La vida suele conceder segundas oportunidades a quienes las merecen, y Gasol la tendrá. Los Lakers firmaron su pase, por segundo año consecutivo, a la Final de la NBA tras derrotar a Denver Nuggets (119-92) en el sexto partido de las finales de la Conferencia Oeste. De esta forma, Pau podrá resarcirse del varapalo sufrido el pasado año ante los Celtics y entrar en la historia como el primer español en alzarse con el anillo de campeón. No será fácil, pues en su camino se cruzarán Magic o Cavaliers, pero estos Lakers parecen conocer a la perfección las claves para coronar la cumbre. Otra cosa será ponerlas en práctica.
De menos a más, así han sido los playoff de los angelinos. Aunque han aparecido más obstáculos de los inicialmente previstos en el camino, el ‘Maestro Zen’ y los suyos han sabido solventar los apuros y avanzar ronda a ronda hasta llegar a la gran final. Da igual cómo. Ya da igual si se sufrió más de la cuenta ante unos mermados Rockets que descubrieron todas sus vergüenzas o si el juego fue poco brillante en la serie ante los Nuggets o si, pese a igualar las 65 victorias del Show Time de Magic, es el equipo que más críticas ha recibido en la historia del baloncesto. Lo único que importa es que Gasol y Bryant han revalidado el título de campeón en el Oeste y han llegado a las puertas del cielo con la moral por las nubes.
Así es la NBA. Puedes estar contra las cuerdas un día, y al siguiente rozar la gloria. ¡Qué se lo digan a Cleveland!. Tras convertirse en el primer equipo de la historia que llega a la final de conferencia sin perder un solo partido (8-0) y ganando todos por más de diez punto de diferencia, podría quedar eliminado frente a unos Magic, que sufrieron ante los Sixers y necesitaron salvar dos match-ball ante Boston Celtics. Orlando o Cleveland, ‘Superman’ Howard o ‘El Rey’ LeBron, uno de los dos será el rival a batir en la batalla final.
Pese a que todos los elogios han recaído sobre la figura de LeBron y sus caballeros, a día de hoy y aunque me tachen de loco, veo bastante más peligroso a Orlando Magic. Primero, por el factor Howard, un pívot imparable tal y como están los compañeros de Gasol en la pintura. Segundo, por su impresionante artillería exterior, capaz de anotar más de quince triples por partido. Tercero, por su amplitud de banquillo y rotaciones, y cuarto y más importante, por su trayectoria ascendente.
A falta de rival, el cuatro de junio…nueva cita con la historia. Los Lakers disputarán la reválida por hacerse con el cetro del baloncesto mundial. Experiencia y calidad tienen de sobra. No caben excusas: el anillo debe viajar a Los Ángeles, sí o sí.
