Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Al aire libre
Pascual Falces

El voto en blanco

|

Es como los pañuelos que salen de los bolsillos, desplegados, y. que, se agitan briosamente en una tarde toros. Significan, entre otras cosas, que el “respetable” ha decidido que el astado sea retirado a los corrales –no todos llevan un pañuelo verde, que es lo suyo-, por inútil para ser lidiado, o, en otros momentos, que el maestro se ha hecho merecedor de uno o más trofeos, léase apéndices corporales, del cornúpeta. Como es un fenómeno que en las elecciones al Parlamento Europeo se viene dando en forma creciente, merece la pena dedicarle una ojeada con este prodigioso y mágico catalejo que tan sólo con frotarlo con una gamuza penetra en lo más hondo cual estocada bien clavada a volapié.

En las pasadas elecciones se han recontado doscientos veinte mil sobres vacíos –votos en blanco-, que son como la abstención formal y democrática, esto es, que se molestan en ir a votar – a “no votar”- pero que se manifiestan de modo civilizado contra el actual sistema europarlamentario. Es decir, que agitan sus pañuelos blancos e impolutos para que el Señor Presidente tenga a bien sacar su pañuelo verde, y, con ello, ordenar la salida de los mansos que arropen la retirada del toro “flojo” directamente al desolladero, sin el honor de ser lidiado por un espada de reconocido prestigio. Pues, algo así, han intentado esos doscientos mil y pico “no votantes” con su impoluto y blanco voto, sólo que -aunque en cada elección van creciendo-, todavía no son mayoría, y el Presidente no les concede su venia para que retiren de la plaza a los candidatos y se suspendan las elecciones.

Claro, que, aquí hay una trampa, se puede afirmar. Si se suman los “no votos” de los vagos, de los que se quedaron en casa, o se fueron de picnic, que son un cincuenta y tantos por ciento, uniforme en toda Europa, la mayoría de pañuelos blancos agitados en la plaza es definitiva. Solo que eso, como diría Epifanio, “no se vale”. Y, de este modo, con una trampa democrática, sigue la europarlamentaria fiesta. La única solución es que los comodones en las próximas elecciones, vayan a votar con un sobre vacío, y el mar de pañuelos blancos agitados al viento de una tarde, un buen rato después de las cinco en punto, resulten mayoría absoluta.

Del mismo modo que ZP, a lo único que teme es a una revolución en el PP que le ponga a Esperanza frente a frente suya en el Congreso de los Diputados, algo parecido le sucede al Europarlamento con el voto en blanco. La perplejidad de la Unión Europea ante una posible negativa de los europeos a la actual organización, Consejo, Comisión, Parlamento, sería todo un escándalo consecuencia de la madurez “democrática” de las gentes y los pueblos de Europa. La marea “blanca” debe ser prevista, no suceda como ha ocurrido con la Crisis, que sorprenda y se comience a tratar de resolver con parches y soluciones de cada país por su cuenta. Quienes creen en Europa son los primeros en votar en blanco, porque ven que con el actual sistema no se va a ninguna parte. ¿Quién entiende a, o de, Europa? ¿No será más bien que algunos han querido hacer una Europa a su medida, y por ahí no pasan los europeos?...

El voto en blanco

Pascual Falces
Pascual Falces
lunes, 15 de junio de 2009, 03:25 h (CET)
Es como los pañuelos que salen de los bolsillos, desplegados, y. que, se agitan briosamente en una tarde toros. Significan, entre otras cosas, que el “respetable” ha decidido que el astado sea retirado a los corrales –no todos llevan un pañuelo verde, que es lo suyo-, por inútil para ser lidiado, o, en otros momentos, que el maestro se ha hecho merecedor de uno o más trofeos, léase apéndices corporales, del cornúpeta. Como es un fenómeno que en las elecciones al Parlamento Europeo se viene dando en forma creciente, merece la pena dedicarle una ojeada con este prodigioso y mágico catalejo que tan sólo con frotarlo con una gamuza penetra en lo más hondo cual estocada bien clavada a volapié.

En las pasadas elecciones se han recontado doscientos veinte mil sobres vacíos –votos en blanco-, que son como la abstención formal y democrática, esto es, que se molestan en ir a votar – a “no votar”- pero que se manifiestan de modo civilizado contra el actual sistema europarlamentario. Es decir, que agitan sus pañuelos blancos e impolutos para que el Señor Presidente tenga a bien sacar su pañuelo verde, y, con ello, ordenar la salida de los mansos que arropen la retirada del toro “flojo” directamente al desolladero, sin el honor de ser lidiado por un espada de reconocido prestigio. Pues, algo así, han intentado esos doscientos mil y pico “no votantes” con su impoluto y blanco voto, sólo que -aunque en cada elección van creciendo-, todavía no son mayoría, y el Presidente no les concede su venia para que retiren de la plaza a los candidatos y se suspendan las elecciones.

Claro, que, aquí hay una trampa, se puede afirmar. Si se suman los “no votos” de los vagos, de los que se quedaron en casa, o se fueron de picnic, que son un cincuenta y tantos por ciento, uniforme en toda Europa, la mayoría de pañuelos blancos agitados en la plaza es definitiva. Solo que eso, como diría Epifanio, “no se vale”. Y, de este modo, con una trampa democrática, sigue la europarlamentaria fiesta. La única solución es que los comodones en las próximas elecciones, vayan a votar con un sobre vacío, y el mar de pañuelos blancos agitados al viento de una tarde, un buen rato después de las cinco en punto, resulten mayoría absoluta.

Del mismo modo que ZP, a lo único que teme es a una revolución en el PP que le ponga a Esperanza frente a frente suya en el Congreso de los Diputados, algo parecido le sucede al Europarlamento con el voto en blanco. La perplejidad de la Unión Europea ante una posible negativa de los europeos a la actual organización, Consejo, Comisión, Parlamento, sería todo un escándalo consecuencia de la madurez “democrática” de las gentes y los pueblos de Europa. La marea “blanca” debe ser prevista, no suceda como ha ocurrido con la Crisis, que sorprenda y se comience a tratar de resolver con parches y soluciones de cada país por su cuenta. Quienes creen en Europa son los primeros en votar en blanco, porque ven que con el actual sistema no se va a ninguna parte. ¿Quién entiende a, o de, Europa? ¿No será más bien que algunos han querido hacer una Europa a su medida, y por ahí no pasan los europeos?...

Noticias relacionadas

Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.

Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto