El ex titular de la iglesia evangélica de Marruecos, Samuel Amedro, salió al paso de ciertas críticas infundadas que fueron interpretadas como una campaña difamatoria contra el Reino de Marruecos, dando testimonio de sus vivencias durante los años que pasò en ese país.

Según Amedro, Marruecos bajo el liderazgo de Mohamed VI está cambiando a gran velocidad, y se encuentra firmemente comprometido con el camino de la modernidad.

Sobre las versiones que hablan de un enriquecimiento desmedido del Rey, el lìder evangélico señaló que “No solo es el rey quien se enriquece, también sus súbditos. La prosperidad se produce porque el país se moderniza, construye, progresa, crece y se enriquece”.

De acuerdo a lo señalado por Amedro, considera un honor y una oportunidad haber podido vivir en un país dotado con una verdadera sociedad civil, que goza de una libertad de expresión intelectual increíble, una comunidad artística libre, y que cuenta con una clase media que prospera disminuyendo día a día la pobreza, levantando infraestructuras a gran velocidad.

El líder religioso dice expresar su testimonio como conocedor de la realidad que vivió como “la cabeza de una iglesia cristiana en un país musulmán, que nunca sufrió presión alguna”. El pastor evangélico señala que el arzobispo de Rabat tuvo la libertad de crear el primer centro ecuménico de la teología cristiana en un país musulmán, para trabajar juntos por el diálogo entre culturas y religiones.

Dejó bien en claro que si existe esa institución, es gracias a la apertura y tolerancia de Mohammed VI.

Amedro aclaró que se encuentra de regreso en Francia, y no hay ningún interés detrás de la defensa que hace del rey de Marruecos, sus declaraciones son simplemente una reacción a las campañas difamatorias plagadas de falsedades.

La posición de Mohammed VI como líder religioso es conocida, así como su fuerte apuesta por la modernidad. Durante reuniones de los responsables de la Educación del Reino, ha ordenado revisar los programas religiosos y los libros de texto, tanto en las escuelas públicas y privadas e instituciones tradicionales, con el fin de otorgar gran importancia a la educación en los valores del Islam del rito sunita Maliki. Esta vertiente musulmana aboga por la prudencia, la tolerancia y la convivencia con diferentes culturas y civilizaciones.

El soberano ha enfatizado que lo peor que puede suceder a un país es quedar aislado, por lo que considera fundamentales la apertura y la comunicación, rechazando la idea de que esto signifique alienación o sumisión. Ha expresado con claridad que “no hay pretexto ni razón para un aislamiento pernicioso”.

También ha dispuesto que los programas y libros de texto se basen en los auténticos valores del pueblo marroquí y sus tradiciones seculares, el compromiso con los fundamentos de la identidad nacional unida, enriquecida por la diversidad de sus componentes , así como la interacción positiva y asociación del conocimiento y asimilación de las nuevas tecnologías.

Marruecos, cuya interpretación del islam ha sido siempre elogiada como la más tolerante y moderna, lidera en toda la región norteafricana y del Sahel un modelo religioso basado en un islam de inspiración sufí, alejado del salafismo y de las versiones rigoristas que triunfan en el oriente árabe.

El Rey de Marruecos sigue siendo el comendador de los creyentes inclusive para muchas poblaciones que se encuentra más allá de las fronteras marroquíes, desde tiempos en que se disputaba el título de "comendador de los creyentes" con el trono del Imperio Otomano.

Marruecos se ha ganado recientemente la gratitud y un fuerte voto de confianza de Occidente, colaborando de manera decidida para paliar los desmanes causados por el yihadismo.

Todas estas razones más que suficientes para tomar con pinzas las campañas virulentas contra un reino que como pocos, se ha levantado con firmeza ante el reto de la intolerancia.