Hace unos días asistimos a un curioso y original encuentro entre “el Follonero”, presentador de un programa de televisión de humor de la cadena La Sexta, con el líder de la “autodenominada” izquierda abertzale, Arnaldo Otegi; y digo “autodenominada”, porque además de ser el título que eligieron desde el programa para calificar a Arnaldo Otegi, comparto con ellos esta calificación puesto que creo que existen hoy en día más formaciones políticas que defienden esos postulados políticos, no siendo la única, la que representa Otegi.
La entrevista, ha cobrado muchísima relevancia por el mero hecho de ser un altavoz para la propagación del mensaje de Otegi, o bueno al menos, así lo han denominado los numerosos críticos que se han lanzado a “analizar” la entrevista. Al “Follonero” le han caído críticas por todas partes. Tantas, que pienso que todavía sigue esquivándolas como buenamente puede. La mayor parte de los tertulianos, columnistas y blogueros de la península se han lanzado con uñas y dientes a criticar el trabajo de este controvertido presentador; y no seré yo uno más que se lance a la “caza de brujas” iniciada desde el sector de la derecha española más recalcitrante.
Estoy seguro que a muchos sorprendieron las declaraciones que hizo en el mismo programa refiriéndose a la entrevista con Otegi, el Sr. Luis María Ansón. Periodista y escritor. Periodista, al parecer, por sus palabras, con un grado de profesionalidad que muchos otros aspiran a ostentar en sus currículos. El Sr. Luis María Ansón no sólo calificó de “aceptable” y “buena” la entrevista, sino que defendió que esa es la “misión del periodista”: informar y entrevistar si hace falta al mismísimo diablo. Una frase que acompañó diciendo que si tuviese en sus manos la mínima posibilidad de entrevistar a Osama Bin Laden, lo haría sin pensárselo dos veces, aunque por ello tuviese que desplazarse hasta los confines de la tierra.
Parece que esta lógica periodística no existe entre la plana mayor de los periodistas estatales, al remarcar muchos de ellos que la entrevista es “una vergüenza y una ofensa a tanta sangre derramada”.
Durante la entrevista, el “Follonero” animo a Otegi a condenar la violencia, como paso necesario para que el conflicto vasco se acabe y no haya más muertos. Y no se a ustedes, pero a mi no me sirve de nada que condenen un atentado si luego sigue habiendo muertos. ¿De que nos serviría encontrarnos con una condena tras otra de los atentados de E.T.A. por parte de Otegi, si luego sigue habiendo muertos?. De hecho es como una espiral de la que no puedes salir, porque si son necesarias las condenas es porque ha habido atentados y eso es precisamente lo que bajo mi opinión, los vascos no queremos. No queremos que haya más muertos. No queremos que haya más familias destrozadas. No queremos que sigan existiendo heridas abiertas; queremos ver la paz de una vez.
No quiero que haya ninguna condena más... porque no quiero más muertos encima de la mesa.