Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La parte por el todo
Óscar Arce Ruiz

De momento, quizás

|

Existen dos maneras de relacionar el pensamiento con la realidad: intentar describir la realidad por medio del lenguaje o los productos de la mente; o bien usar estos productos mentales para proyectar lo que debería ser sobre una realidad que no responde a ese proyecto, con objetivo de transformarla en algún sentido.

Se pueden tomar como dos sentidos opuestos según qué parte determina a la otra: de ‘realidad-a-pensamiento’ o de ‘pensamiento-a-realidad’.

La primera relación es típicamente asociada a la crónica y a la estadística descriptiva. La segunda es propia de la expresión de deseos, de promesas, de previsiones y de programas ideales de comportamiento moral.

Pero esta distinción no tiene en cuenta que el proceso que entra en juego en el sentido ‘realidad-a-pensamiento’ se basa en una realidad que, a su vez, ha sido antes revisada necesariamente por ese pensamiento.

Es decir, lo que hay fuera de nosotros es siempre modificado por lo que hay dentro y adaptado por filtros que ni nosotros mismos conocemos. Por eso toda aproximación a la realidad es encarar siempre un poliedro por una sola de sus caras. Y precisamente por eso, toda sentencia crítica ha de estar precedida de un análisis personal que imponga a uno mismo saber a través de qué cristal está mirando la vida.

Es posible, pues, inclinarse por una visión unificadora de los dos sentidos en un solo proceso. Un ‘pensamiento-a-realidad-a-pensamiento’, tomando este último como una revisión de lo que el primer pensamiento pueda aportar a la realidad.

Como nunca estamos libres de prejuicios (lo anterior a la emisión de un juicio), esta posición no puede ser más que una posición provisional. Como soy consciente de su enorme carga previa fruto del momento y de mi propia biografía, esto no puede ser más que una hipótesis de trabajo siempre activa hasta que no se invalide por otra.

Ese proceso de revisión y adaptación de hipótesis es también hijo de aquellas mismas concepciones previas y, como tal, no es una verdad absoluta ni una senda obligada. Es él mismo una hipótesis de trabajo.

De manera que el hallazgo nunca es del todo satisfactorio sino siempre, por muchos años que pasen, temporal. Los firmes fundamentos son siempre cambiables por otros aún más firmes.

Evitaremos así la necesidad de defender a cualquier precio nuestra posición de toda la vida contra el ataque de cualquier diferencia. No eliminaremos la diferencia, seremos capaces de afrontarla.

De momento, quizás

Óscar Arce Ruiz
Óscar Arce
sábado, 25 de abril de 2009, 02:29 h (CET)
Existen dos maneras de relacionar el pensamiento con la realidad: intentar describir la realidad por medio del lenguaje o los productos de la mente; o bien usar estos productos mentales para proyectar lo que debería ser sobre una realidad que no responde a ese proyecto, con objetivo de transformarla en algún sentido.

Se pueden tomar como dos sentidos opuestos según qué parte determina a la otra: de ‘realidad-a-pensamiento’ o de ‘pensamiento-a-realidad’.

La primera relación es típicamente asociada a la crónica y a la estadística descriptiva. La segunda es propia de la expresión de deseos, de promesas, de previsiones y de programas ideales de comportamiento moral.

Pero esta distinción no tiene en cuenta que el proceso que entra en juego en el sentido ‘realidad-a-pensamiento’ se basa en una realidad que, a su vez, ha sido antes revisada necesariamente por ese pensamiento.

Es decir, lo que hay fuera de nosotros es siempre modificado por lo que hay dentro y adaptado por filtros que ni nosotros mismos conocemos. Por eso toda aproximación a la realidad es encarar siempre un poliedro por una sola de sus caras. Y precisamente por eso, toda sentencia crítica ha de estar precedida de un análisis personal que imponga a uno mismo saber a través de qué cristal está mirando la vida.

Es posible, pues, inclinarse por una visión unificadora de los dos sentidos en un solo proceso. Un ‘pensamiento-a-realidad-a-pensamiento’, tomando este último como una revisión de lo que el primer pensamiento pueda aportar a la realidad.

Como nunca estamos libres de prejuicios (lo anterior a la emisión de un juicio), esta posición no puede ser más que una posición provisional. Como soy consciente de su enorme carga previa fruto del momento y de mi propia biografía, esto no puede ser más que una hipótesis de trabajo siempre activa hasta que no se invalide por otra.

Ese proceso de revisión y adaptación de hipótesis es también hijo de aquellas mismas concepciones previas y, como tal, no es una verdad absoluta ni una senda obligada. Es él mismo una hipótesis de trabajo.

De manera que el hallazgo nunca es del todo satisfactorio sino siempre, por muchos años que pasen, temporal. Los firmes fundamentos son siempre cambiables por otros aún más firmes.

Evitaremos así la necesidad de defender a cualquier precio nuestra posición de toda la vida contra el ataque de cualquier diferencia. No eliminaremos la diferencia, seremos capaces de afrontarla.

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto