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Toni Castro

¡Menudo chorreo!

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Lo reconozco. Han pasado casi tres días, pero todavía sigo hipnotizado por la exhibición del Barça en el Bernabéu (¡2-6!). Pertenezco a una generación de barcelonistas que no vivió la conquista de la Recopa de Basilea, que el ‘Dream Team’ de Cruyff y la Champions de Wembley le pillaron todavía demasiado niño, que de las Ligas de Van Gaal sólo recuerda su libreta y los labios de Reiziger, y que por primera vez fue a Canaletas para celebrar la Champions y las Ligas del Barça de Rijkaard.

Estoy seguro que nuestra generación quedará marcada por los éxitos de la presente temporada, igual que el 0-5 del Bernabéu marcó a toda una generación que ahora ronda los 50. Y es que lo de este sábado fue demasiado (¡2-6!). Que el Barça sentencie la Liga y humille al eterno rival en su propia casa no tiene precio. Como diría el presidente blanco ‘Vidente’ Boluda fue un ‘chorreo’ en toda regla. Y es que esta Liga pasará a la historia como la del chorreo. Aquella en la que el Madrid iba a chorrear al Liverpool y al final, fue el Liverpool el que chorreó al Madrid. Aquella en la que el Madrid iba a chorrear a un Barça afectado por el ‘cagómetro’, con ‘madriditis’ y beneficiado por el ‘villarato’, y al final fue el Madrid el que salió históricamente chorreado de su estadio (¡2-6!).

Lo del sábado fue algo similar al 0-5 de hace 36 años, pero en color. La afición blanca abandonó el Bernabéu humillada, desconsolada por la superioridad del virtual campeón. Por fin, el clásico hizo justicia con el equipo que practica el fútbol espectáculo, el juego de toque, de ataque, de combinación, de goles… el fútbol que practica el Barça. Quedó claro quien pone la magia y quien pone el aburrimiento.

Además, esta victoria histórica (¡2-6!) supone una brutal inyección de moral para el partido de mañana en Stamford Bridge. Será complicado, pero el Barça tiene muchas opciones de jugar la final de Roma. No hace falta ni ganar, cualquier empate con goles sirve a los azulgranas para dar otro importante paso hacia el sueño de un triplete que cada vez está más cerca.

¡Menudo chorreo!

Toni Castro
Toni Castro
lunes, 4 de mayo de 2009, 22:21 h (CET)
Lo reconozco. Han pasado casi tres días, pero todavía sigo hipnotizado por la exhibición del Barça en el Bernabéu (¡2-6!). Pertenezco a una generación de barcelonistas que no vivió la conquista de la Recopa de Basilea, que el ‘Dream Team’ de Cruyff y la Champions de Wembley le pillaron todavía demasiado niño, que de las Ligas de Van Gaal sólo recuerda su libreta y los labios de Reiziger, y que por primera vez fue a Canaletas para celebrar la Champions y las Ligas del Barça de Rijkaard.

Estoy seguro que nuestra generación quedará marcada por los éxitos de la presente temporada, igual que el 0-5 del Bernabéu marcó a toda una generación que ahora ronda los 50. Y es que lo de este sábado fue demasiado (¡2-6!). Que el Barça sentencie la Liga y humille al eterno rival en su propia casa no tiene precio. Como diría el presidente blanco ‘Vidente’ Boluda fue un ‘chorreo’ en toda regla. Y es que esta Liga pasará a la historia como la del chorreo. Aquella en la que el Madrid iba a chorrear al Liverpool y al final, fue el Liverpool el que chorreó al Madrid. Aquella en la que el Madrid iba a chorrear a un Barça afectado por el ‘cagómetro’, con ‘madriditis’ y beneficiado por el ‘villarato’, y al final fue el Madrid el que salió históricamente chorreado de su estadio (¡2-6!).

Lo del sábado fue algo similar al 0-5 de hace 36 años, pero en color. La afición blanca abandonó el Bernabéu humillada, desconsolada por la superioridad del virtual campeón. Por fin, el clásico hizo justicia con el equipo que practica el fútbol espectáculo, el juego de toque, de ataque, de combinación, de goles… el fútbol que practica el Barça. Quedó claro quien pone la magia y quien pone el aburrimiento.

Además, esta victoria histórica (¡2-6!) supone una brutal inyección de moral para el partido de mañana en Stamford Bridge. Será complicado, pero el Barça tiene muchas opciones de jugar la final de Roma. No hace falta ni ganar, cualquier empate con goles sirve a los azulgranas para dar otro importante paso hacia el sueño de un triplete que cada vez está más cerca.

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