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Etiquetas | Política | Podemos
Si los nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos vienen a regenerar la política española, ¿no deberían evitar el tradicional “y tú más”?

Reductio ad Bárcenas

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Cualquiera que entre en redes sociales habrá percibido que es casi imposible cuestionar nada de los partidos que han venido a salvarnos a todos de la “vieja política” sin recibir un aluvión de improperios por parte de sus más afines seguidores.

El caso de Podemos hay que darlo por perdido, de un partido cuyo líder ha definido a Otegi como un “hombre de paz” y que pedía “disculpas por no partirle la cara a esos fachas” lo único que se puede esperar de muchos de sus seguidores en las redes, es lo que hacen, insultos y amenazas.

El caso de Ciudadanos es más curioso. Han llegado a nosotros como regeneradores de la política, como un partido moralmente superior per se y casi como salvadores de la patria.

Este discurso que muchos creímos (yo la primera) y que bastantes todavía suscriben, se contradice tanto con los hechos que es un fenómeno curioso para analizar.

Regeneración implicaría una mínima autocrítica, algo que después del batacazo de las últimas generales parece que no se ha hecho. Por lo que parece todo el mundo ha tenido la culpa de la bajada de escaños menos sus decisiones políticas y sus actuaciones. Responsables son por lo visto, La Ley de d'Hondt, la polarización PP-Podemos y la fecha de las elecciones.

Regeneración debería conllevar un nuevo lenguaje y aunque es cierto que se les da bien, sobre todo a su líder, repetir una consigna una y otra vez ,venga o no al caso, lo cierto es que las respuestas que nos podemos encontrar estos días en las redes sociales suenan bastante manidas.

Leo una noticia en la prensa sobre una presunta estructura que el partido ha creado para cobrar servicios a los grupos municipales. Cosa que de ser cierta (desconozco este hecho) supondría una vulneración de la Ley de financiación de partidos.

Hasta aquí, una noticia más que de la que habrá que esperar que se aclare su veracidad.

Lo llamativo es la respuesta que los afines del partido naranja dan en un gran porcentaje cuando se les pregunta sobre este tema, nombrar a Bárcenas.

He visto nombrar al ex tesorero del PP en tantas ocasiones a lo largo del día de hoy que hasta me he decidido a nombrar este fenómeno: “Reductio ad Bárcenas” que significa que algunos creen que no es necesario demostrar la honradez propia si puede demostrar la corrupción de el de enfrente. Lo que viene siendo el “y tú más” político de toda la vida.

El Partido Popular tiene muchos motivos para criticarlo pero el argumento de Bárcenas está ya superado y limitarse a sacarlo una y otra vez para no enfrentarse a las críticas propias define bastante al que lo utiliza.

Siempre he pensado que la superioridad moral no se tiene otorgada por designio divino, se demuestra en cada acción pero quizás lleve toda la vida equivocada, y quizás la clave es buscar la bajeza y la suciedad en los demás para poder elevarte sobre todos con aire de inmaculada grandeza.

El problema va a estar en que si vamos a terceras elecciones, a este paso los sufridos votantes ya no vamos a saber diferenciar la “vieja” de la “nueva” política.

¡Espabilen!

Reductio ad Bárcenas

Si los nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos vienen a regenerar la política española, ¿no deberían evitar el tradicional “y tú más”?
Iria Bouzas Álvarez
viernes, 15 de julio de 2016, 08:01 h (CET)
Cualquiera que entre en redes sociales habrá percibido que es casi imposible cuestionar nada de los partidos que han venido a salvarnos a todos de la “vieja política” sin recibir un aluvión de improperios por parte de sus más afines seguidores.

El caso de Podemos hay que darlo por perdido, de un partido cuyo líder ha definido a Otegi como un “hombre de paz” y que pedía “disculpas por no partirle la cara a esos fachas” lo único que se puede esperar de muchos de sus seguidores en las redes, es lo que hacen, insultos y amenazas.

El caso de Ciudadanos es más curioso. Han llegado a nosotros como regeneradores de la política, como un partido moralmente superior per se y casi como salvadores de la patria.

Este discurso que muchos creímos (yo la primera) y que bastantes todavía suscriben, se contradice tanto con los hechos que es un fenómeno curioso para analizar.

Regeneración implicaría una mínima autocrítica, algo que después del batacazo de las últimas generales parece que no se ha hecho. Por lo que parece todo el mundo ha tenido la culpa de la bajada de escaños menos sus decisiones políticas y sus actuaciones. Responsables son por lo visto, La Ley de d'Hondt, la polarización PP-Podemos y la fecha de las elecciones.

Regeneración debería conllevar un nuevo lenguaje y aunque es cierto que se les da bien, sobre todo a su líder, repetir una consigna una y otra vez ,venga o no al caso, lo cierto es que las respuestas que nos podemos encontrar estos días en las redes sociales suenan bastante manidas.

Leo una noticia en la prensa sobre una presunta estructura que el partido ha creado para cobrar servicios a los grupos municipales. Cosa que de ser cierta (desconozco este hecho) supondría una vulneración de la Ley de financiación de partidos.

Hasta aquí, una noticia más que de la que habrá que esperar que se aclare su veracidad.

Lo llamativo es la respuesta que los afines del partido naranja dan en un gran porcentaje cuando se les pregunta sobre este tema, nombrar a Bárcenas.

He visto nombrar al ex tesorero del PP en tantas ocasiones a lo largo del día de hoy que hasta me he decidido a nombrar este fenómeno: “Reductio ad Bárcenas” que significa que algunos creen que no es necesario demostrar la honradez propia si puede demostrar la corrupción de el de enfrente. Lo que viene siendo el “y tú más” político de toda la vida.

El Partido Popular tiene muchos motivos para criticarlo pero el argumento de Bárcenas está ya superado y limitarse a sacarlo una y otra vez para no enfrentarse a las críticas propias define bastante al que lo utiliza.

Siempre he pensado que la superioridad moral no se tiene otorgada por designio divino, se demuestra en cada acción pero quizás lleve toda la vida equivocada, y quizás la clave es buscar la bajeza y la suciedad en los demás para poder elevarte sobre todos con aire de inmaculada grandeza.

El problema va a estar en que si vamos a terceras elecciones, a este paso los sufridos votantes ya no vamos a saber diferenciar la “vieja” de la “nueva” política.

¡Espabilen!

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