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Los momentos de felicidad al vacío (por así decirlo) son buenos, pero no nos permiten disfrutar de una sensación optima de felicidad si no la buscamos más unida a nuestro sentido

Felicidad ¿sin sentido?

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Todavía sigo con ese cóctel de sensaciones que me ha producido el vivenciar el III congreso de Psicología Positiva celebrado en Baeza la semana pasada. Sin duda alguna un primer ingrediente de ese fantástico cóctel ha sido reafirmar que esta disciplina, que tanto me ha aportado en mi vida profesional y personal, sigue creciendo desde la producción de estudios rigurosos y científicos impresionantes.

Pero es más, no solo me quedo con la rigurosidad de los trabajos, sino que además todas las personas que optamos por potenciar esos factores que hacen que la vida merezca la pena, somos los primeros en entender que solo desde el método científico podemos conseguir resultados que conforman las líneas de ese libro que llamamos felicidad. br>
Nos encontramos con ponentes de talla internacional que nos aportaron las últimas investigaciones en esta disciplina científica. br>
Te cuento todo esto ya que hoy quiero mostrarte un botón de la charla del profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Gonzalo Hervás que planteó en su ponencia la pregunta siguiente: ¿Podemos ser felices sin que detrás de toda esa felicidad hayan componentes de sentido vital? Es decir, como decía el profesor Fernández-Abascal, también en el congreso, esa felicidad del jijiji…jajaja.br>
Pues la respuesta es: ¡si! Pero ten cuidado si has optado por esa felicidad que venden muchos happiólogos que te plantean que poniendo esas emociones positivas como la risa en tu vida vas a conseguir ser feliz. Los estudios demuestran que estás personas tienen una percepción engañosa en su vida ya que creen erróneamente que su vida excesivamente fácil. Sin duda les hace estar anclados constantemente al presente, buscando componentes hedónicos que poder poner en sus vidas para que de esa manera puedan seguir sentiéndose felices. Pero además el profesor Hervás a través de sus investigaciones nos dice que estas personas además reaccionan de peor manera cuando atraviesan un mal momento y así llegan a ser malos gestores emocionales, por lo tanto son víctimas de las emociones negativas. Son personas que constantemente buscan recursos externos que les den felicidad dependiendo más del dinero que aquellas otras personas que unen felicidad y sentido. Este resultado, como habrás pensado es normal, así el buscar situaciones hedónicas implica depender más de los placer pecuniarios.br>
Para terminar comentarte que se ha demostrado que estas personas que viven de la felicidad más hedónica y sin sentido son personas menos reflexivas, viven más de la situación y esta les hace buscar respuestas inmediatas, por lo tanto se alimentan más de falsas creencias inamovibles. br>
Por lo tanto, los momentos de felicidad al vacío (por así decirlo) son buenos, pero no nos permiten disfrutar de una sensación optima de felicidad si no la buscamos más unida a nuestro sentido. Lo que implica como ya te he comentado en diferentes ocasiones el poner esa felicidad vinculada con tu trabajo personal. Esa felicidad que tu construyes desde tus fortalezas. No me gustaría terminar sin antes comentarte de manera corta a modo de píldora que además entendemos que para potenciar la felicidad hemos de poner como base, siguiendo esta vez las investigaciones y reflexiones del profesor Fernandez-Abascal. Para ello debemos de llevar una vida saludable, principalmente potenciando la actividad física, una buena nutrición y una buena dinámica de sueño. Todo ello facilita que podamos encontrar más rápidamente esos valores y fortalezas que nos ayuden a encontrar felicidad de la buena, la de pico y pala.

Felicidad ¿sin sentido?

Los momentos de felicidad al vacío (por así decirlo) son buenos, pero no nos permiten disfrutar de una sensación optima de felicidad si no la buscamos más unida a nuestro sentido
José J. Rivero
lunes, 25 de abril de 2016, 00:31 h (CET)
Todavía sigo con ese cóctel de sensaciones que me ha producido el vivenciar el III congreso de Psicología Positiva celebrado en Baeza la semana pasada. Sin duda alguna un primer ingrediente de ese fantástico cóctel ha sido reafirmar que esta disciplina, que tanto me ha aportado en mi vida profesional y personal, sigue creciendo desde la producción de estudios rigurosos y científicos impresionantes.

Pero es más, no solo me quedo con la rigurosidad de los trabajos, sino que además todas las personas que optamos por potenciar esos factores que hacen que la vida merezca la pena, somos los primeros en entender que solo desde el método científico podemos conseguir resultados que conforman las líneas de ese libro que llamamos felicidad. br>
Nos encontramos con ponentes de talla internacional que nos aportaron las últimas investigaciones en esta disciplina científica. br>
Te cuento todo esto ya que hoy quiero mostrarte un botón de la charla del profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Gonzalo Hervás que planteó en su ponencia la pregunta siguiente: ¿Podemos ser felices sin que detrás de toda esa felicidad hayan componentes de sentido vital? Es decir, como decía el profesor Fernández-Abascal, también en el congreso, esa felicidad del jijiji…jajaja.br>
Pues la respuesta es: ¡si! Pero ten cuidado si has optado por esa felicidad que venden muchos happiólogos que te plantean que poniendo esas emociones positivas como la risa en tu vida vas a conseguir ser feliz. Los estudios demuestran que estás personas tienen una percepción engañosa en su vida ya que creen erróneamente que su vida excesivamente fácil. Sin duda les hace estar anclados constantemente al presente, buscando componentes hedónicos que poder poner en sus vidas para que de esa manera puedan seguir sentiéndose felices. Pero además el profesor Hervás a través de sus investigaciones nos dice que estas personas además reaccionan de peor manera cuando atraviesan un mal momento y así llegan a ser malos gestores emocionales, por lo tanto son víctimas de las emociones negativas. Son personas que constantemente buscan recursos externos que les den felicidad dependiendo más del dinero que aquellas otras personas que unen felicidad y sentido. Este resultado, como habrás pensado es normal, así el buscar situaciones hedónicas implica depender más de los placer pecuniarios.br>
Para terminar comentarte que se ha demostrado que estas personas que viven de la felicidad más hedónica y sin sentido son personas menos reflexivas, viven más de la situación y esta les hace buscar respuestas inmediatas, por lo tanto se alimentan más de falsas creencias inamovibles. br>
Por lo tanto, los momentos de felicidad al vacío (por así decirlo) son buenos, pero no nos permiten disfrutar de una sensación optima de felicidad si no la buscamos más unida a nuestro sentido. Lo que implica como ya te he comentado en diferentes ocasiones el poner esa felicidad vinculada con tu trabajo personal. Esa felicidad que tu construyes desde tus fortalezas. No me gustaría terminar sin antes comentarte de manera corta a modo de píldora que además entendemos que para potenciar la felicidad hemos de poner como base, siguiendo esta vez las investigaciones y reflexiones del profesor Fernandez-Abascal. Para ello debemos de llevar una vida saludable, principalmente potenciando la actividad física, una buena nutrición y una buena dinámica de sueño. Todo ello facilita que podamos encontrar más rápidamente esos valores y fortalezas que nos ayuden a encontrar felicidad de la buena, la de pico y pala.

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