Estos días hubo muchos nombres propios en el deporte: Cristiano Ronaldo, Federer, Dani Pedrosa…Pero yo me quiero acordar de uno en especial, uno que cada vez que disputa una carrera me hace vibrar y emocionarme como la que más, Javier Gómez Noya. Este fin de semana, el triatleta se ha proclamado campeón de Europa por segunda vez en su carrera deportiva, el número 1 del triatlón mundial ha vuelto.

Los que conocen a Gómez Noya lo califican como una persona excepcional, yo les puedo decir que lo es, pero además este ferrolano ha demostrado, este fin de semana en Holanda, que la lesión que lo alejó de la victoria en Pekín está más que olvidada. Puede que me adelante un poco, porque todavía quedan carreras para que termine el campeonato del Mundo, pero los que seguimos a Javi hemos visto su gran evolución en los últimos meses.

El triatleta gallego tardó en empezar a competir y lo hizo de forma oficial en el mítico triatlón de Fuente Álamo, que ganó con superioridad. En Pontevedra, el pasado 17 de Mayo le llegó la hora de medirse a rivales más fuertes en la Copa de Europa que se disputaba por segundo año consecutivo en la ciudad gallega. La victoria se le escapó en los últimos metros. Aunque la mejoría en sus tiempos era clara, todavía había cierta preocupación en su cara.

Javier estaba a solo dos semanas de disputar la prueba de Madrid. Esta si que era de máxima importancia, ya que forma parte de las 7 pruebas que conforman el nuevo formato del campeonato del mundo, sin contar la gran final de Australia que puntúa doble. En estos 15 días con esfuerzo y sacrificio Javi había mejorado mucho, se notó en la Casa de Campo, lugar habitual de esta prueba. Fue tercero y demostró que su puesta a punto era prácticamente un hecho.

Lo cierto es que las próximas pruebas que le esperaban eran muy importantes y tenía que intentar estar al 100%. Primero tocó Washington, allí fui segundo por detrás del británico otra vez. Este chico se estaba convirtiendo en una pesadilla, pero por poco tiempo. Des Moines fue la siguiente prueba, una carrera de trámite en la que quedó sexto, pero que le sirvió para colocarse primero en la clasificación general. Con esta perspectiva se presentaba Noya en el Campeonato de Europa el domingo. Si ganaba era Campeón de nuevo después de haberlo sido ya en el 2007. Javi ganó, lo hizo con una superioridad aplastante sobre este chico inglés y consiguió un título que, desde luego le va ayudar a volver a estar en lo más alto.

La recuperación desde Pekín, fue muy dura, sobre todo psicológicamente. Impaciencia, esperanza, dudas, sufrimiento…estados nada recomendables. Pero parece que al final está mereciendo la pena. Javi volvió, es el mejor de Europa, y esto de momento porque todo parece indicar que la mejoría sigue. Lo más importante los rivales saben que el rey ha vuelto y es que los mejores siempre vuelven...