Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Baloncesto
Etiquetas | Real Madrid | Barcelona | LIGA ENDESA
El cuadro de Laso suma su 33ª título de Liga ACB certificando su dominio absoluto en el baloncesto español y su apuesta por un baloncesto vivaz y brillante, teniendo como máximo exponente a Sergio Llull, coronado como MVP de la final de Liga Endesa

El Real Madrid de Laso y Llull aumenta su leyenda tras ganar la Liga Endesa (91-84)

|

2306162

No era cuestión de adivinos. Sólo de examinar el desarrollo de los últimos enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona. La defensa era determinante. El Barcelona aprendió de sus errores y mostró que saben cómo contener al Real Madrid. Nada de velocidad. Ni tampoco de fluidez en movimientos del balón. Ni siquiera en tiros cómodos. Ni esa puntería certera desde el perímetro (0 de 5). El Barcelona controló estos aspectos. Sólo concedió 19 puntos en contra en el primer cuarto. Se cortaba la sangría. Incluso se ponía en valor esta defensa cuando se había alcanzado la cifra de 26 puntos en su casillero, con un inspirado Tomic (9 puntos). El Real Madrid no sólo no estaba cómodo a consecuencia de esa defensa. Había cierta ansiedad. Fantasmas del pasado. Final de 2012. Misma situación y desenlace trágico. Había aires de miedo a desaprovechar su ocasión.

El Barcelona se había adentrado en el encuentro con mejor disposición. Y sus números empezaban a ser buenos: 19-30 nada más comenzar el segundo cuarto. Iba con viento a favor. Entonces, surgió ese otro elemento que suele acaparar el protagonismo en estas citas cardíacas: el coraje ganador del Real Madrid. Nunca saben darse por vencidos. Son ganadores. Quizá no sólo era una cuestión de soltar nervios, sino de enfrentarse a un desafío de más altura. En un visto y no visto, el Real Madrid recuperó su sonrisa. Quizá el público tuvo mucho mérito. Les llevaba en volandas. Y se volvió a defender -Nocioni es un valor al alza; Reyes siempre es fiel- con más energía y a firmar transiciones rápidas y con criterio. El ‘Chacho’ sabe de esos temas. Y, cómo no, aparecieron esos canastas de tres: dos consecutivas de Llull (10 puntos al descanso), que sumado a otro de Rudy Fernández, elevaron al Real Madrid por encima del Barcelona (36-34).

El equipo de Laso estaba en ebullición. Se dejaban el alma ante un Barcelona que demostró no asustarse, como sucedió en otros momentos de esta serie. Quedaban algunas incógnitas en el aire: ¿era bueno para el Barcelona plantear un encuentro a ver quién es capaz de anotar más puntos? ¿Qué pasaría si Tomic (13 puntos al descanso en 12 minutos en juego) dejaba de anotar? Y en el Real Madrid, encorajinado también por un discutido arbitraje (muchas protestas ante acciones de pasos y dobles de Navarro), ¿se templaría esa ansiedad o se continuaría apretando el acelerador? Dudas a resolver en los dos siguientes, y apasionados, cuartos. Al descanso, tras comprobar esas dos caras de cada equipo, todo estaba en equilibrio: 45-47 (51 a 55 en valoración; e igualdad rotunda en porcentajes de 2 y de 3, con un 60% y un 33%, respectivamente).

Llull rompe la final
Tampoco es cuestión de adivinos el presagiar que este tipo de encuentros están reservados para jugadores de otra época. Es decir, para un jugador como Sergio Llull. El 23 se echó el equipo a su espalda. Tomó toda la responsabilidad y ofreció un verdadero recital durante el tercer cuarto. Sinfonía pura. Movió al equipo, asistió a sus compañeros y anotó cuando y como quiso (7 puntos en el cuarto para cerrarlo con 17 en su casillero). El Barcelona no pudo frenarle. Oleson todavía anda renqueante de su cadera. Ni siquiera esos últimos coletazos de calidad de Navarro (se convirtió en el máximo anotador histórico de los ‘Play-Off’ con 1.865 puntos, superando a Villacampa). Era el momento de Llull. Y como el balear tiene un coraje inigualable, el Real Madrid se cerró en defensa, Ayón empezó a dominar los aros, Thompkins siguió demostrando que sabe jugarle a los azulgranas (7 puntos en el cuarto) y el marcador se abrió en beneficio blanco: 70-63. Quedaba poco más de un minuto para el final del tercer cuarto. Tres minutos antes, había un empate a 63. El tercer acto se cerró con un 72-65. La máxima blanca en toda la noche.

Navarro., sólo no es suficiente
El Barcelona continuaba, no obstante, en el encuentro. Sustentado en Tomic (16 puntos en ese momento) y en Navarro y Satoransky. Pero sus biorritmos no eran los mismos (73 contra 87 de los chicos de Laso). Y tenían ante sí una nueva prueba: no caerse y devolver el golpe al Real Madrid. Era un reto. Era un momento de no retorno. ¿Lo conseguiría? El cuarto avanzaba como una película de miedo. De susto en susto. Con lentitud. Y con un 74-70 a siete minutos de la conclusión. Todo abierto. El Barcelona aguantaba el pulso. Dos minutos después, todo seguía igual. Había fallo tras fallo. Como los de ‘Chacho’ y Rudy. El Barcelona se acercó con un 74-73, pero el canario recuperó su crédito con un triple (77-73). Quedaban algo más de cuatro minutos para la conclusión. Máxima tensión. Volvía entonces a pista Sergio Llull (80-75). Y el ‘Chacho’ continúo desde el perímetro anotando: 83-77. Sólo Navarro tomaba responsabilidades en el Barcelona. Tomic estaba seco. Satoransky, también.

A falta de dos minutos, Llull volvió a anotar después de convertir la pista en una autopista (85-79). Y Thompkins elevó la apuesta al blanco con una canasta de hombre alto: 87-80. Gran serie la suya. Quedaba un minuto y medio. El Real Madrid decidió complicarse el camino cediendo puntos sencillos hasta un 87-84 a falta de 56 segundos. Más de un corazón se alteró. Rudy, entonces, anotó dos puntos desde el tiro libre. Y Llull redondeó su faena. El Palacio de los Deportes vibraba cómo nunca. O mejor dicho, como viene haciendo desde que Laso ocupa el banquillo del Real Madrid. Los títulos caen en cascada. Ya van doce títulos y siguen haciendo historia: no había dos títulos consecutivos de Liga Endesa desde 1994 y dos dobletes desde 1986. Con esta renovación de la corona de campéon, el Real Madrid cierra otro curso de éxitos tras sus triunfos en Copa Intercontinental y Copa del Rey. Este Real Madrid, con un genio como Llull, es un equipo, un grupo, una familia de otra galaxia. ¡Son los campeones!

El Real Madrid de Laso y Llull aumenta su leyenda tras ganar la Liga Endesa (91-84)

El cuadro de Laso suma su 33ª título de Liga ACB certificando su dominio absoluto en el baloncesto español y su apuesta por un baloncesto vivaz y brillante, teniendo como máximo exponente a Sergio Llull, coronado como MVP de la final de Liga Endesa
Rafael Merino
miércoles, 22 de junio de 2016, 22:25 h (CET)

2306162

No era cuestión de adivinos. Sólo de examinar el desarrollo de los últimos enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona. La defensa era determinante. El Barcelona aprendió de sus errores y mostró que saben cómo contener al Real Madrid. Nada de velocidad. Ni tampoco de fluidez en movimientos del balón. Ni siquiera en tiros cómodos. Ni esa puntería certera desde el perímetro (0 de 5). El Barcelona controló estos aspectos. Sólo concedió 19 puntos en contra en el primer cuarto. Se cortaba la sangría. Incluso se ponía en valor esta defensa cuando se había alcanzado la cifra de 26 puntos en su casillero, con un inspirado Tomic (9 puntos). El Real Madrid no sólo no estaba cómodo a consecuencia de esa defensa. Había cierta ansiedad. Fantasmas del pasado. Final de 2012. Misma situación y desenlace trágico. Había aires de miedo a desaprovechar su ocasión.

El Barcelona se había adentrado en el encuentro con mejor disposición. Y sus números empezaban a ser buenos: 19-30 nada más comenzar el segundo cuarto. Iba con viento a favor. Entonces, surgió ese otro elemento que suele acaparar el protagonismo en estas citas cardíacas: el coraje ganador del Real Madrid. Nunca saben darse por vencidos. Son ganadores. Quizá no sólo era una cuestión de soltar nervios, sino de enfrentarse a un desafío de más altura. En un visto y no visto, el Real Madrid recuperó su sonrisa. Quizá el público tuvo mucho mérito. Les llevaba en volandas. Y se volvió a defender -Nocioni es un valor al alza; Reyes siempre es fiel- con más energía y a firmar transiciones rápidas y con criterio. El ‘Chacho’ sabe de esos temas. Y, cómo no, aparecieron esos canastas de tres: dos consecutivas de Llull (10 puntos al descanso), que sumado a otro de Rudy Fernández, elevaron al Real Madrid por encima del Barcelona (36-34).

El equipo de Laso estaba en ebullición. Se dejaban el alma ante un Barcelona que demostró no asustarse, como sucedió en otros momentos de esta serie. Quedaban algunas incógnitas en el aire: ¿era bueno para el Barcelona plantear un encuentro a ver quién es capaz de anotar más puntos? ¿Qué pasaría si Tomic (13 puntos al descanso en 12 minutos en juego) dejaba de anotar? Y en el Real Madrid, encorajinado también por un discutido arbitraje (muchas protestas ante acciones de pasos y dobles de Navarro), ¿se templaría esa ansiedad o se continuaría apretando el acelerador? Dudas a resolver en los dos siguientes, y apasionados, cuartos. Al descanso, tras comprobar esas dos caras de cada equipo, todo estaba en equilibrio: 45-47 (51 a 55 en valoración; e igualdad rotunda en porcentajes de 2 y de 3, con un 60% y un 33%, respectivamente).

Llull rompe la final
Tampoco es cuestión de adivinos el presagiar que este tipo de encuentros están reservados para jugadores de otra época. Es decir, para un jugador como Sergio Llull. El 23 se echó el equipo a su espalda. Tomó toda la responsabilidad y ofreció un verdadero recital durante el tercer cuarto. Sinfonía pura. Movió al equipo, asistió a sus compañeros y anotó cuando y como quiso (7 puntos en el cuarto para cerrarlo con 17 en su casillero). El Barcelona no pudo frenarle. Oleson todavía anda renqueante de su cadera. Ni siquiera esos últimos coletazos de calidad de Navarro (se convirtió en el máximo anotador histórico de los ‘Play-Off’ con 1.865 puntos, superando a Villacampa). Era el momento de Llull. Y como el balear tiene un coraje inigualable, el Real Madrid se cerró en defensa, Ayón empezó a dominar los aros, Thompkins siguió demostrando que sabe jugarle a los azulgranas (7 puntos en el cuarto) y el marcador se abrió en beneficio blanco: 70-63. Quedaba poco más de un minuto para el final del tercer cuarto. Tres minutos antes, había un empate a 63. El tercer acto se cerró con un 72-65. La máxima blanca en toda la noche.

Navarro., sólo no es suficiente
El Barcelona continuaba, no obstante, en el encuentro. Sustentado en Tomic (16 puntos en ese momento) y en Navarro y Satoransky. Pero sus biorritmos no eran los mismos (73 contra 87 de los chicos de Laso). Y tenían ante sí una nueva prueba: no caerse y devolver el golpe al Real Madrid. Era un reto. Era un momento de no retorno. ¿Lo conseguiría? El cuarto avanzaba como una película de miedo. De susto en susto. Con lentitud. Y con un 74-70 a siete minutos de la conclusión. Todo abierto. El Barcelona aguantaba el pulso. Dos minutos después, todo seguía igual. Había fallo tras fallo. Como los de ‘Chacho’ y Rudy. El Barcelona se acercó con un 74-73, pero el canario recuperó su crédito con un triple (77-73). Quedaban algo más de cuatro minutos para la conclusión. Máxima tensión. Volvía entonces a pista Sergio Llull (80-75). Y el ‘Chacho’ continúo desde el perímetro anotando: 83-77. Sólo Navarro tomaba responsabilidades en el Barcelona. Tomic estaba seco. Satoransky, también.

A falta de dos minutos, Llull volvió a anotar después de convertir la pista en una autopista (85-79). Y Thompkins elevó la apuesta al blanco con una canasta de hombre alto: 87-80. Gran serie la suya. Quedaba un minuto y medio. El Real Madrid decidió complicarse el camino cediendo puntos sencillos hasta un 87-84 a falta de 56 segundos. Más de un corazón se alteró. Rudy, entonces, anotó dos puntos desde el tiro libre. Y Llull redondeó su faena. El Palacio de los Deportes vibraba cómo nunca. O mejor dicho, como viene haciendo desde que Laso ocupa el banquillo del Real Madrid. Los títulos caen en cascada. Ya van doce títulos y siguen haciendo historia: no había dos títulos consecutivos de Liga Endesa desde 1994 y dos dobletes desde 1986. Con esta renovación de la corona de campéon, el Real Madrid cierra otro curso de éxitos tras sus triunfos en Copa Intercontinental y Copa del Rey. Este Real Madrid, con un genio como Llull, es un equipo, un grupo, una familia de otra galaxia. ¡Son los campeones!

Noticias relacionadas

El Betis Baloncesto falló en el momento clave. O, mejor dicho, un Covirán Granada guerrero y voluntarioso le hizo fallar, hasta el punto de meterlo en un lío del que probablemente no vaya a salir. Los granadinos, que perdían hasta por nueve puntos a menos de cuarto y medio para el final, se repusieron hasta el punto de lograr una victoria que le deja con más vida aún de lo que ya parece. El Betis depende de sí mismo pero tendrá que ganar nada menos que en Madrid si no quiere consumar el descenso.

El Betis Baloncesto ha caído esta tarde en San Pablo ante el Barça, cuya victoria le sirve para mantener el liderato de la liga ACB justo antes de desplazarse a Kaunas para intentar certificar su clasificación para la "Final Four" de la Euroliga. Los verdiblancos, muy laxos y endebles durante la primera mitad, han llegado demasiado tarde al choque y, cuando han despertado, ya era demasiado tarde para intentar apretar de verdad. Pese a ello la derrota previa del Covirán Granada le sirve para permanencer fuera del descenso,

El Betis Baloncesto ha conseguido esta noche una victoria tan necesaria como ciertamente engañosa frente al colista de la liga ACB, el Carplus Fuenlabrada que, pese a sumar solamente cuatro triunfos y ponerse veinte abajo en el segundo cuarto, le ha peleado el triunfo a los de Casimiro -aunque sin llevarles al límite- casi hasta el final.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto