Muy a mi pesar ésta jornada no será recordada por muchos por la victoria final y merecida del F.C. Barcelona, la retirada del gran Juan Carlos Valerón, o la consagración de Luis Suárez como máximo artillero del viejo continente. Sin duda lo más llamativo y que pone en serio peligro, lo que para muchos es “la mejor Liga del mundo”, fue lo que ocurrió el domingo en el estadio El Molinón.

Antes de nada, vamos a matizar que tanto Getafe como Rayo Vallecano son merecedores del descenso a segunda división por méritos propios, pero eso no quita para que profesionales de la talla de Marcelino, capaz de llevar a un buen equipo como el Villarreal a conseguir una de las mejores clasificaciones de su historia con ese cuarto puesto, diga esa misma semana del partido que le enfrenta ante el Sporting de Gijón, que “espera que el equipo que le vio crecer mantenga la categoría”. Y no solo que lo recuerde una vez, sino hasta dos o tres veces.

Esas declaraciones pueden ser para muchos simplemente desafortunadas y todos sabemos del amor del técnico por el equipo asturiano, pero, ¿hace falta expresarlo?, y ¿por qué otros entrenadores que se enfrentaban a su ex equipo como Víctor Sánchez del Amo, en el Deportivo- Real Madrid, no lo hacen igual?.

Como digo, puede quedar en una anécdota, pero cuando miras el once que salió a jugar en Gijón, donde solo aparecen 3 jugadores habituales, la cosa ya es más que sospechosa. E incluso cuando el Sporting anota el 2-0 y alguien de su banquillo se acerca a saludar a miembros del Villarreal, uno no puede evitar pensar que el cuerpo técnico castellonense podía haber hecho las cosas mejor. Aunque reconozco que lo mejor de todo este paripé, ha sido el tweet de la mujer de Marcelino “me voy de Asturias con el trabajo bien hecho! Os dejamos en primera. Disfrutar”. Lamentable.

Podemos pensar que esta “poca seriedad” a la hora de afrontar un partido ya se da desde jornadas anteriores Bastantes artículos se han escrito sobre la contundente e inesperada victoria del Granada en el Sánchez Pizjuán. Donde se ha presupuesto un acuerdo entre Sevilla y Granada donde los primeros “les ponían las cosas fáciles” a los nazaríes a cambio de facilitar la victoria del Barcelona en su visita, la siguiente jornada, a Los Cármenes. Con ello el Sevilla se aseguraría jugar la Supercopa de España el próximo verano con los beneficios económicos que ello implicaría. Beneficios que por cierto, ya están siendo bastante buenos para las arcas sevillistas después de clasificarse tanto para la  final de Copa del Rey como para la de UEFA EuroLeague, la cual se jugará el próximo miércoles.

Tema aparte y mucho más grave son las sospechas de que varios jugadores del Rayo Vallecano se dejaron ganar en Anoeta, dada la variación en las cuotas del partido. Se pasó de pagarse mínimamente la victoria del Rayo, dada la importancia de sumar los tres puntos por parte del equipo madrileño a, horas antes del partido, empezar a entrar grandes cantidades de dinero a la victoria de la Real Sociedad. Algo bastante sospechoso al no surgir en esas horas ningún evento que pudiera incidir en el resultado, como la lesión de un jugador clave u otra circunstancia.

El día que se confirme la práctica habitual de los jugadores en las apuestas deportivas, el deporte como lo conocemos actualmente corre serio peligro
Esperemos que Tebas y la LFP pongan remedio a este cáncer y todo este tipo de favores entre equipos. Si queremos que nuestra liga sea considerada la mejor del mundo, no podemos permitir este tipo de especulaciones y debemos exigir, tanto televisiones como espectadores, que cuando pagamos por un evento, lo hacemos para poder ver a los mejores jugadores y siempre desde un prisma de profesionalidad y limpieza en el deporte.