El precio de llenar el depósito está subiendo paulatinamente y el paro no da respiro. Recortes salariales, congelaciones del sueldo y expedientes de regulación vacían la cartera. Los recortes fáciles del presupuesto familiar -- nada de campamentos, fuera las vacaciones -- ya se han descontado.

Pero las clases han terminado y los chicos no tienen nada que hacer. ¿Qué ha de hacer un padre preocupado?

A riesgo de despertar las iras de aquellos padres que con toda razón quieren arrancar a sus hijos de los monitores del ordenador, mándelos a YouTube. Entre los videos caseros cutres y el resto de las crónicas dispares de la cultura pop hay un memorable enfoque nuevo del pasado de América que despierta el apetito de diversión gratuita. El Archivo Nacional, que celebra su 75 aniversario, ha subido una veintena de videos de su fondo audiovisual a YouTube.

Más conocido como una escala en las trilladas rutas del turista de Washington y los escolares de excursión, el archivo es el guardián de documentos tales como la Declaración de la Independencia y la Constitución, y el depositario de los registros de inmigración de aquellos que se remontan en el pasado de sus familias. Pero los registros históricos son mucho más amplios y exhaustivos, abarcando todos los medios desde los pergaminos a la fotografía y el video.

"Tenemos decenas de miles de vídeos en nuestro fondo," dice Susan Cooper, una portavoz del archivo. Los historiadores y los estudiosos del cine conocen el fondo desde hace tiempo, dice, pero el público en general no. La nueva inclusión en YouTube -- que Cooper llama "una pequeña web prometedora" -- es un punto de partida a la hora de diseminar más ampliamente el fondo de archivo.

Entre los entrantes está un noticiario de 1942 que informa de la visita secreta de Vyacheslav Molotov a Washington, donde el funcionario soviético negoció un acuerdo para abrir un segundo frente europeo en la Segunda Guerra Mundial. El informativo también recoge la inauguración de la presa Grand Coulee Dam, y presagia una polémica contemporánea en una crónica sobre la creación de nidos -- esencialmente, guarderías para madres trabajadoras -- para los hijos de millones de madres voluntarias en fábricas de munición. "El trabajo y los juegos de los bebitos son cuidadosamente supervisados," nos dice provechosamente el narrador, para que la mente de las madres esté despejada y centrada en el trabajo. "¡América protege la salud y el bienestar de los jóvenes mientras mamá ayuda a ganar la guerra!"

Una de las primeras grabaciones de la NASA acerca de la vida y la carrera de la leyenda Robert Goddard está incluida, igual que la crónica "El país de los gigantes" acerca de la transformación de la riqueza natural de California, incluyendo los bosques de sequoias y Yosemite, en parques nacionales.

Pero "Crónicas de la Gran Depresión," un relato oral recopilado por la delegación de la región del sureste, cuenta con el atractivo del aprendizaje en sus inquietantes parecidos con la actualidad. El fragmento empieza, como era predecible, con el primer discurso de investidura de Franklin D. Roosevelt y el relato que hace el narrador del pánico bancario que asoló el país en marzo de 1933. Pero su fuerza reside en las historias de los ancianos que eran niños durante la Depresión, y en la de los niños y nietos que recuerdan lo que pasaron sus mayores.

Un hombre recuerda los partidos de béisbol de la infancia jugados en el terreno árido cercano al vertedero de la ciudad, con piedras y rocas utilizadas como bases. Una mujer recuerda el orgullo que sintió su madre cuando obtuvo un puesto como bibliotecaria en la Agencia de Promoción del Empleo, y otra cuenta la alegría de comer todo el pastel de moras que quiso -- algo extraordinario hecho posible a causa de la disponibilidad de moras salvajes, de recolección gratuita. A veces el pastel era todo lo que la familia tenía para comer. Fue, a su forma, mejor que la historia de inmigrantes que llegaron de Maine a Michigan en busca de empleo, sólo para descubrir que la gente de su ciudad de adopción había recurrido a entrar en la cárcel del estado para robar la comida preparada a partir de lo que los reclusos cultivaban en un huerto en el patio.

La excepcionalidad de los videos no se encuentra en su simple visualización, sino en la muestra que constituyen del enorme fondo del archivo -- un compendio gratuito de la historia animado por algo más que imágenes familiares de discursos presidenciales, grabaciones de guerra o fragmentos contemporáneos de la televisión. Con decenas de miles de videos en su archivo, explica Cooper, va a llevar algún tiempo subir una muestra más representativa a su página, www.youtube.com/usnationalarchives.

Mientras tanto, el ordenador puede hacer perfectamente las veces de taquilla. Con 12 bibliotecas presidenciales y demás depósitos regionales por todo el país, los archivos pueden ser una respuesta a los desafíos gemelos de los límites al presupuesto familiar y el aburrimiento de los más pequeños.