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Si optamos por la vía judicial, lo mejor es reclamar de forma colectiva

Por qué nos cuesta tanto poner reclamaciones

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Llegan las vacaciones de verano y con ellas uno de sus clásicos, los problemas con las compañías aéreas. Las modalidades en las que cada año se presentan pueden variar algo, pero el resultado final es el mismo: cientos de pasajeros que sufren retrasos y problemas para trasladarse a su destino. Todo el año esperando ese bien merecido descanso, bien vale que tomemos medidas contra aquellos responsables de que nuestro viaje no salga como lo planificamos.

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Sin embargo, cuando se consulta con las organizaciones de consumidores o con cualquier abogado para poner una reclamación, la sorprendente respuesta es que en España se denuncian poco estas situaciones. No hay hábito de reclamar nuestros derechos como consumidores, más en lo que se refiere a problemas con compañías low cost. Parece que uno de los motivos es que pensamos que no merece la pena el tiempo y esfuerzo que hay que invertir para recuperar el importe de uno de estos billetes baratos.

Nos estamos equivocando. La primera reclamación, la que se pone en el propio aeropuerto, no tiene ningún coste. Se trata de pedir a la compañía el impreso y rellenarlo lo más detalladamente posible (problema, día y hora, datos del viajero y número de vuelo) y adjuntar documentos acreditativos si es posible. Nos quedaremos una copia y estaremos encima, durante los 15 días siguientes, viendo cómo va la gestión. Mejor que se pida la información por escrito para poder aportarla como prueba.

Si optamos por la vía judicial, tanto los bufetes especializados en reclamaciones como las asociaciones de consumidores hablan de la importancia de hacer estas reclamaciones de forma colectiva. Siempre teniendo en cuenta que las reclamaciones inferiores a los 2.000 euros no implican contratación de abogado o procurador, se pueden presentar directamente en el juzgado.

En este último caso protagonizado por Vueling, con cancelaciones y retrasos en vuelos en el Aeropuerto del Prat, los expertos son unánimes, hay que reclamar. La Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, por ejemplo, ha puesto a disposición de todos los afectados un impreso de reclamación judicial gratuito. También se puede recurrir a la agencia estatal AENA.

Para los abogados especializados en este tipo de gestiones es esencial reclamar. Recomiendan usar los servicios de despachos de abogados expertos, tramitándolo de forma conjunta por el mayor número de damnificados posible. El grado de éxito en estos casos suele ser mayor de manera abrumadora, además de que los costes compartidos son mucho más asequibles para cada particular.

Por qué nos cuesta tanto poner reclamaciones

Si optamos por la vía judicial, lo mejor es reclamar de forma colectiva
Redacción
miércoles, 20 de julio de 2016, 17:03 h (CET)
Llegan las vacaciones de verano y con ellas uno de sus clásicos, los problemas con las compañías aéreas. Las modalidades en las que cada año se presentan pueden variar algo, pero el resultado final es el mismo: cientos de pasajeros que sufren retrasos y problemas para trasladarse a su destino. Todo el año esperando ese bien merecido descanso, bien vale que tomemos medidas contra aquellos responsables de que nuestro viaje no salga como lo planificamos.

2007161 1

Sin embargo, cuando se consulta con las organizaciones de consumidores o con cualquier abogado para poner una reclamación, la sorprendente respuesta es que en España se denuncian poco estas situaciones. No hay hábito de reclamar nuestros derechos como consumidores, más en lo que se refiere a problemas con compañías low cost. Parece que uno de los motivos es que pensamos que no merece la pena el tiempo y esfuerzo que hay que invertir para recuperar el importe de uno de estos billetes baratos.

Nos estamos equivocando. La primera reclamación, la que se pone en el propio aeropuerto, no tiene ningún coste. Se trata de pedir a la compañía el impreso y rellenarlo lo más detalladamente posible (problema, día y hora, datos del viajero y número de vuelo) y adjuntar documentos acreditativos si es posible. Nos quedaremos una copia y estaremos encima, durante los 15 días siguientes, viendo cómo va la gestión. Mejor que se pida la información por escrito para poder aportarla como prueba.

Si optamos por la vía judicial, tanto los bufetes especializados en reclamaciones como las asociaciones de consumidores hablan de la importancia de hacer estas reclamaciones de forma colectiva. Siempre teniendo en cuenta que las reclamaciones inferiores a los 2.000 euros no implican contratación de abogado o procurador, se pueden presentar directamente en el juzgado.

En este último caso protagonizado por Vueling, con cancelaciones y retrasos en vuelos en el Aeropuerto del Prat, los expertos son unánimes, hay que reclamar. La Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, por ejemplo, ha puesto a disposición de todos los afectados un impreso de reclamación judicial gratuito. También se puede recurrir a la agencia estatal AENA.

Para los abogados especializados en este tipo de gestiones es esencial reclamar. Recomiendan usar los servicios de despachos de abogados expertos, tramitándolo de forma conjunta por el mayor número de damnificados posible. El grado de éxito en estos casos suele ser mayor de manera abrumadora, además de que los costes compartidos son mucho más asequibles para cada particular.

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