Tras dos jornadas disputadas de la Liga, podemos ver ya el poderío demostrado por los dos equipos catalogados como poderosos, es decir, el Barcelona y el Real Madrid, eso sí, cada uno a su manera. No sería justo olvidar el arranque del Valencia, un conjunto que después de mantener a sus estrellas, está llamado a ponérselo difícil a los anteriormente citados, y de un Athletic que ya firmaría acabar cuarto a final de temporada. La nota negativa en este arranque de la competición doméstica se la lleva sin lugar a dudas el Atlético, que probablemente esté pagando el malestar entre la afición y los mandatarios del club.
Lo que está claro es que este año tiene pinta de cumplirse el mismo guión que en temporadas anteriores. Los protagonistas principales siguen estando un escalón por encima y se distancian del resto aún más cada Liga. El Barcelona continúa jugando a las mil maravillas y además, ha incorporado un pedazo de jugador como es Ibrahimovic. Este conjunto catalán, que no olvidemos, lleva cinco títulos consecutivos, puede marcar una época gloriosa. Es aquí donde el Real Madrid debe y tiene que decir algo para acabar con la hegemonía de los culés. Nadie puede debatir que el juego de los blancos dista mucho de los blaugrana, pero este Madrid no es el mismo que el de la 2008/09.
El Madrid no sólo tiene la obligación de ganar, debe deleitar a una parroquia que echa mucho de menos ver buen fútbol y con la envidia de ver a su eterno rival jugando como los ángeles. De momento, esto no lo ha conseguido con regularidad, simplemente vive de momentos esporádicos y de las genialidades de sus excepcionales jugadores. La plantilla madridista esta temporada cuando le echas un vistazo, puede llegar a dar miedo dada la calidad que atesoran sus jugadores, pero ese elenco de futbolistas necesitan tener un estilo de juego, es decir, saber a qué juegan.
Creo que Pellegrini está suficientemente capacitado para hacer que su equipo tenga una filosofía personalizada de cómo jugar al fútbol y de momento, ha conseguido varias cosas meritorias, primero, atreverse a dejar en el banquillo a Raúl y segundo, que las rotaciones tengan un efecto positivo y no se enfaden las vacas sagradas del vestuario. El día que los Kaká, Cristiano Ronaldo, Benzema, Xabi Alonso, Higuaín, Lass, Pepe, Albiol, Arbeloa, Marcelo, Casillas, etc., estén compenetrados, el Barcelona deberá tener de verdad miedo.
Si todo continúa según el mismo patrón de estas últimas campañas, el Barcelona y el Real Madrid se distanciarán tarde o temprano de equipos como el Sevilla, Valencia, Atlético o Villarreal, sin embargo, los madridistas esta campaña están capacitados por plantilla para ponérselo complicado al que hoy en día, mejor juega al fútbol.
