¿Os acordáis de Juan Carlos Ferrero? Aquel tenista valenciano que llegó a ser número 1 del mundo en 2003 y que tras tocar la cima durante unas cuantas semanas se vino abajo. Los problemas físicos y la falta de motivación lo alejaron de los triunfos. Las cámaras y los micrófonos se olvidaron de él durante mucho tiempo. Pero Ferrero ha vuelto a los periódicos estos días por ganar, cinco años y medio después, el torneo de Casablanca.

La historia de Juan Carlos Ferrero me ha hecho pensar en otros muchos grandes deportistas que un día, no muy lejano, saborearon las mieles del éxito y que hoy, muy alejados de los mejores, todavía viven del recuerdo de aquel glorioso pasado.

El delantero internacional Javi Moreno es un buen ejemplo; formado en la cantera del Barça, el de Silla (Valencia) se convirtió en la estrella de aquel ‘Euro-Alavés’ que jugó la final de la Copa de la UEFA de 2001 contra el Liverpool. Del Alavés, Javi Moreno dio el salto a Italia donde fichó por el Milán, fue cinco veces internacional con España, volvió a casa para jugar con el Atlético de Madrid, fue cedido al Bolton de la Premier League y luego al Zaragoza, donde ganó una Supercopa de España. Finalmente, Javi Moreno regresó al Córdoba, donde se proclamó máximo goleador de los cuatro grupos de Segunda B y ahora con 34 años, mientras piensa en la retirada, sigue marcando algunos goles en el Ibiza, equipo colista del grupo III de la Segunda División B.

De un subcampeón de Europa que hoy sigue marcando con el Ibiza, a otro delantero que fue internacional con España y que ahora demuestra su clase en los campos de Tercera. Henrique Guedes da Silva, conocido como ‘Catanha’, hizo famoso el ‘Vuelo de la Gaviota’ en las celebraciones de sus goles. El brasileño anotó 50 tantos durante las dos temporadas que jugó con el Málaga y se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Celta de Vigo. Los 17 goles que marcó Catanha en su segunda temporada en Vigo sirvieron para clasificar al Celta para la Champions por primera vez en su historia. Un hito que acabó mal, con el Celta en Segunda División y con el brasileño en el PFC Krylia Sovietov Samara de Rusia. Finalmente, Catanha regresó a España para jugar en el Linares de la Segunda B y ahora, con 37 años, todavía podemos ver volar a la gaviota en el Estepona de Tercera División.

Toni Velamazán es otro nombre ilustre de nuestro fútbol que en estos momentos se pasea por los campos de Tercera División. Velamazán debutó en Primera con el Barça, ganó una Copa del Rey con el Espanyol y fue subcampeón con España de los Juegos Olímpicos de Sidney. Con 32 años, Toni Velamazán es una de las referencias en el centro del campo del Hospitalet, equipo de la Tercera División.

El caso de Gerard López también es digno de recordar. El centrocampista catalán se convirtió en uno de los jugadores más cotizados de Europa tras la buena temporada cosechada en el Valencia de Héctor Cúper en el año 2000. Gerard fue pretendido por equipos como el Inter, el Milan o el Manchester United, pero finalmente recaló en el club de sus amores, el Barça, que pagó 3.400 millones de pesetas por su fichaje. Jugó la Eurocopa de 2000 con España, pero las lesiones le apartaron de triunfar en Can Barça. Estuvo dos temporadas en el Mónaco y cerró ciclo en el Recreativo de Huelva. Pero esta temporada, el club andaluz no le renovó el contrato y Gerard López se quedó sin equipo. Finalmente, en el mercado de invierno fichó por el Girona de Segunda División.

La historia de José Mari es muy parecida a la de Gerard. El delantero sevillano militó tres temporadas en el Atlético de Madrid, otras tres en el Milán y cuatro en el Villarreal. Medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney, internacional con España y una de las mayores promesas ofensivas del fútbol español, José Mari juega ahora en el Gimnàstic de Tarragona de la Segunda División.

Estoy seguro que también os acordáis de Okunowo, aquel lateral derecho nigeriano que con 20 añitos debutó en el Barça de Van Gaal y que, incluso, pasó a la historia por ser titular en el partido del Centenario azulgrana ante el Atlético de Madrid. Okunowo fue cedido al Benfica portugués, pero no tuvo mucha suerte y militó en clubes como el Badajoz, el Ionikos griego o el Dinamo de Bucarest. Este año Okunowo hizo pruebas en el Vilanova del Camí, de la Segunda Territorial catalana, pero no lo cogieron y al final, acabó fichando por el VB Sports de las Islas Maldivas.

El mundo del fútbol está lleno de deportistas que un día gozaron las mieles del éxito y que hoy viven muy alejados de lo que fueron, pero otras disciplinas como el atletismo tampoco se escapan. Yago Lamela fue uno de los nombres que más sonaba en los espacios deportivos de hace diez años. El asturiano fue subcampeón del mundo de salto de longitud en el año 1999 en Maebashi y en Sevilla con dos saltos de 8.56 metros, pero las lesiones apartaron a Lamela del atletismo poco tiempo después.

Estas son sólo algunas de las pequeñas historias de deportistas que un día nos hicieron disfrutar con su juego y celebramos sus títulos y que ahora, la mayoría, siguen en activo pero están muy lejos de lo que fueron. Un recuerdo cariñoso para aquellos deportistas que marcaron a toda una generación de adolescentes de finales de los noventa y principios de esta década, deportistas que seguramente, cuando se retiren, no recibirán homenajes del club en el que triunfaron, pero que su nombre todavía hoy sigue vivo en esas categorías modestas de nuestro deporte.