El Tribunal ético del Colegio de Psicólogos argentino de Córdoba ha rechazado las crecientes “prácticas esotéricas y astrológicas realizadas en nombre de la psicología”, tales como la “Psicomística, PsicoKarma, Psicotarot” por generan situaciones graves como suicidios, brotes psicóticos o ruptura de vínculos familiares.

Las prácticas de la Nueva Era están a la orden del día mientras se retira la religiosidad tradicional vinculada a la Iglesia Católica gracias la acción descristianizadora inasequible al desaliento, desarrollada durante décadas por los medios de comunicación en todo el mundo y que comenzó con la popularización del sistema de vida hippy de mano de los Beatles.

Vivimos en una época extraña que repudia la existencia del Dios-Amor-Creador revelado en el Nuevo Testamento bíblico y se vuelca en místicas inventadas por hombres que distorsionan el valor verdadero del espíritu, del alma humana, ese ente misterioso que convive con el cuerpo y siendo superior a él, está destinado a un fin glorioso en el Reino de los Cielos. En cambio, estas prácticas de la New Age, trastocan los valores de la jerarquía espiritual poniendo al mismo hombre como fin de la admiración y culto, convirtiéndose así, cada uno, en su propio dios. Este culto idolátrico del propio yo, está destinado a sucumbir ante las fuerzas negativas del reino de las tinieblas ya que Lucifer se aprovecha de esta desviación, para entrar, con los espíritus malignos a su cargo, a influir en la persona que se entrega a cursos de yoga, reiki, meditación trascendental, maestros ascendidos o a un culto de ángeles distinto del de la fe católica, etc, como lo prueba la declaración de exorcistas que alertan a la población de que muchos de los que acuden a ellos con síntomas de infestación diabólica, proceden de asiduos a la Nueva Era.