El último sondeo del Euskobarometro ha sacado a la luz algo que muchos ya percibíamos: El actual Gobierno Vasco formado a raíz del pacto entre el PSOE y el PP no es del agrado de la mayoría de los vascos. La mayoría de la ciudadanía vasca desconfía de la gestión del nuevo Gobierno Vasco encabezado por el Sr. López y consideran que el pacto entre el PNV y el PSOE hubiera sido más lógico y más eficiente para dar salida a la crisis económica que nos asola.

“La ciudadanía vasca ha votado por el cambio”. Esa fue la conclusión que saco el Sr. López de los pasados comicios del 1 de marzo. Una conclusión completamente errónea si analizamos que el hecho de que el PSOE este gobernando hoy en Euskadi es atribuible a la famosa Ley de Partidos y la Ley de Territorios Históricos, que permite que un territorio como Álava (que recae todo el peso en la capital Vitoria-Gasteiz, claramente constitucionalista) tenga el mismo numero de escaños a repartir (25 escaños) que Gipuzkoa y Bizkaia. Evidentemente sin estas dos variables, el PSOE no hubiese obtenido los escaños que ha obtenido y ni de lejos hubieran obtenido entre el PSOE y el PP la mayoría absoluta para investir al Sr. López.

Con los resultados del Euskobarometro, podemos decir que el Sr. López se ha equivocado y mucho con su política de frentes. Establecer un cambio político en Euskadi es de por si, difícil, pero más todavía, cuando lo haces con la antitesis tuya ideológicamente hablando. El PSOE y el PP son la cara y la cruz de la moneda. El “progresismo socialista” y el “continuismo capitalista”. Sólo hace falta echar un vistazo a las disputas que mantienen a diario en Madrid.

Por si esto fuera poco, el PNV, ganador de las elecciones le ofreció un pacto al PSOE para gobernar, que estos últimos, alzados en la arrogancia y la avaricia del poder, desecharon sin tan siquiera analizar.

La avaricia del poder ha roto el saco, y como bien demuestran los datos del sondeo, el Sr. López se equivoco al lanzarse a la aventura de gobernar en Euskadi, bajo mandato de Dios sabe quién, porque al parecer, la ciudadanía vasca no le demandaba ningún cambio. Así lo demuestra el 65% de la ciudadanía que dice desconfiar del Sr. López y de su gobierno, depositando en él, su nula confianza. Así pues, el 61% de la ciudadanía vasca está en desacuerdo con el pacto PP-PSOE, y tan sólo el 18% piensa que el actual gobierno lo hará mejor que el anterior.

Con estos datos, el futuro de López y sus amigos se ennegrece por momentos, haciendo muy difícil la visibilidad de la luz al final del túnel. Por otra parte, en círculos parlamentarios, se está llegando a barajar la posibilidad de adelantar elecciones, ya que el PSOE, que gobierna en solitario, depende en todo momento del PP y de sus votos para sacar adelante cualquier iniciativa legislativa, teniendo en la oposición a un PNV más fuerte que nunca con 30 escaños, 5 más que el propio PSOE. Esta situación tiene un clara perjudicada: la ciudadanía vasca. El actual gobierno se vuelve ingobernable y la situación lejos de mejorar puede empeorar.

En otro lugar, el sondeo saca a la luz un dato muy importante y enseguida utilizado por el PNV. En el sondeo, la ciudadanía vasca prefiere un PNV que haga una oposición constructiva y que colabore en lo necesario con el actual gobierno para el bien de Euskadi y salir de la actual situación económica.

El PNV, cual hábil partido que ha estado en el poder durante muchos años, ha sabido interpretar este dato a la perfección, haciendo un ofrecimiento al PSOE para los temas claves e importantes y para dotar de estabilidad al PSOE.

La situación de López es realmente complicada, porque si acepta la “mano” del PNV el PP retirará inmediatamente la suya y gobernar con 25 escaños, teniendo tu “aliado táctico” en la oposición con más escaños que tu (30 escaños), hace realmente difícil el hecho de llevar a cabo una política propia.

El PNV ya está pensando en las próximas elecciones, está labrándose su futuro a base de colocarse como el único partido capaz de frenar al “constitucionalismo español” y, aunque sea muy triste (porque conducimos hacia un bipartidismo o tripartidismo), auguro un éxito tremendo del PNV y una casi desaparición del resto de partidos políticos abertzales existentes. El cuento de siempre, el voto útil.