He visto fútbol desde que tengo uso de razón, y seguramente antes, pero ya tanto no recuerdo. Me inicié con el juego del Dream Team, crecí con la triste selección de Clemente, me hice mayor de edad con los galácticos y en la plenitud de mi juventud, disfruto del mejor fútbol que he visto jamás, y encima por partida doble.

Y es que no me canso de ver a la selección española, reciente campeona de Europa con un juego sublime. Pero es que hay por ahí un tal Barcelona, entrenado por ese Guardiola que jugaba en el Dream Team de mi infancia, y que ha llevado a los culés al climax del buen fútbol.

A cualquiera que le guste el fútbol, indistintamente de los colores de cada uno, tiene que disfrutar del maravilloso juego que despliega este equipo.

No tienen parangón en el mundo, y yo al menos no he conocido en mi vida un equipo que despliegue un fútbol similar. Enamoran a cualquiera aficionado a este magnífico deporte, que ha encontrado en el Barcelona de Guardiola su máxima expresión artística.

De momento, ya tienen un título, la Copa del Rey, que la tienen calentita en sus manos, después de golear a un peleón Athletic. Liderados por Xavi, Iniesta, Messi, Piqué, y otros tantos jugadores, pero en este Barça, juegue quien juegue el estilo es el mismo. En Stamford Bridge demsotraron que morirán con su juego, y el Dios del fútbol les va a premiar con un histórico triplete, de momento ya tienen uno y medio en sus manos…tiempo al tiempo.

Y es que para este Barça, y para nuestra selección, el fútbol de toque es una forma de vida, algo digno de agradecer, al menos por un humilde seguidor de fútbol.