fue responsable de la muerte de una niña inocente conmocionando al país.

El abogado presentó los informes mencionados, donde las contradicciones son evidentes y quedó claro que el Fiscal Marcelo Pecci actuó de mala fe en el caso de su defendido, buscando encubrir al verdadero criminal con informes fraguados. El diputado Oscar Tuma citó este caso, entre otros, como determinante de una remoción de Pecci, a quien de inmediato el diario-partido de Zucolillo empezó a defender.

En el mismo sentido pueden citarse las denuncias en la Cámara Alta del Senador Víctor Bogado, quien reveló que un periodista al servicio de Zucolillo, es una especie de ministro número diez en la Corte Suprema de Justicia de Paraguay. Este periodista de ABC ofrece protección e impunidad a ciertos magistrados, y extorsiona o amenaza a otros con revivir casos comprometedores, siempre de acuerdo a las conveniencias de los intereses empresariales y financieros de su amo. También señaló que el empresario pisotea las leyes de la república, sancionadas y promulgadas para proteger a los usuarios de telefonía móvil del “vencimiento” de sus saldos, mecanismo con el cual Zucolillo roba multimillonarias sumas a sus propios clientes, en el caso de su empresa de telefonía móvil.

Muchas veces Zucolillo ha pescado en río revuelto, aprovechando de alianzas coyunturales con ciertos políticos que se hacen eco de sus denuncias “periodísticas”. Estos mismos políticos que hacen suyas las denuncias de ABC, ocasionalmente claman la solidaridad de sus colegas de clase cuando a su turno son atacados por el mismo medio cuyas denuncias repiten.

La derrota que Oscar Tuma ha infligido al monopolio mediático con la sola lealtad política, es un ejemplo de que los liderazgos auténticos pueden imponerse al partido de la prensa del cual Zucolillo es cabecilla.

La clave de este triunfo sobre un tirano que supone poder confeccionar una constitución y leyes a la medida, ser representado por gerentes del propio poder económico y mediático en el Poder Legislativo, o integrar una Corte Suprema de Justicia a la medida propia, la había presagiado el sabio pensador que advirtió que dondequiera haya un grano de lealtad, hay un atisbo de libertad.

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