La cascada de sueños,
un día estaba apagada por las desidias de sus almas,
tan perdidas por querer ser aquél que tiene el don del aplauso que alegra la vida algo muerta.

La cascada de sueños,
se iluminaba por cada deseo del karma fundido en su pena,
mil colores salía de ella y mil aguas de ríos de pena amarga cambiaban por los mil besos de alegría.

La cascada de sueños,
estaba muerta del luto cobarde...
y por aquellos valientes tan tramposos y tan sucios.

Lentamente se cambiaron mil fantasías por mil tormentos,
y por esos cien lamentos algo callados,
el rojo fue eternamente el negro de esos grises que fueron en vivo.

La cascada de sueños tristes...
llegando la mañana a su alba nuevo se cambió al fin una desidia por un beso,
mil besos muertos con su karma en medio luto brillaron por el nuevo sueño tan limpio y tan puro.

Ese sueño que desea el ser humano,
y aquél que no es tan humano, ser siempre el mejor...
y ser siempre un sino de mil destellos de alegría a coste de pena tan barata.

La cascada de sueños,
un sueño, mil ríos de karma brillante sobre tus cansadas retinas,
de tanto llorar tu vida triste y algo alegre, vacíos tus ojos están sin sus mil fantasías.

La cascada de sueños se ha apagado,
es vida artificial...
tu sino depende del cariño querido o de ése tan odiado pero querido por tu peor mal amigo.