Corrida del Corpus Christi en Sevilla

Pepe Moral, ya es matador de toros. Eso es lo único que tenemos claro después que el buen torero palaciego pasaportara al lote más infumable de la desigual corrida de Gerardo Ortega lidiada ayer. Del primero recordemos su nombre “Desertor”, lo dice todo, y del sexto afirmar que si le hubiera durado más a Moral, éste no perdona. En el recuerdo del día de su alternativa, un comienzo muy firme con cuatro derechazos muy hondos y un par de naturales de mucho empaque al sexto de la tarde.

Una corrida por cierto en donde solo brilló fugazmente la clase del segundo toro y la repetición del tercero de nombre “Cantinero”. Y es que de la cantina de Gerardo Ortega se puede esperar lo mejor y lo peor, parece no tener punto medio el ganadero onubense que navega siempre entre el gran reserva del Condado de Huelva y el vino peleón de la Sierra de Aracena.

En la tradicional Corrida del Corpus, más periodística que nunca, se pudo presenciar sobre el ruedo, algo admirable como es el pundonor y la hombría que atesora un gran torero de nuestra tierra llamado Salvador Cortés. Nadie mejor que él conoce el esfuerzo y el calvario que significó torear ayer aún con los puntos puestos a causa de aquel cornalón sufrido hace trece días por un toro de Cebada en Madrid.

La tarde para Cortés tuvo varios momentos gloriosos, el toreo en redondo al tercero de la tarde rematados con soberbios pase de pecho, otros dos naturales muy cadenciosos y llenos de temple al final de su primera faena y decididamente la estocada marca de la casa en su primero. Salvador, dispuesto, valiente y con gusto, estuvo muy por encima de un toro con mucha clase pero a la vez falto de ese recorrido preciso para ejecutar una faena importante. En el su segundo de su lote el picador se empleó a fondo inexplicablemente y allí en ese tercio se acabó el toro y las posibilidades de un torero que ha dejado su tarjeta de visita con dos comparecencias sevillanas y un balance de dos orejas, toreando con el muslo abierto. Tomen nota señores empresarios.

Uceda Leal, el torero del pase inmortal que no acaba de inmortalizar faena alguna, desaprovechó una oportunidad de oro más en la Maestranza. He perdido la cuenta entre Sevilla y Madrid, cuantas suman, pero lo que si esta claro es que no hace honor a su infalible estoque. El primero de José Ignacio, el segundo mejor toro del encierro, lo toreo con cierta frialdad con la diestra. Dos seriecitas sin emoción ninguna, que no ayudaron en exceso para de redondear una faena que exigió más compromiso al natural. Lo mejor, la estocada valedera de la vuelta al ruedo con todos los honores. Con el quinto acertó en abreviar fue un auténtico marmolillo.

Ficha técnica

Plaza de toros de la Real Maestranza. 11 de Junio de 2009. Corrida del Corpus Christi homenaje a la Asociación Prensa de Sevilla, en su centenario. En tarde de bochorno infernal con más de media entrada se lidiaron seis toros de Gerardo Ortega, bien presentados aunque de juego desigual debido a la falta de fuerza y de casta. Primero: inválido, segundo: noble con clase pero sin emoción ninguna; tercero: el más potable aunque faltó de recorrido, cuarto: parado, rajado y a menos; quinto: si fuelle y a la defensiva; y sexto: noble aunque, flojo y sin continuidad.

- Uceda Leal, de verde botella y oro, estocada (vuelta) y estocada caída (silencio)
- Salvador Cortés, de nazareno y oro, estocada (oreja) y estocada casi entera (silencio).
- Pepe Moral de rosa palo y oro, que tomaba la alternativa, pinchazo y estocada (saludos) y media estocada y dos descabellos (vuelta al ruedo).


Incidencias: El banderillero Luis Mariscal saludó tras parear brillantemente al tercero.