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El suspiro,
se ahogó en su propio lamento,
aquel tormento de la pena eterna sin olvido.
El suspiro,
del amor que llegará algo más tarde al caer el alba,
y de aquel querer que es avaro ajeno de los platónicos besos y mil abrazos al aire vacío de ti.
El suspiro,
por aquellos recuerdos de la infancia truncada por ser rey consorte de la morada del yo interno,
aquél que es también el eterno mundo de cómplices y usureros de mi pensamiento en el positivo tan adverso y tan luto en esta vida muerta.
No me casaré con la mentira, el error, la cara bonita que me dijo "amor", pero para nada lo he encontrado en él. No me casaré con los ojos claros de ese corazón que decía: ¿amarme?
Amor puro es delicada figura, gato bendito.
Dentro del marco de “Voces del Tenerife”, el poeta valenciano Ángel Padilla asistió como ponente invitado -Padilla con su literatura antiespecista- en un acto homónimo a una de sus más ambiciosas obras poéticas, “La Bella Revolución”. Más de 60 poetas se dieron cita en ese macroencuentro de poesía de la conciencia crítica. Los actos comenzaron desde el miércoles 20 de marzo hasta el domingo 24, en la ermita de San Miguel Arcángel, La Laguna, Tenerife.
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