A las 9:00 del domingo día 5, partíamos del refugio de San Nicolás de Bujaruelo (1.338 m.) por el puente románico que cruza el río Ara en dirección al puerto de Bujaruelo. El sendero se inicia con fuerte pendiente a través de un bosque de tejo, pino y boj hasta alcanzar una pilona eléctrica. Después de cruzar una pasarela, la senda asciende por un hayedo hasta una pradera denominada la Plana de Sandaruelo (1.680 m.), donde hay un refugio de pastores.
A partir de este punto, el sendero asciende por la margen derecha orográfica del barranco de Sandaruelo hasta el fondo del mismo. Cruzamos el barranco y más adelante lo volvimos a cruzar para retomar su margen derecha en dirección a los picos Crapera y Bernatuara por una fuerte pendiente. Para llegar a la cornisa tuvimos que superar un gran nevero que no nos creó mayores dificultades. Y para llegar al ibón, solo nos quedó girar totalmente a la derecha y recorrer unos 500 metros casi llanos que nos dejó en un pequeño collado donde se encuentra el ibón de Bernatuara ( 2.305 m.), que aparece repentinamente ante nuestros ojos entre los pliegues de la montaña. La jornada fue excelente, con un clima ideal para caminar, soleado, con los prados verdes y floridos, con todos los cauces y cascadas a tope de agua y con los perfiles de las montañas nítidos. Por ello hemos realizado una ascensión relajada para superar unos 1.000 metros. Tiempo estimado, 6 horas. Dificultad media alta. Muy recomendable por sus bellas vistas.