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Sergio Brosa

Los JJOO a Río

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Me lo malicié en el último instante, cuando por la radio oía al locutor llenar de suspense la apertura del sobre milagroso, como Orson Wells con la invasión de los extraterrestres. Jacques Rogge tiene ya el sobre entre sus dedos, retransmitía el intrépido locutor de RNE. Y en ese instante pensé un tanto compungido, que quienes verdaderamente necesitan los juegos son los brasileños. Y así sucedió.

Atendí disciplinadamente toda la presentación en Copenhagen de la candidatura de Madrid y me pareció impecable. Sólo faltó que Zapatero se arrancara también en inglés, pero creo que sólo lo habla en la intimidad. Y resultó ciertamente muy edificante ver a propios y extraños, políticos antagonistas, empujando por una vez todos en la misma dirección. Y para mayor asombro, era la dirección correcta. ¡La bomba!

Desde que Juan Antonio Samaranch se hizo cargo del COI, se acabaron las penurias para los juegos olímpicos y la competición de aficionados que sólo interesa a sus familiares; como las exhibiciones deportivas escolares. Los JJOO son el mejor revulsivo para acometer las reformas estructurales de las sedes olímpicas, pues además viene con el pan bajo el brazo.

Madrid merece organizar unos juegos olímpicos, por supuesto que sí. Aunque lo que uno merece nada tiene que ver en esto, pues quien realmente los necesita organizar es Río de Janeiro. Será la ocasión para poner tantas cosas en su sitio como la ciudad y todo el país necesita. Brasil está saliendo a flote económicamente desde hace una década, con gran esfuerzo y el toque de formalidad que exige la organización de unos JJOO y el alubión de miles de millones de dólares que les van a caer, va a propiciar un rápido desarrollo de la ciudad, bajo la atenta mirada del CIO que es de los poco organismos internacionales que no atiende a cuestiones políticas sino exclusivamente económicas, a través del deporte.

Creo que resulta de mucho consuelo haber perdido los juegos de 2016 a favor de Río de Janeiro. Hubiese sido muy descorazonador que se los hubiesen adjudicado a Chicago, pues, entre otras cosas, hubiese dado la sensación de que los largos tentáculos de la Casa Blanca –ahora de color– habrían interferido en la elección y eso hubiese sido una rueda de molino muy difícil de tragar.

Brasil está en el décimo lugar mundial en cuanto a PIB pero en el puesto 102 en cuanto a renta per cápita; 10.200 dólares anuales. Mientras España está en el puesto 13 por su PIB pero en el 36 en cuanto a renta per cápita, con 34.700 dólares.

La organización de los juegos habrá de dar la oportunidad a Río de reubicar a tantos miles de habitantes de las favelas, esas infraviviendas que desmerecen la condición humana. Las construcciones que se han de acometer serán el banderín de enganche de tantos parados o empleados en inconfesables oficios que ahora pueblan sus calles. Y ojalá que hagan salir de las alcantarillas a tantos niños como actualmente viven en ellas.

Madrid con su alcalde al frente, se ha volcado en la candidatura que por segunda vez consecutiva ha presentado brillantemente y han puesto toda la carne en el asador; carne de primer orden, por cierto. Pero la designación que a juzgar por el número de votos obtenido por Río con respecto a Madrid ha sido más una designación que una elección, ha estado noblemente acertada. Aceptemos pues, deportiva y noblemente, la elección del COI.

Los JJOO a Río

Sergio Brosa
Sergio Brosa
lunes, 5 de octubre de 2009, 06:26 h (CET)
Me lo malicié en el último instante, cuando por la radio oía al locutor llenar de suspense la apertura del sobre milagroso, como Orson Wells con la invasión de los extraterrestres. Jacques Rogge tiene ya el sobre entre sus dedos, retransmitía el intrépido locutor de RNE. Y en ese instante pensé un tanto compungido, que quienes verdaderamente necesitan los juegos son los brasileños. Y así sucedió.

Atendí disciplinadamente toda la presentación en Copenhagen de la candidatura de Madrid y me pareció impecable. Sólo faltó que Zapatero se arrancara también en inglés, pero creo que sólo lo habla en la intimidad. Y resultó ciertamente muy edificante ver a propios y extraños, políticos antagonistas, empujando por una vez todos en la misma dirección. Y para mayor asombro, era la dirección correcta. ¡La bomba!

Desde que Juan Antonio Samaranch se hizo cargo del COI, se acabaron las penurias para los juegos olímpicos y la competición de aficionados que sólo interesa a sus familiares; como las exhibiciones deportivas escolares. Los JJOO son el mejor revulsivo para acometer las reformas estructurales de las sedes olímpicas, pues además viene con el pan bajo el brazo.

Madrid merece organizar unos juegos olímpicos, por supuesto que sí. Aunque lo que uno merece nada tiene que ver en esto, pues quien realmente los necesita organizar es Río de Janeiro. Será la ocasión para poner tantas cosas en su sitio como la ciudad y todo el país necesita. Brasil está saliendo a flote económicamente desde hace una década, con gran esfuerzo y el toque de formalidad que exige la organización de unos JJOO y el alubión de miles de millones de dólares que les van a caer, va a propiciar un rápido desarrollo de la ciudad, bajo la atenta mirada del CIO que es de los poco organismos internacionales que no atiende a cuestiones políticas sino exclusivamente económicas, a través del deporte.

Creo que resulta de mucho consuelo haber perdido los juegos de 2016 a favor de Río de Janeiro. Hubiese sido muy descorazonador que se los hubiesen adjudicado a Chicago, pues, entre otras cosas, hubiese dado la sensación de que los largos tentáculos de la Casa Blanca –ahora de color– habrían interferido en la elección y eso hubiese sido una rueda de molino muy difícil de tragar.

Brasil está en el décimo lugar mundial en cuanto a PIB pero en el puesto 102 en cuanto a renta per cápita; 10.200 dólares anuales. Mientras España está en el puesto 13 por su PIB pero en el 36 en cuanto a renta per cápita, con 34.700 dólares.

La organización de los juegos habrá de dar la oportunidad a Río de reubicar a tantos miles de habitantes de las favelas, esas infraviviendas que desmerecen la condición humana. Las construcciones que se han de acometer serán el banderín de enganche de tantos parados o empleados en inconfesables oficios que ahora pueblan sus calles. Y ojalá que hagan salir de las alcantarillas a tantos niños como actualmente viven en ellas.

Madrid con su alcalde al frente, se ha volcado en la candidatura que por segunda vez consecutiva ha presentado brillantemente y han puesto toda la carne en el asador; carne de primer orden, por cierto. Pero la designación que a juzgar por el número de votos obtenido por Río con respecto a Madrid ha sido más una designación que una elección, ha estado noblemente acertada. Aceptemos pues, deportiva y noblemente, la elección del COI.

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