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Alberto Jiménez

La hora de la verdad

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Llegó el momento. Tras más de diez meses recibiendo piropos de toda Europa el Barça debe demostrar este miércoles que se encuentra en el pedestal donde muchos le han situado. Nadie duda de la calidad futbolística que atesora el conjunto de Guardiola pero los azulgranas deberán demostrarlo en el partido más importante de toda la temporada. Desde hace dos semanas nadie piensa en Barcelona en otra cosa que no sea la final de Roma. Los privilegiados que se den cita en el Olímpico vivirán uno de los choques más atractivos que actualmente se pueden dar en el universo futbolístico. Aunque los culés se han puesto el listón muy alto este curso y una derrota en la finalísima dejaría un sabor agridulce a una temporada perfecta.

Llegar a la final de la Champions League es un gran premio para cualquier equipo, menos para este Barça. Con el ‘Pep Team’ se cumple a rajatabla el tópico de que las finales se ganan, no se juegan. Por eso mismo cualquier escenario que no sea el de la victoria, la gloria y el triunfo sería difícil de digerir después de lo malacostumbrados que nos tienen los herederos del “Dream Team”. Del mismo modo que en Wembley, el Barça debe ganar. Del mismo modo que en París, el Barça debe ganar. Por rigor, criterio y espectacularidad futbolística los azulgranas se merecen esta Champions.

El Barça tiene, si cabe, más fútbol que el conjunto de Cruyff y más solidez que el equipo de Rijkaard. Es cierto que las comparaciones son odiosas pero los dos técnicos holandeses pueden quedar en un segundo plano si Guardiola logra su primera Champions. El catalán es el verdadero artífice de la temporada que está cuajando el Barça y todo el mundo se rinde en el entorno azulgrana a lo que ha conseguido Pep en tan sólo una temporada. El de Santpedor ha sabido manejar a la perfección a sus jugadores y ha logrado extraer el máximo rendimiento de cada uno de ellos pero este miércoles es cuando más debe concienciar a sus pupilos.

Aunque el miércoles a Pep se le avecina un papelón en defensa. Tras la negativa de Keita a jugar en el lateral izquierdo se le plantea el dilema de hacer jugar un jugador en una posición donde no se encuentra a gusto, o bien darle alternativa al veterano Sylvinho o al poco experimentado Cáceres. Difícil elección que ante la presencia de Cristiano Ronaldo se avecina todavía más complicada. El portugués es la principal amenaza del Machester aunque no hay que olvidar a los Rooney, Tévez y compañía. Para frenarlos no hay mejor fórmula que la virtuosidad de Messi, la magia de Iniesta, la clase de Xavi, las ganas de Henry, la solidez de Touré o la confianza de Valdés. Esperemos que todo ello sea suficiente para doblegar a los diablos rojos.

En definitiva, el Barça pone punto y final a una temporada que va camino de ser histórica. Nunca antes un equipo español ha conseguido alzar el triplete. Los azulgranas lo tienen en su mano y ya tocan con los dedos la ansiada Champions. Es el momento de la verdad para los culés que tienen más hambre que nunca para desbancar al vigente campeón europeo. Junto a ellos estarán cerca de 20.000 gargantas que llevarán en volandas a su equipo para traer a Barcelona la tercera orejuda. Llegó la hora de la verdad para el Barça que puede volver a desatar la locura en Canaletas si consigue el ansiado triplete. Esperemos que así sea, aunque si no lo consigue su temporada permanecerá en el imaginario colectivo como uno de los mejores años del fútbol en su máxima expresión. Ante todo, ¡enhorabuena Barça!

La hora de la verdad

Alberto Jiménez
Alberto Jiménez
domingo, 24 de mayo de 2009, 22:13 h (CET)
Llegó el momento. Tras más de diez meses recibiendo piropos de toda Europa el Barça debe demostrar este miércoles que se encuentra en el pedestal donde muchos le han situado. Nadie duda de la calidad futbolística que atesora el conjunto de Guardiola pero los azulgranas deberán demostrarlo en el partido más importante de toda la temporada. Desde hace dos semanas nadie piensa en Barcelona en otra cosa que no sea la final de Roma. Los privilegiados que se den cita en el Olímpico vivirán uno de los choques más atractivos que actualmente se pueden dar en el universo futbolístico. Aunque los culés se han puesto el listón muy alto este curso y una derrota en la finalísima dejaría un sabor agridulce a una temporada perfecta.

Llegar a la final de la Champions League es un gran premio para cualquier equipo, menos para este Barça. Con el ‘Pep Team’ se cumple a rajatabla el tópico de que las finales se ganan, no se juegan. Por eso mismo cualquier escenario que no sea el de la victoria, la gloria y el triunfo sería difícil de digerir después de lo malacostumbrados que nos tienen los herederos del “Dream Team”. Del mismo modo que en Wembley, el Barça debe ganar. Del mismo modo que en París, el Barça debe ganar. Por rigor, criterio y espectacularidad futbolística los azulgranas se merecen esta Champions.

El Barça tiene, si cabe, más fútbol que el conjunto de Cruyff y más solidez que el equipo de Rijkaard. Es cierto que las comparaciones son odiosas pero los dos técnicos holandeses pueden quedar en un segundo plano si Guardiola logra su primera Champions. El catalán es el verdadero artífice de la temporada que está cuajando el Barça y todo el mundo se rinde en el entorno azulgrana a lo que ha conseguido Pep en tan sólo una temporada. El de Santpedor ha sabido manejar a la perfección a sus jugadores y ha logrado extraer el máximo rendimiento de cada uno de ellos pero este miércoles es cuando más debe concienciar a sus pupilos.

Aunque el miércoles a Pep se le avecina un papelón en defensa. Tras la negativa de Keita a jugar en el lateral izquierdo se le plantea el dilema de hacer jugar un jugador en una posición donde no se encuentra a gusto, o bien darle alternativa al veterano Sylvinho o al poco experimentado Cáceres. Difícil elección que ante la presencia de Cristiano Ronaldo se avecina todavía más complicada. El portugués es la principal amenaza del Machester aunque no hay que olvidar a los Rooney, Tévez y compañía. Para frenarlos no hay mejor fórmula que la virtuosidad de Messi, la magia de Iniesta, la clase de Xavi, las ganas de Henry, la solidez de Touré o la confianza de Valdés. Esperemos que todo ello sea suficiente para doblegar a los diablos rojos.

En definitiva, el Barça pone punto y final a una temporada que va camino de ser histórica. Nunca antes un equipo español ha conseguido alzar el triplete. Los azulgranas lo tienen en su mano y ya tocan con los dedos la ansiada Champions. Es el momento de la verdad para los culés que tienen más hambre que nunca para desbancar al vigente campeón europeo. Junto a ellos estarán cerca de 20.000 gargantas que llevarán en volandas a su equipo para traer a Barcelona la tercera orejuda. Llegó la hora de la verdad para el Barça que puede volver a desatar la locura en Canaletas si consigue el ansiado triplete. Esperemos que así sea, aunque si no lo consigue su temporada permanecerá en el imaginario colectivo como uno de los mejores años del fútbol en su máxima expresión. Ante todo, ¡enhorabuena Barça!

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