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A gobernar un país se llega con la lección bien aprendida, dejando los experimentos para las vacaciones

La noria sigue dando vueltas

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Después de las pasadas elecciones, los votantes han expresado otra vez como quieren que sea el gobierno que dirija el país durante el mayor tiempo estable, a ser posible cuatro años, coalición, coalición, sin tener que llegar a unas terceras elecciones con las que demostraríamos ser auténticos cerriles políticos, hazmerreir del mundo y fracaso total, imposible de llegar a acuerdos para fortalecer nuestra democracia, compatibilizar ideas, dejar de estar en funciones y poner en marcha de nuevo el mecanismo institucional del gobierno.

Ahora, aunque de palabra no se hable de líneas rojas siguen poniendo vigas bajo las ruedas del partido ganador. Todos dicen pensar en el bien de los españoles, pero solo piensan en ellos mismos, de forma descarada, en cómo alcanzar poder. Los gobernantes narcisistas nunca dan buen resultado, el hecho de estar siempre mirándose el ombligo les hacen no avanzar y quedar estancados en su propia insensatez.

El PSOE, con su iluminado representante a la cabeza, sigue sin facilitar las bases de una posible formación para un gobierno estable, no comprendo cómo siendo un partido de alternancia política necesaria, tan importante al mando como en la oposición, los llamados barones con experiencia política y de gobierno no le obligan, porque motu proprio ya ha demostrado lo que da de sí, a portarse como un verdadero responsable y le enseñan las normas políticas de conducta a seguir.

Ciudadanos, tanto en campaña como después de las elecciones, ha demostrado ser un colegial sin experiencia ninguna y con muy pocos recursos. Llevado por su voluntad reformista y de cambio no quiere sentarse a dialogar y ponerse de acuerdo en las reformas necesarias que acucian a la sociedad española. ¿Con qué razonamiento y con qué cara adopta esa aptitud? La campaña ya se terminó. Pura contradicción no se si por falta de veteranía o por exceso de orgullo y vanidad en cualquier caso insensatez mayúscula, pues no se da cuenta que habiendo quedado el cuarto en escaños con una diferencia sustancial con la primer fuerza política debe ayudar a formar gobierno en vez de pataletas absurdas e infantiles manteniendo el veto de Rajoy y ya que presume del número de votantes que ha sacado, que los ponga en valor haciendo una buena negociación.

Visto el modo de pensar que siguen teniendo los principales partidos yo sugeriría a M. Rajoy, en caso de gobernar en minoría, y como ya se oyen voces de que los sindicatos están preparando manifestaciones para este otoño, (es decir, de que se trata que me opongo), sin saber, pero hay que dar guerra, que hiciese público lo que exige hacer Bruselas, las reformas que debe llevar a cabo en nuestra sociedad, que urgen, así como el modo de hacerlo, de tal modo que todos los ciudadanos supiésemos que partidos son los que verdaderamente quieren progreso y reformas al apoyarlo y quién no. Porque ambas cosas lo utilizan como mantra los demagogos emergentes y es algo que todos están/amos a favor de ellas.

Me apena pensar que para tener un gobierno estable hace falta sacar mayoría absoluta, porque los que se hacen llamar nuestros representantes no son capaces de llegar a acuerdos en cuestiones tan importantes para el buen funcionamiento de nuestro país, primando el yo en vez de nosotros.

Claro, que todo esto se veía venir, pues la falta de valores, de estudio, esfuerzo, perseverancia, instalada en nuestra ciudadanía desde los cambios, todos a peor, de la enseñanza, hace que de esos polvos salgan estos lodos que enfangan desde la familia, base de toda sociedad a la que se le vitupera denodadamente, hasta nuestros representantes parlamentarios.

A gobernar un país hay que llegar con la lección bien aprendida y dejar los experimentos para jugar en vacaciones.

La noria sigue dando vueltas

A gobernar un país se llega con la lección bien aprendida, dejando los experimentos para las vacaciones
Carmen Muñoz
viernes, 1 de julio de 2016, 01:03 h (CET)
Después de las pasadas elecciones, los votantes han expresado otra vez como quieren que sea el gobierno que dirija el país durante el mayor tiempo estable, a ser posible cuatro años, coalición, coalición, sin tener que llegar a unas terceras elecciones con las que demostraríamos ser auténticos cerriles políticos, hazmerreir del mundo y fracaso total, imposible de llegar a acuerdos para fortalecer nuestra democracia, compatibilizar ideas, dejar de estar en funciones y poner en marcha de nuevo el mecanismo institucional del gobierno.

Ahora, aunque de palabra no se hable de líneas rojas siguen poniendo vigas bajo las ruedas del partido ganador. Todos dicen pensar en el bien de los españoles, pero solo piensan en ellos mismos, de forma descarada, en cómo alcanzar poder. Los gobernantes narcisistas nunca dan buen resultado, el hecho de estar siempre mirándose el ombligo les hacen no avanzar y quedar estancados en su propia insensatez.

El PSOE, con su iluminado representante a la cabeza, sigue sin facilitar las bases de una posible formación para un gobierno estable, no comprendo cómo siendo un partido de alternancia política necesaria, tan importante al mando como en la oposición, los llamados barones con experiencia política y de gobierno no le obligan, porque motu proprio ya ha demostrado lo que da de sí, a portarse como un verdadero responsable y le enseñan las normas políticas de conducta a seguir.

Ciudadanos, tanto en campaña como después de las elecciones, ha demostrado ser un colegial sin experiencia ninguna y con muy pocos recursos. Llevado por su voluntad reformista y de cambio no quiere sentarse a dialogar y ponerse de acuerdo en las reformas necesarias que acucian a la sociedad española. ¿Con qué razonamiento y con qué cara adopta esa aptitud? La campaña ya se terminó. Pura contradicción no se si por falta de veteranía o por exceso de orgullo y vanidad en cualquier caso insensatez mayúscula, pues no se da cuenta que habiendo quedado el cuarto en escaños con una diferencia sustancial con la primer fuerza política debe ayudar a formar gobierno en vez de pataletas absurdas e infantiles manteniendo el veto de Rajoy y ya que presume del número de votantes que ha sacado, que los ponga en valor haciendo una buena negociación.

Visto el modo de pensar que siguen teniendo los principales partidos yo sugeriría a M. Rajoy, en caso de gobernar en minoría, y como ya se oyen voces de que los sindicatos están preparando manifestaciones para este otoño, (es decir, de que se trata que me opongo), sin saber, pero hay que dar guerra, que hiciese público lo que exige hacer Bruselas, las reformas que debe llevar a cabo en nuestra sociedad, que urgen, así como el modo de hacerlo, de tal modo que todos los ciudadanos supiésemos que partidos son los que verdaderamente quieren progreso y reformas al apoyarlo y quién no. Porque ambas cosas lo utilizan como mantra los demagogos emergentes y es algo que todos están/amos a favor de ellas.

Me apena pensar que para tener un gobierno estable hace falta sacar mayoría absoluta, porque los que se hacen llamar nuestros representantes no son capaces de llegar a acuerdos en cuestiones tan importantes para el buen funcionamiento de nuestro país, primando el yo en vez de nosotros.

Claro, que todo esto se veía venir, pues la falta de valores, de estudio, esfuerzo, perseverancia, instalada en nuestra ciudadanía desde los cambios, todos a peor, de la enseñanza, hace que de esos polvos salgan estos lodos que enfangan desde la familia, base de toda sociedad a la que se le vitupera denodadamente, hasta nuestros representantes parlamentarios.

A gobernar un país hay que llegar con la lección bien aprendida y dejar los experimentos para jugar en vacaciones.

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