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Eduardo Patiño

Messina, el único galáctico

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Hay cosas que no cambian. Mientras Florentino es capaz de gastarse la friolera de 210 millones de euros en apenas dos semanas para reforzar el equipo de fútbol, llama la atención que el Madrid de baloncesto, en peor estado de salud, siga con el cartel de cerrado por reformas. Y es que, salvo la llegada del gran Ettore Messina, uno de los tres mejores entrenadores del viejo continente y la mejor noticia para la sección en mucho tiempo, los galácticos prometidos que devolverían la ilusión al baloncesto blanco parecen encontrarse fuera de órbita.

De momento no hay porque alarmarse, aún falta mucho tiempo, el equipo está a medio hacer y Messina sabe lo que hace, pero mucho me temo que la sombra de la anterior etapa ‘Florentiniana’ pesa más que la efervescencia trasmitida durante los primeros días de trabajo por la dupla Maceiras-Messina. Una sombra negra que se fraguó bajo las ordenes de Scariolo, Imbroda, Lamas y Maljkovic y que se engordó a base de fichajes mediocres (más de cincuenta jugadores en total) como Milic, Tarlac, Mulaomerovic, Scales, Sinanovic, Vukcevic, etc. Traducido a números: el Madrid de Florentino tan solo consiguió una liga en seis años, merced a una remontada milagrosa (8 puntos en 42 segundos) y la mano prodigiosa (ahora señalada por su gestión) de Alberto Herreros.

Precisamente, la conquista de Vitoria fue la única alegría de un ciclo que tuvo su particular ‘annus horribilis’ en la temporada 02-03, cuando el equipo quedó fuera de playoff tras ocupar la décima posición de la ACB y fue eliminado en la primera ronda de la Copa del Rey y de la Euroliga. En la primera etapa de su gestión, el mandamás blanco dejó claro que la sección de baloncesto no era una apuesta firme. ¿Lo será ahora?

Durante los prolegómenos todo hacía indicar que sí, que la galaxia blanca se extendería al universo de la canasta. En la agenda estaban las grandes figuras del basket europeo: Holden, Langdon, Smodis, Siskaukas, Ricky Rubio, Kaukenas, Nesterovic, Bourousis, Walter Herrman y un largo etcétera. Pero para llevar a cabo una superproducción de ese calibre hay que sacar a pasear el talonario (como hizo en su día el Barça y como pretende hacer Olimpiakos con los fichajes de David Lee y Nate Robinson)....y de momento, nada de nada.

Mientras Maceiras y Messina buscan un galáctico que lidere la nueva nave blanca, la plantilla blanca sigue tomando forma. Tras las incorporaciones de Darjus Lavrinovic, Novica Velikovic (prometedor fichaje) y Travis Hansen, el conjunto madrileño se pone ahora como meta la contratación de un director de juego que ilusione. En la agenda blanca están Ricky Rubio y, sobre todo, Pablo Prigioni, próximo refuerzo merengue. Habrá que ver como acaba esta película, pero parece que este proyecto no será una superproducción, pues la línea editorial en ambas secciones es muy diferente. Tras la felicidad del sí quiero y la negativa de las grandes estrellas, Messina ya sabe que será difícil contar con su Cristiano Ronaldo de la canasta.

Messina, el único galáctico

Eduardo Patiño
Eduardo Patiño
domingo, 19 de julio de 2009, 06:13 h (CET)
Hay cosas que no cambian. Mientras Florentino es capaz de gastarse la friolera de 210 millones de euros en apenas dos semanas para reforzar el equipo de fútbol, llama la atención que el Madrid de baloncesto, en peor estado de salud, siga con el cartel de cerrado por reformas. Y es que, salvo la llegada del gran Ettore Messina, uno de los tres mejores entrenadores del viejo continente y la mejor noticia para la sección en mucho tiempo, los galácticos prometidos que devolverían la ilusión al baloncesto blanco parecen encontrarse fuera de órbita.

De momento no hay porque alarmarse, aún falta mucho tiempo, el equipo está a medio hacer y Messina sabe lo que hace, pero mucho me temo que la sombra de la anterior etapa ‘Florentiniana’ pesa más que la efervescencia trasmitida durante los primeros días de trabajo por la dupla Maceiras-Messina. Una sombra negra que se fraguó bajo las ordenes de Scariolo, Imbroda, Lamas y Maljkovic y que se engordó a base de fichajes mediocres (más de cincuenta jugadores en total) como Milic, Tarlac, Mulaomerovic, Scales, Sinanovic, Vukcevic, etc. Traducido a números: el Madrid de Florentino tan solo consiguió una liga en seis años, merced a una remontada milagrosa (8 puntos en 42 segundos) y la mano prodigiosa (ahora señalada por su gestión) de Alberto Herreros.

Precisamente, la conquista de Vitoria fue la única alegría de un ciclo que tuvo su particular ‘annus horribilis’ en la temporada 02-03, cuando el equipo quedó fuera de playoff tras ocupar la décima posición de la ACB y fue eliminado en la primera ronda de la Copa del Rey y de la Euroliga. En la primera etapa de su gestión, el mandamás blanco dejó claro que la sección de baloncesto no era una apuesta firme. ¿Lo será ahora?

Durante los prolegómenos todo hacía indicar que sí, que la galaxia blanca se extendería al universo de la canasta. En la agenda estaban las grandes figuras del basket europeo: Holden, Langdon, Smodis, Siskaukas, Ricky Rubio, Kaukenas, Nesterovic, Bourousis, Walter Herrman y un largo etcétera. Pero para llevar a cabo una superproducción de ese calibre hay que sacar a pasear el talonario (como hizo en su día el Barça y como pretende hacer Olimpiakos con los fichajes de David Lee y Nate Robinson)....y de momento, nada de nada.

Mientras Maceiras y Messina buscan un galáctico que lidere la nueva nave blanca, la plantilla blanca sigue tomando forma. Tras las incorporaciones de Darjus Lavrinovic, Novica Velikovic (prometedor fichaje) y Travis Hansen, el conjunto madrileño se pone ahora como meta la contratación de un director de juego que ilusione. En la agenda blanca están Ricky Rubio y, sobre todo, Pablo Prigioni, próximo refuerzo merengue. Habrá que ver como acaba esta película, pero parece que este proyecto no será una superproducción, pues la línea editorial en ambas secciones es muy diferente. Tras la felicidad del sí quiero y la negativa de las grandes estrellas, Messina ya sabe que será difícil contar con su Cristiano Ronaldo de la canasta.

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