Sólo interesa a las feministas radicales de género que utilizan el sufrimiento de las mujeres maltratadas en la intimidad del hogar para obtener ingentes beneficios, en forma de subvenciones públicas, pero que de poco sirve para reducir o prevenir este tipo violencia, oculta y muy traumática.
¿Qué sucede realmente? Las mujeres violentadas sufren en silencio porque su autoestima está por los suelos y porque son sensibles a la pérdida del núcleo social al que pertenecen si denuncian. ¿Que dicen la feministas? Hay que denunciar el maltrato. Estoy de acuerdo, pero sólo si eso no significara dinero proveniente de Europa, unos 4000 euros por denuncia (que no por condena), lo que resulta una perversión del sistema. ¿Que dicen los medios? Un periódico local publicó un editorial contra la violencia machista pero anteriormente dio poca importancia al debate sobre violencia doméstica versus violencia de género que se realizó en su mismo club de opinión. Ningún periodista asistió. ¿Que dicen los políticos? Que es una lacra que hay que erradicar, pero las cifras de mujeres muertas y maltratadas no disminuyen lo cual pone en tela de juicio la eficacia de ley de violencia de 2004 que, aparte, es inconstitucional.
Soluciones: Replantearnos todo. Cambiar la ley 1/2004 por otra que incluya a todas las víctimas de violencia doméstica, dar soporte social a las víctimas, brindarles apoyo terapéutico adecuado, reubicarlas en otro entorno físico y laboral.