Después de esta entradilla puedo hablar de cualquier cosa, hecho o actitud que nos rodea. Por ejemplo: el terrorismo; no cabe en mi mente que un ser humano piense o realice la masacre de Niza, en plenas celebraciones de la fiesta nacional francesa en la Costa Azul. No hace muchos años pude ver los fuegos artificiales desde aquellas playas un 15 de Julio. Pero de este tema me niego a hablar más. No entiendo a esta generación.
Desde lo más cotidiano, me tropiezo con una noticia publicada en la prensa local, referente a una enfermera superada por la responsabilidad y la acumulación de trabajo. Esta circunstancia la he podido vivir en primera persona. Hospitales viejos, colas descomunales, administrativos escasos. Un autentico caos que se diluye cuando se traspasa las puertas de las consultas o quirófanos donde todo es amabilidad, cariño y dedicación.
Los sanitarios se esmeran en atenderte con prontitud… pero a renglón seguido, pierdes más de dos horas en una cola para que te ponga un sellito uno de los dos administrativas que se dedican a ello frente a una multitud de cientos de pacientes. Los papeles se amontonan, la gente se desespera y cualquier día se amotinará. Comprendo que no hay presupuestos, pero me pregunto: ¿Cuántos administrativos hay cobrando el desempleo que se pueden contratar para cubrir las bajas vacacionales o de todo tipo? Pienso que no se incrementa el presupuesto y el contratado recibe su salario ganado con el trabajo, no con el desempleo. Mientras los políticos se vetan y no se votan por unas barbas o una coleta más o menos. “Pa romperse el traje”.
Mi buena noticia de hoy. La tengo en mi mente desde hace días. La imagen de un chiquillo portugués abrazando a un forofo francés tras la derrota de la France en el campeonato de Europa de Naciones.
Una imagen que reconforta y me hace creer que lo de Niza o lo de la mala leche en general, es una cosa pasajera. Dios mediante. Lo de Turquía es harina de otro costal.